Bruselas presiona
El Gobierno debe aclarar si aplicar¨¢ nuevos ajustes o prefiere no castigar m¨¢s el crecimiento
A pesar de que la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno desde que tom¨® posesi¨®n a finales de 2011 ten¨ªa como objetivo principal recuperar la estabilidad financiera del Estado, para lo cual resulta necesario reducir el d¨¦ficit p¨²blico y la deuda p¨²blica, y aunque eso ha causado recortes importantes en el Estado de bienestar, los logros en materia de d¨¦ficit y deuda han sido insuficientes. En 2012, el Gobierno no consigui¨® cumplir con el objetivo de d¨¦ficit y no est¨¢ claro que este a?o lo pueda lograr. Mientras, la deuda sigue creciendo, hasta el punto de que en septiembre ha tocado un nuevo m¨¢ximo (954.863 millones, el 94,2% del PIB).
En las ¨²ltimas semanas, el fin de la recesi¨®n, la probabilidad de que en 2014 Espa?a recupere un crecimiento modesto y la tranquilidad de los mercados han relegado a un segundo t¨¦rmino las dificultades para cumplir con los objetivos de estabilidad pactados con Europa. Pero la Comisi¨®n Europea ha vuelto a fijar la atenci¨®n en el d¨¦ficit y la deuda. En su an¨¢lisis de los presupuestos de la zona euro, la Comisi¨®n llama la atenci¨®n sobre las cuentas p¨²blicas espa?olas: considera que existe riesgo de que se incumpla el objetivo de d¨¦ficit en 2014 y pide nuevos ajustes presupuestarios hasta 2016. Recomienda que se avance por la v¨ªa de las reformas estructurales (pensiones, nuevos cambios en las normas laborales); pero mientras la apelaci¨®n a las reformas es gen¨¦rica, su percepci¨®n de los riesgos presupuestarios es muy concreta. Seg¨²n sus c¨¢lculos, Espa?a tiene que hacer un esfuerzo de ajuste adicional de 35.000 millones.
El examen de Bruselas coloca al Gobierno en un dilema que no es nuevo, pero s¨ª perentorio. Si pretende cumplir con los objetivos de d¨¦ficit, tendr¨¢ que ajustar esos 35.000 millones en forma de nuevos recortes de gastos y m¨¢s impuestos. La declaraci¨®n del ministro de Econom¨ªa de que el requerimiento de Bruselas no compromete las rebajas fiscales previstas para 2015 debe ponerse en cuarentena, al menos de momento; salvo que se opte por incumplir el d¨¦ficit o se cargue todo el peso del ajuste en el cap¨ªtulo de gastos, opciones que no parecen sencillas.
Editoriales anteriores
Un ajuste de otros 35.000 millones puede frenar el incipiente y modesto crecimiento que asoma tras el fin de la recesi¨®n. Si se aplican los ajustes pedidos para 2014 (unos 2.500 millones) la previsi¨®n de crecimiento del Gobierno (0,7%) es improbable. Negar la mayor, es decir, afirmar que no son necesarios m¨¢s recortes para cumplir con el d¨¦ficit el a?o pr¨®ximo y siguientes, equivale a negar la realidad; o, lo que es peor, decir una cosa en Bruselas y otra en Madrid. Una pol¨ªtica econ¨®mica firme tiene que decidirse: o bien acepta las consecuencias de los compromisos de ajuste, o bien declara que el objetivo de d¨¦ficit es un factor secundario para la estabilidad financiera. Al fin y al cabo, el crecimiento econ¨®mico genera estabilidad. Pero, en todo caso, estamos ante un dilema que el Gobierno debe aclarar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.