Diario de guerra de una ni?a de nueve a?os
Esta entrada ha sido escrita por Mar¨ªa Jes¨²s Vega, portavoz de ACNUR en Espa?a.
Esma, mostrando su diario en la exposici¨®n. Foto: Mar¨ªa Jes¨²s Vega.
¡°Sarajevo, 6 de abril 1992. Querido diario: llevamos varios d¨ªas en guerra. Est¨¢n destruyendo nuestra ciudad. Estoy muy triste porque llevo tiempo sin poder ir al cole. Juego en el s¨®tano y estoy muy aburrida, no puedo salir a la calle; s¨®lo escucho tiros por distintos lugares de Sarajevo. Espero que se pueda solucionar. ¡°?no disparen a la gente ni a los ni?os! ?PAZ!¡±.
As¨ª comienza la primera de una serie de duras cr¨®nicas de guerra que Esma, una ni?a bosnia de nueve a?os, relat¨® en su diario hace 22 a?os, describiendo sin saberlo el sitio de Sarajevo, uno de los eventos m¨¢s dram¨¢ticos de la violenta desintegraci¨®n de la antigua Yugoslavia. Un cuaderno con pegatinas, recortes de revistas, amores plat¨®nicos y dibujos de corazones que reflejaba los sentimientos y sue?os de una ni?a que llevaba, hasta ese momento, una vida normal.
Huyendo del conflicto en los Balcanes, Esma, su madre y su hermana llegaron a Espa?a en diciembre de 1992, bajo un programa de acogida aprobado por el Gobierno. Ellas sobrevivieron a la cruenta guerra que se produjo entre 1992 y 1995 en pleno coraz¨®n de Europa. Su padre, junto a muchos familiares y amigos, no tuvieron esa suerte. El conflicto en la exYugoslavia dej¨® 200.000 muertos y cerca de 2,7 millones de refugiados y desplazados internos.
Periodista de carrera y con un amplio bagaje, dos d¨¦cadas despu¨¦s, Esma ha querido aportar su testimonio, participando en la exposici¨®n fotogr¨¢fica de Francisco Magall¨®n, ¡°Mujer: Todos somos Una¡±, organizada por ACNUR y el Museo Nacional de Antropolog¨ªa en Madrid. Se trata de un proyecto que vincula la persecuci¨®n por motivos de g¨¦nero con la protecci¨®n internacional, presentando los rostros de 38 mujeres y adolescentes que viven en diversos lugares y contextos en los que el hecho de ser mujer eleva el riesgo de sufrir discriminaci¨®n, violencia, abusos e, incluso, la muerte.
¡°Los conflictos violan todos los derechos de los ni?os. En Bosnia i Herzegovina, la violaci¨®n a mujeres y ni?as se convirti¨® en un arma de guerra y un modo de contribuir a la limpieza ¨¦tnica¡±, comentaba Esma en una reciente visita a esta exposici¨®n en Madrid. ¡°Mi padre ten¨ªa mucho miedo de que nos pasara algo a nosotras y consigui¨® sacarnos de Sarajevo en el ¨²ltimo avi¨®n que sali¨® con civiles hacia Belgrado, semanas despu¨¦s del estallido del conflicto¡±, a?adi¨®.
A sus 31 a?os, Esma revive ahora la dolorosa experiencia de guerra y exilio de cuando era peque?a, pensando en las v¨ªctimas inocentes del conflicto en Siria que est¨¢n pasando por situaciones similares, mientras la crisis entra de lleno en su tercer a?o. ¡°A pesar de haber pasado tantos a?os, yo soy una ni?a de la guerra. No me puedo deshacer de mi pasado. Perd¨ª a muchos miembros de mi familia, mis parientes se refugiaron en distintos pa¨ªses, mi estructura familiar est¨¢ rota¡±, dice Esma con firmeza y mirada limpia, pero sin l¨¢grimas en los ojos, porque ella s¨®lo llora por dentro. Todav¨ªa hoy resuenan en su cabeza las palabras que se le quedaron grabadas a sangre y fuego cuando a¨²n con nueve a?os le informaron de la violenta muerte de su padre: ¡°ahora no puedes llorar, no es momento; a partir de ahora tienes que ser fuerte en la vida¡±.
Esma vivi¨® primero una cat¨¢strofe y luego le toc¨® sobrevivir a ella porque, a pesar de considerarse muy afortunada por haber podido salir del pa¨ªs y haber contado con la solidaridad que los espa?oles le brindaron a su llegada en 1992, no fue nada f¨¢cil abrirse camino en Espa?a para su madre, una mujer viuda, sola con dos hijas peque?as.
Esta periodista ha formado en Espa?a ya su propia familia. Es una mujer fuerte, como tambi¨¦n lo fue su madre y muchas de las protagonistas de la muestra fotogr¨¢fica del Museo Antropol¨®gico, que permanecer¨¢ abierta en Madrid hasta el 2 de febrero de 2014.
¡°30 de abril 1992: Querido diario, el ej¨¦rcito serbio est¨¢ lanzando misiles y granadas en Bijelna ¡ 2 de mayo: la ciudad est¨¢ sitiada ... han comenzado a bombardearnos, primero el barrio de Aliposino Polje ¡ 4 de mayo: hace 29 d¨ªas que no voy al colegio, han tirado una bomba y ardi¨® por completo, delante hay barricadas. No entiendo nada. Hoy hemos intentado salir del pa¨ªs, pero ha sido imposible. Mi mejor amiga lo ha conseguido, el ¨²nico recuerdo que tengo de ella es el dibujo de este triste koala. Sigo durmiendo en los s¨®tanos. Me gustar¨ªa volver a jugar como antes. Me gustar¨ªa comer frutas y verduras. Aqu¨ª dibujo el t¨²nel de la vida de Sarajevo. Estoy muy triste. Lo ¨²nico que puedo hacer es escribirte aunque tengo muy poco ya que contarte querido diario, pero, por supuesto, yo nunca te olvidar¨¦¡±.
Esma escribi¨® por ¨²ltima vez en su diario cuando se enter¨® de la muerte de su padre. Esta cr¨®nica de guerra es lo ¨²nico que ella pudo traer consigo cuando escap¨® de su pa¨ªs. Alg¨²n d¨ªa se lo ense?ar¨¢ a su hija. Ente tanto, lo guarda como el m¨¢s preciado recuerdo de su ni?ez, de una infancia agridulce, truncada por el horror de la guerra, como la de m¨¢s de 22 millones de de menores que, al d¨ªa de hoy, se encuentran refugiados y desplazados por conflictos en todo el mundo.
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