Ni prostitutas v¨ªctimas, ni putas criminales: mujeres
Esta entrada ha sido escrita desde Mumbai (India) por nuestro colaborador ?ngel L. Mart¨ªnez (@AngelLMartnez). Con ella recordamos hoy el D¨ªa Internacional para la Eliminaci¨®n de la Violencia contra la Mujer.
Trabajadora de Kamathipura atiende una sesi¨®n sobre enfermedades de transmisi¨®n sexual. @ ?ngel L. Mart¨ªnez.
Son esposas vejadas por sus admi (antiguos clientes que hacen las veces de maridos). Son trabajadoras humilladas por los dalals (proxenetas). Son compa?eras apaleadas por gharwalis (madames). Son chicas violadas por clientes. Son vecinas extorsionadas por la polic¨ªa. Y son ciudadanas criminalizadas por la ley India y marginalizadas por la sociedad. En el inmenso burdel de Kamathipura la violencia es de g¨¦nero.
Viven en condiciones inhumanas. M¨¢s del 80% analfabetas, inmigrantes ilegales e indefensas; no tienen otro horizonte que plegarse al tr¨¢fico humano y al comercio sexual. Alrededor de 7.000 mujeres son presas de la esclavitud moderna en el moderno Mumbai. En el barrio rojo de Kamathipura la violencia tambi¨¦n es de n¨²meros.
La pobreza y las necesidades est¨¢n en la ra¨ªz de sus problemas. Fatima Shaikh tuvo que mendigar tras la muerte de su madre porque no ten¨ªa dinero: ¡°Algunos clientes me roban cuando est¨¢n borrachos. No tengo apenas dinero a pesar de haber estado 10 a?os en el burdel. Lo ¨²nico que quiero es que mi hija no pase por esto.¡± Muchas de las organizaciones que trabajan en el mayor burdel de Mumbai ofrecen talleres de iniciaci¨®n a diferentes oficios y las mujeres de Kamathipura tengan la posibilidad de tener un futuro diferente.
¡°Quer¨ªa abortar, pero me qued¨¦ embarazada cuando aun daba el pecho a mi segundo beb¨¦. Algunos clientes pagan bien pero no nos dejan usar condones,¡± dice Babipa Shaikh, de 30 a?os, que sigue trabajando en su avanzada fase de gestaci¨®n. Otras no tienen capacidad para mantener a m¨¢s hijos. Adjyostna explica su drama personal: ¡°Necesito el dinero y no puedo hacerme cargo del beb¨¦. Alguien me lo comprar¨¢ por 10.000 rupias (118€).¡± La organizaci¨®n de base, Asha Darphan, centra gran parte de sus esfuerzos en concienciar acerca del uso del preservativo como m¨¦todo anticonceptivo y de lucha contra las enfermedades de transmisi¨®n sexual. Pero lo hacen centr¨¢ndose en el estilo de vida de sus beneficiarias, a sabiendas de sus necesidades. Porque se trata de una organizaci¨®n creada por las propias v¨ªctimas y con m¨¢s de 1.700 prostitutas como miembros.
Esta organizaci¨®n de base tambi¨¦n se dedica a concienciar a las trabajadoras de Kamathipura acerca de la violencia sist¨¦mica e institucional que les afecta. La secci¨®n 8 de la ¡®Immoral Traffick Prevention Act¡¯ criminaliza a la mujer por el hecho de ofrecer sus servicios. Los trabajadores locales coinciden en afirmar que este apartado de la ley es utilizado por la polic¨ªa para arrestarlas o para obligarlas a pagar una multa inflada aprovechando su desconocimiento.
Priti Patkar, cofundadora de Prerana Anti-Trafficking Centre y profesora de la Derechos del Ni?o en la Universidad de Amrita, se?ala que todos los estamentos indios utilizan la ley para perjudicar al m¨¢s desfavorecido. Inmigrantes ilegales como Sopra Shaikh tuvo que pasar tres meses en la c¨¢rcel porque la polic¨ªa descubri¨® que no ten¨ªa documentaci¨®n, pese a que el Ministerio del Interior public¨® una directiva no vinculante en 2012 encomendando a los gobiernos estatales que no persiguieran mujeres v¨ªctimas del tr¨¢fico sexual por falta o falsificaci¨®n de documentos.
Con la intenci¨®n de facilitar el acceso a servicios, otra organizaci¨®n de base concibi¨® la idea de crear unas tarjetas que sirviesen como documentos de identidad entre sus miembros. Creada en 2005 por las propias trabajadoras de Kamathipura para ofrecer servicios de atenci¨®n primaria a sus compa?eras, Sanghamitra Sex Worker Collective ide¨® estos documentos para el gran proyecto que ten¨ªan en mente. Crearon un banco para que las trabajadoras pudiesen mantener sus ahorros. ¡°Los bancos normales requieren documentos de identificaci¨®n y aqu¨ª no tenemos. Pero con el Sangini Bank, los miembros pueden rechazar el no usar condones porque tienen ahorros y no necesitan correr ese riesgo,¡± comenta Angeli Desai, manager del proyecto Sangili Bank. La idea es insultantemente milagrosa de puro simple. Ahora cuentan con 4.600 cuentas abiertas y la aceptaci¨®n del Reserve Bank of India.
¡°Me dieron 15.000 rupias como pr¨¦stamo y abr¨ª una tienda de m¨®viles. Ahora tengo un videoclub y no necesito trabajar como prostituta,¡± dice orgullosa una de las mujeres que vienen a ingresar sus ganancias. Otra trabajadora de Kamathipura, cansada de ejercer de prostituta, emprendi¨® su propio negocio y ahora es una tienda de ¨¦xito y ha dejado el burdel. ¡°Antes las mujeres de Kamathipura ten¨ªan mucho miedo. Miedo de los hombres que las maltrataban. Miedo de las leyes y de las autoridades. Nuestra organizaci¨®n de base ayuda a que puedan luchar ellas mismas por sus derechos¡±, sentencia Sarita Tadkie, manager de la organizaci¨®n. Ni prostitutas v¨ªctimas. Ni putas criminales. Mujeres.
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