Atrapada por su pasado
Con 13 a?os la vida de Christiane F. ya era un ¡®best seller¡¯ Droga y prostituci¨®n fueron las constantes de su descarriada adolescencia que hoy se estudia en las escuelas 50 a?os despu¨¦s regresa para contar que ha vivido presa de su personaje
?Qu¨¦ fue de Christiane F., la adolescente que revel¨® al mundo el infierno de la hero¨ªna en el Berl¨ªn Occidental de finales de los setenta? Su historia de peque?a, obligada a prostituirse con apenas 13 a?os para pagarse sus dosis, relatada con la ayuda de los periodistas Kai Hermann y Horst Kier en Yo, Christiane F. Hijos de la droga (1979), conmocion¨® a toda una generaci¨®n. El libro fue un ¨¦xito que vendi¨® m¨¢s de cinco millones de ejemplares y es ahora referencia en las escuelas alemanas. Tres a?os despu¨¦s, la pel¨ªcula basada en su truculenta vida, dirigida por Uli Edel, con banda sonora original firmada por su gran ¨ªdolo, David Bowie, acab¨® de consagrar al personaje. Un relato que se deten¨ªa en 1978 en casa de la abuela de Christiane en el campo, donde su madre la hab¨ªa mandado para alejarla de una vez para siempre de la droga.
Aquella peque?a que frecuentaba los ambientes de la discoteca de moda Sounds de Berl¨ªn, convertida pr¨¢cticamente en un icono generacional, es ahora una madre de 51 a?os enferma de hepatitis C y de cirrosis, y que lucha contra la adicci¨®n a base de metadona. La continuaci¨®n de su historia finalizadas las p¨¢ginas de ese libro no ha sido un camino de rosas: reca¨ªdas, mala vida, dos abortos ¡ªuno voluntario, otro espont¨¢neo¡ª y la p¨¦rdida a manos de los servicios sociales del ¡°mayor regalo¡± de su vida, su hijo Phillip. Todo relatado en directo por la prensa alemana, donde nunca dej¨® de ser la estrella yonqui.
Esa segunda parte de su vida la recoge ahora en su nuevo libro biogr¨¢fico, reci¨¦n publicado en Francia bajo el t¨ªtulo Moi, Christiane F., la vie malgr¨¦ tout (Yo, Cristiane F., la vida pese a todo; Flammarion). ¡°La idea era reconquistar la interpretaci¨®n de lo ocurrido despu¨¦s del primer libro, para ella se trata de reconquistar la interpretaci¨®n de su propia vida¡±, explica en un desayuno de prensa en un caf¨¦ parisiense Daniel Gerlach, su editor alem¨¢n, quien viaj¨® a Par¨ªs para presentar el lanzamiento de la versi¨®n francesa.
Que los servicios sociales le quitaran a su hijo fue su golpe m¨¢s duro. ¡°Mi vida se detuvo ese d¨ªa¡±, relata
A su lado, Christiane, vestida de negro, con una camiseta de encaje y unos pantalones ajustados, una mujer que se intuye coqueta, pero con un aire casi ausente. La necesidad de pasar por la traducci¨®n no ayuda a establecer contacto, y tampoco estar flanqueada por los editores alemanes, la traductora y la periodista que ha hecho posible que esta segunda entrega tome forma, Sonja Vukovic, coautora del libro. Cuando se le pregunta c¨®mo se siente ahora, Christiane contesta con un gesto de la mano para dar a entender que regular. Cuando habla, lo hace flojito, con voz un poco ronca, y abriendo m¨¢s sus ojos de tonos azules y grises.
Cuando se cumplen 35 a?os del lanzamiento de su primera autobiograf¨ªa, dice ahora arrepentirse de haberla publicado. Ha vivido desde entonces atrapada por el personaje de Christiane F. ¡ªle siguen preguntando por su novio de entonces¡ª y ha sufrido el incesante acoso de la prensa. ¡°Al principio era genial¡±, recuerda. Viaj¨® a Estados Unidos para hacer la promoci¨®n de la pel¨ªcula, conoci¨® a Bowie, inici¨® una formaci¨®n de bibliotecaria, prob¨® suerte como cantante y hasta rod¨® alguna pel¨ªcula. ¡°Pero luego se degrad¨®¡ y vives con la recriminaci¨®n de que se te ha dado una oportunidad y no la has sabido aprovechar¡±, cuenta.
