Cambio esperanzador
El deshielo en las negociaciones con Ir¨¢n demuestra la utilidad de las sanciones
Dos meses han bastado para destrabar un contencioso que envenena desde hace 10 a?os la diplomacia internacional: el programa nuclear iran¨ª. Son los dos meses que han transcurrido desde la llegada a la presidencia de Ir¨¢n del pragm¨¢tico Hasan Rohan¨ª. Su objetivo de acabar con las sanciones que asfixian la econom¨ªa de su pa¨ªs ¡ªsin duda uno de las razones de su triunfo electoral¡ª ha posibilitado en este tiempo acercamientos impensables con su atrabiliario antecesor, Mahmud Ahmadineyad.
La reuni¨®n, ayer en Ginebra, del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, con su hom¨®logo iran¨ª, Mohamed Javad Zarif, cuyos pa¨ªses rompieron relaciones hace 30 a?os, es la mejor muestra de este deshielo. El encuentro que Ir¨¢n y el llamado G5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU m¨¢s Alemania) sostienen desde el jueves ha resultado tan prometedor que hasta la ciudad suiza viajaron ayer, adem¨¢s de Kerry, los ministros de Exteriores de Francia, Alemania y Reino Unido, a los que se unir¨¢ hoy el ruso, Sergu¨¦i Lavrov. Esta interrupci¨®n intempestiva de las agendas diplom¨¢ticas es un buen augurio de que estamos ante algo serio.
Las bases est¨¢n claras: las potencias mundiales exigen garant¨ªas de que Ir¨¢n no utilizar¨¢ su programa nuclear para fabricar bombas at¨®micas, algo que, seg¨²n los indicios recabados por el Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica, podr¨ªa conseguir en menos de un a?o. E Ir¨¢n, con una econom¨ªa que se contrajo un 6% el a?o pasado, una inflaci¨®n del 40% y un desempleo cercano al 30%, necesita urgentemente reactivar las exportaciones de crudo y acceder a los fondos congelados en bancos internacionales.
Encajar estos prop¨®sitos en medidas concretas es una tarea compleja, pero no imposible si hay voluntad pol¨ªtica. Fue el propio ministro de Exteriores iran¨ª, el carism¨¢tico Javad, quien propuso el pasado mes, tambi¨¦n en Ginebra, un plan de trabajo que arranca con un acercamiento paulatino para restaurar un m¨ªnimo de confianza, y que concluir¨ªa, en un plazo m¨¢ximo de un a?o, en un acuerdo en toda regla. El camino pasa necesariamente por que Teher¨¢n abandone las actividades que exceden el uso civil de la energ¨ªa nuclear (como la fabricaci¨®n de uranio altamente enriquecido) y se abra sin restricciones a los inspectores de la ONU.
Editoriales anteriores
En este nuevo y prometedor escenario no faltan las voces discordantes. Israel, directamente amenazado por la eventual capacidad at¨®mica de Ir¨¢n, ha arremetido contra cualquier acuerdo con una vehemencia que puede servir para neutralizar a los sectores ultraconservadores de Ir¨¢n.
El nuevo clima abierto con Ir¨¢n ¡ªque si avanza de forma correcta repercutir¨¢ sin duda positivamente en varios conflictos de la regi¨®n¡ª muestra por ¨²ltimo que las sanciones son una herramienta ¨²til en la diplomacia, siempre y cuando la comunidad internacional act¨²e con unidad y firmeza. Una lecci¨®n que seguramente habr¨ªa que empezar a aplicar en Siria.
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