Matonismo

Hay una conducta peor que intentar deslegitimar al rival: deslegitimarse a uno mismo y a la instituci¨®n en que uno se incardina o representa. Sucede esto cuando se utilizan los insultos, las amenazas y las gesticulaciones tabernarias en vez de los argumentos, las preguntas o las conclusiones, por m¨¢s contundentes o radicales que puedan ser estos ¨²ltimos.

Es exactamente eso lo que ha sucedido en el Parlament de Catalunya, en la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la crisis de las cajas de ahorros, a cuenta de la comparecencia del expresidente de Bankia Rodrigo Rato. Aunque moralmente debiera acudir, Rato no ten¨ªa obligaci¨®n jur¨ªdica; asisti¨® voluntariamente a la sesi¨®n por el impacto social de la entidad que dirig¨ªa. Sin embargo, varios diputados correspondieron a su actitud con calificativos insultantes, desde el de pertenecer a una ¡°¨¦lite carro?era¡± al de ¡°g¨¢nster¡±. Destac¨® en tal delicadeza el portavoz de la Candidatura d¡¯Unitat Popular (CUP), David Fern¨¢ndez, quien aderez¨® los insultos blandiendo una sandalia mientras profer¨ªa una pregunta abiertamente amenazadora.

M¨¢s que la persona de Rato, quien como cualquier otro compareciente tiene derecho a un trato no vejatorio, quien ha recibido de este incidente un da?o dif¨ªcilmente reparable es el prestigio del propio Parlamento catal¨¢n. La sede de la representaci¨®n de la ciudadan¨ªa trabaja con discursos y normas; no con broncas ni gestos propios de ri?as callejeras. Nunca debe convertirse en espacio ni altavoz de amenazas y matoner¨ªas. Llueve sobre mojado. El espect¨¢culo de esta comisi¨®n parlamentaria forma parte de una secuencia de deterioro activo de las instituciones democr¨¢ticas a cargo de pr¨¢cticas inaceptables: primero fue rodear la C¨¢mara y los empellones a los diputados; ahora, con los representantes de esas fuerzas dentro del hemiciclo, se trata de convertirlo en una suerte de demag¨®gico tribunal popular.

Hay otros que tambi¨¦n tienen responsabilidad en el suceso: quienes no han impedido sus excesos o no los han criticado con nitidez. Es el caso de la presidenta de la comisi¨®n, Dolors Montserrat (PP), y de los que emplean una condescendencia benevolente y comprensiva hacia CUP, tambi¨¦n cuando esta comete abusos institucionales. El activismo de los de Fern¨¢ndez nutre de j¨®venes los actos independentistas y canaliza algunos de los sentimientos de protesta que expres¨® el 15-M, que tanta preocupaci¨®n despert¨® en el nacionalismo convergente. No es el Parlamento catal¨¢n el ¨²nico lugar donde se suceden hechos preocupantes, en los que se comprueba el deterioro de las instituciones y la falta de consideraci¨®n por parte de quienes m¨¢s atentos debieran estar en su defensa. Tambi¨¦n en el Congreso de los Diputados se han o¨ªdo expresiones de la zafiedad populista y de esa nefasta radicalidad polarizadora, tanto en boca de los unos como de los otros, incluida tambi¨¦n la derecha m¨¢s biempensante.