Peligroso retroceso
La violencia machista aumenta entre los j¨®venes, mientras las nuevas tecnolog¨ªas se convierten en una herramienta de control
Se cre¨ªa que el machismo era cosa de un pasado patriarcal y los estereotipos de g¨¦nero, una r¨¦mora en fase de superaci¨®n. Pero un estudio realizado por investigadores de la Universidad Complutense ha puesto de relieve que est¨¢n muy vivos entre los adolescentes y, lo que es peor, creciendo.
El 10,5% de las chicas de 14 a 19 a?os reconocen que han sido maltratadas por sus novios, frente al 9,6% registrado por el mismo estudio en 2010. Pero la encuesta revela tambi¨¦n que muchas chicas no identifican como maltrato conductas que evidentemente lo son. As¨ª, un 6,2% de las chicas dicen haberse visto obligadas a pr¨¢cticas sexuales que no deseaban, un 14,6% han sido amenazadas por sus parejas hasta sentir miedo y un 23,2% han sido insultadas y ridiculizadas.
Los estereotipos siguen tambi¨¦n ah¨ª, con una prevalencia que sorprende y que deber¨ªa llevarnos a preguntarnos qu¨¦ se est¨¢ haciendo mal en la educaci¨®n de los valores en Espa?a. Por ejemplo, un preocupante 36,3% de los adolescentes piensa que los celos son una expresi¨®n de amor, y el 11,7% de los chicos creen que est¨¢ bien que los hombres salgan con muchas chicas, pero no al rev¨¦s. En casi todos los apartados se observa un aumento respecto a 2010. Luego retrocedemos.
Y en ese retroceso, los nuevos machistas han encontrado en las nuevas tecnolog¨ªas, que tanto nos facilitan la vida y la comunicaci¨®n, una herramienta para ejercer su dominio. Una de cada cuatro chicas afirma que su novio la controla a trav¨¦s del m¨®vil. Hay muchas formas de hacerlo, desde la sutil ¡°env¨ªame un WhatsApp cuando llegues¡±, a la muy intrusiva ¡°hazme una videollamada¡± o ¡°pon el localizador¡±, signo inequ¨ªvoco de una obsesi¨®n por controlarla que puede pagar cara.
El estudio revela hasta qu¨¦ punto las chicas siguen siendo v¨ªctimas de una idea rom¨¢ntica del amor que las lleva a confiar en su pareja hasta el punto de darle sus claves de acceso a las redes o enviarle fotos que, cuando la relaci¨®n se tuerce, son utilizadas para martirizarlas.
Est¨¢ claro que la prevenci¨®n de la violencia de g¨¦nero debe empezar por la educaci¨®n, pero no parece que la LOMCE la tenga como prioridad. Una asignatura que podr¨ªa ser id¨®nea para tratar esta cuesti¨®n, como Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, ha desaparecido.
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