Un hippie llamado Ernesto de Hannover
La prensa alemana critica la nueva vida del exmarido de Carolina de M¨®naco El pr¨ªncipe pasa largas temporadas en Ibiza, acompa?ado de j¨®venes mujeres
Dicen en la revista Bunte que ¡°de pocos matrimonios se habla tanto¡± como del de Ernesto Augusto y Carolina de Hannover, nacida Grimaldi. El cabeza de la casa G¨¹elfa y la hermana del pr¨ªncipe de M¨®naco viven separados pero sin divorciarse desde 2009. ?l vive a su aire entre Alemania y la isla balear de Ibiza. La fortuna familiar le permite una existencia desahogada y alegre, en compa?¨ªa de se?oritas conocidas para los lectores de la prensa rosa a trav¨¦s de fotos furtivas. Como las que le sacaron recientemente en un puerto deportivo ibicenco, del brazo de una amiga. Suponen los reporteros de Bunte, donde salieron publicadas, que cada una de estas fotos ¡°da?a la imagen de Carolina y hiere su dignidad¡± de princesa monegasca. Es la primera en la l¨ªnea sucesoria del min¨²sculo principado famoso por su casino.
Los veranos insulares del pr¨ªncipe de Hannover son dignos de la famosa isla mediterr¨¢nea. Se levanta a las once porque, seg¨²n dice Bunte, sus vecinos veraniegos ¡°son noct¨¢mbulos¡±. Asiste a fiestas con otros isle?os ricos, en algunas de las cuales coincide con el exmarido de Carolina Philippe Junot, de 73 a?os. Ernesto tiene 59 y Carolina, 56.
Hasta hace poco se le vio con Simona, una pelirroja de 25. Pero ella ya ha salido de la vida de Ernesto, que ahora se pasea con otra mujer, a quien el buque insignia de la prensa rosa alemana define como ¡°una nueva perla en el collar de acompa?antes femeninas¡± del pr¨ªncipe. La nueva es morena y tiene el pelo rizado. Se pregunta la revista c¨®mo es posible que al multimillonario ¡°le importe tan poco la imagen p¨²blica que ofrece¡±. Refieren c¨®mo se maneja con amigos y amigas en Ibiza, donde alterna en restaurantes donde gente famosa y rica como ¨¦l o Zinedine Zidane comen marisco.
Cabr¨ªa preguntarse, por otro lado, si algo de lo que haga o deje de hacer Ernesto perjudica de veras una reputaci¨®n labrada a golpes contra fot¨®grafos de prensa y esc¨¢ndalos m¨¢s o menos sonados. Ahora se pasea por Ibiza, como un hippie envejecido, con mujeres mucho m¨¢s j¨®venes que ¨¦l. En Bunte analizan este comportamiento y llegan a la conclusi¨®n de que ¡°si se observan las actuaciones irreflexivas del pr¨ªncipe se reconoce en seguida que su caso es el de un chico malo con piel de cordero¡±.
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