Cuchillas que no cortan

Llevo unos d¨ªas escuchando declaraciones sobre la legitimidad de las cuchillas instaladas en la valla fronteriza de Melilla y no salgo de mi asombro. Escuchar al ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, decir que ¡°son un elemento de disuasi¨®n pasivo, que no son agresivas y que se est¨¢n utilizando en todo el mundo¡± me resulta, cuando menos, chocante. Tampoco se salva la definici¨®n de ¡°elemento disuasorio¡± de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa.

Podr¨ªa darles la raz¨®n y considerar que no hacen da?o a nadie hasta que te acercas a ellas y activan su efecto disuasorio, pero a las im¨¢genes me remito, decenas de personas ensangrentadas. La desesperaci¨®n no se frena con unas cuchillas. Por eso yo apostar¨ªa por algo m¨¢s pasivo y discreto, al menos a simple vista, las minas antipersonas. Colocar algunas junto a la valla tambi¨¦n podr¨ªa considerarse un elemento pasivo, claro est¨¢, hasta que alguien con muy mala intenci¨®n las active. Creo que cumplen las premisas del se?or Fern¨¢ndez D¨ªaz, no hacen da?o hasta que las tocas.

El Estado espa?ol tiene derecho a controlar la inmigraci¨®n, pero tiene que respetar y proteger los derechos humanos. Controlemos el flujo de inmigraci¨®n ilegal desde la legalidad y el civismo.¡ª David Mart¨ªnez Mart¨ªnez.