Leyenda urbana

No hay ruptura de relaciones entre Mariano Rajoy y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El presidente y el ex presidente se quieren como siempre, en esa relaci¨®n complementaria, cl¨¢sica en la derecha futbol¨ªstica, entre el laxismo y la furia. Me ha gustado la expresi¨®n utilizada por Rajoy para desmentir la discordia: se trata de ¡°una leyenda urbana¡±. Es una buena explicaci¨®n. La desavenencia es imposible desde el momento en que Mariano nunca se mostrar¨¢ ind¨®cil al imperio de la voz de Aznar.

El patr¨®n de FAES ejerce de patr¨®n de Espa?a, y por tanto del Gobierno, dada la trayectoria un tanto desganada de Santiago Ap¨®stol en los ¨²ltimos a?os. Aznar mantiene su poder presencial. Cada una de sus declaraciones equivale a un acto performativo. El poder de Mariano es como la oscuridad en el interior de una aguja. Se manifiesta en el silencio, se activa en la inacci¨®n. Mariano se comer¨ªa las enc¨ªas antes de decirle a Ch¨¢vez: ¡°Mira, Hugo, si hubiera querido dar el golpe no estar¨ªas aqu¨ª". Aznar lo hizo, no sabemos si en tono de neo-conquistador o de jefe de una mara. Mariano desaparecer¨ªa de paquete en moto con Marc M¨¢rquez antes de advertir al presidente catal¨¢n Arturo M¨¢s de que lo enviar¨ªa a mazmorra, cinco a?os como m¨ªnimo, si convocase la consulta. Aznar lo dice y eso es hacer Espa?a con dos orejas y rabo. Gracias a esta faena hist¨®rica, es probable que se haya duplicado esta semana el n¨²mero de independentistas. Me cuentan en Barcelona que Esquerra Republicana baraja contratarlo para hacer inevitable el refer¨¦ndum. Es una leyenda urbana.

Gran parte de lo sucede en Espa?a, no sucede. Vivimos inmersos en leyendas urbanas. Nos movemos entre lo irreal y lo surreal. La realidad es una jungla virtual. Tiene raz¨®n el ministro Wert. ¡°?Esto es la jungla y yo sin machete!¡±. Hay que darle cuanto antes una beca Erasmus y que la gaste en lo que quiera.