La Roja en Guinea Dictatorial
La selecci¨®n espa?ola mancha su historial al jugar un amistoso para mayor gloria de Obiang
La selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol ha aceptado jugar un partido el s¨¢bado 16 de noviembre en Guinea Ecuatorial, un pa¨ªs regido por una dictadura cruel.
Nada habr¨ªa que objetar si el encuentro se disputase en competici¨®n oficial, aunque tal posibilidad parezca remota. Pero se trata de un partido ¡°amistoso¡± que sin duda va a ser utilizado por el presidente, Teodoro Obiang, en su provecho. Espa?a es la campeona del mundo, y sus actuaciones se siguen en muchos pa¨ªses, tanto en diferido o en resumido como en directo. Eso dar¨¢ oportunidad al dictador guineano para sentarse feliz en el palco y conseguir una imagen y una relevancia interior y exterior que de ning¨²n modo merece; para departir all¨ª con el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, a quien se le supone un est¨®mago suficiente para eso y para mucho m¨¢s; quiz¨¢s le sirva tambi¨¦n a Obiang para acercarse a saludar al seleccionador espa?ol y a los jugadores y hacerse fotos con ellos; y para dar ante su pueblo enga?ado una sensaci¨®n de aceptaci¨®n internacional y de normalidad en las relaciones con Espa?a. La pol¨ªtica se entrometer¨¢ as¨ª en el carril del deporte; la pol¨ªtica (si se puede llamar de tal modo a lo que Obiang representa) se aprovechar¨¢ del deporte.
Ni el f¨²tbol ni los Juegos Ol¨ªmpicos se merecen boicoteos como los de Mosc¨² 80 o Los ?ngeles 84; pero el ¨¢mbito deportivo puede servir como resonancia para denunciar situaciones intolerables. As¨ª lo entendieron Alemania, Reino Unido y Francia (al contrario que Italia o Espa?a) cuando sus jefes de Gobierno renunciaron a asistir a la pasada Eurocopa en Ucrania, en protesta por el encarcelamiento de la expresidenta Yulia Timoshenko.
El dictador guineano y su hijo Teodor¨ªn (perseguido por la justicia francesa y la de EE UU) no solo tienen sometidos y en la pobreza a sus propios compatriotas, no solo han perseguido a sus rivales y violado los derechos humanos; tambi¨¦n han esquilmado y encarcelado a empresarios espa?oles que hab¨ªan invertido en su pa¨ªs. Nada amistoso puede ocurrir con ellos delante. As¨ª que la selecci¨®n espa?ola, un ejemplo en tantos aspectos, va a ponerse ahora una medalla de sangre y miedo en su brillante historial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.