Tras el ¨¦xito de su primer libro y cumplida ya la mayor¨ªa de edad, Christiane llevaba unos cinco a?os sin tocar la hero¨ªna ¡ªaunque su nueva autobiograf¨ªa no es muy exacta en cuanto a fechas, quiz¨¢ por estar hechas con recuerdos borrosos¡ª. Pero volvi¨® a caer: se hab¨ªa mudado a Hamburgo, ten¨ªa dinero gracias al libro y compart¨ªa piso con cuatro m¨²sicos encima de un sex shop. Sin dejar nunca de fumar marihuana, empez¨® a tomar coca¨ªna, la nueva droga de moda. Pero no era lo suyo. Entonces, un d¨ªa se encontr¨® con su vieja conocida en casa de unos amigos. Tard¨® unas semanas en animarse a probar de nuevo la hero¨ªna. ¡°Me mor¨ªa de ganas y trataba de tranquilizarme: una vez despu¨¦s de tantos a?os, ?qu¨¦ podr¨ªa pasar?¡±.
Sigui¨® un nuevo engranaje de reca¨ªdas, viajes ¡ªincluida una permanencia larga en Grecia¡ª, relaciones dolorosas e incluso una estancia de 10 meses en la c¨¢rcel tras ser detenida en casa de un camello. ¡°Te pasas el tiempo minti¨¦ndote a ti mismo. Es la ¨²ltima vez. Solo una vez¡±, resume en el libro. ¡°Sabes perfectamente que hay algo que no funciona contigo y con tu vida. Pero la idea de cambiarlo te da demasiado miedo y entonces te embruteces una vez m¨¢s para olvidar toda esa mierda. Algunos aprenden a vivir con ello, otros mueren. No hay m¨¢s que una peque?a diferencia de grado entre los dos¡±.
En su caso, el cambio de mentalidad vino con el nacimiento de su hijo Phillip en 1996. El padre, tambi¨¦n drogadicto, se fue, as¨ª que ella lo crio con la ayuda de un consejero social. Con el peque?o bajo su responsabilidad, logr¨® controlar su adicci¨®n y llevar una vida lo m¨¢s normal posible. Hasta que decidi¨® mudarse a ?msterdam, en 2008, y los servicios sociales optaron por retirarle la custodia del ni?o por miedo a que hubiese vuelto a hundirse en las miserias de la droga. Esa herida es quiz¨¢ la m¨¢s desgarradora de todas: ¡°Soy demasiado cobarde para suicidarme, pero mi vida se detuvo ese d¨ªa¡±, escribe.
El peque?o ya no es tan peque?o; hoy es un adolescente de 17 a?os, le encanta la inform¨¢tica y vive con una familia de acogida con la que Christiane se ha puesto de acuerdo para poder mantener el contacto. Su mayor preocupaci¨®n ahora es saber hasta cu¨¢ndo podr¨¢ seguir disfrutando de ¨¦l, dada su delicada salud. ¡°No s¨¦ cu¨¢nto tiempo me queda por vivir (¡). A menudo tengo prisa de que llegue ese momento y a veces, por supuesto, me da miedo¡±, confiesa. ¡°Pero realmente, ?qui¨¦n hubiera pensado que cumplir¨ªa un d¨ªa 51 a?os?¡±.
Una estrella yonqui
- Christiane Felscherinow naci¨® el 20 de mayo de 1962 en Hamburgo.
- Con 12 a?os ya fumaba marihuana, y no tard¨® en empezar a experimentar con drogas m¨¢s fuertes. Poco despu¨¦s era adicta a la hero¨ªna, y ejerc¨ªa la prostituci¨®n con solo 13 a?os para pagar sus dosis.
- En 1979, su libro autobiogr¨¢fico ¡®Yo, Christiane F. Hijos de la droga¡¯, que ser¨ªa llevado al cine con banda sonora de David Bowie, la convert¨ªa en un icono del Berl¨ªn de los setenta. Con cinco millones de ejemplares vendidos, el libro sigue siendo una referencia en las escuelas alemanas.
- Hoy padece hepatitis C y cirrosis, combate su adicci¨®n con metadona y los servicios sociales la separaron de su hijo. Una vida adulta que cuenta en su nueva biograf¨ªa.
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