Coalici¨®n alemana

Los plazos se cumplieron, y los democristianos de Angela Merkel (CDU/CSU) y los socialdem¨®cratas (SPD) alcanzaron en la madrugada de ayer un acuerdo para formar Gobierno. Si ahora las bases del SPD ratifican el pacto (algo probable, pero no cantado), Alemania tendr¨¢ su tercer Gobierno de coalici¨®n derecha-izquierda desde la II Guerra Mundial, y Merkel asumir¨¢ su tercer mandato como canciller.

Cinco semanas de intensas negociaciones han dado lugar a un contrato de 185 p¨¢ginas. Los socialdem¨®cratas han logrado un salario m¨ªnimo nacional, la doble nacionalidad para los hijos de inmigrantes nacidos en Alemania, mayor inversi¨®n en educaci¨®n e infraestructuras y la reducci¨®n voluntaria de la edad de jubilaci¨®n de 67 a?os a 63 si se han cotizado 45 a?os.

Los democristianos han impuesto el aumento de algunas pensiones m¨ªnimas y de maternidad y, como es natural, Merkel conserva la batuta: cierto relajamiento en el gasto, s¨ª, pero no habr¨¢ subida de impuestos y se mantiene el equilibrio presupuestario hasta 2015, a?o a partir del cual no habr¨¢ m¨¢s endeudamiento federal. Y si los socios europeos esperaban alguna flexibilizaci¨®n en la pol¨ªtica hacia la UE, se habr¨¢n decepcionado: el pacto recoge la necesidad de austeridad, de recortar los d¨¦ficits nacionales y el rechazo a la mutualizaci¨®n de la deuda en la eurozona. A cambio, pueden albergar la esperanza de que el aumento del gasto interno compense el enorme super¨¢vit comercial alem¨¢n.

El acuerdo no precisa c¨®mo se va a financiar el incremento del gasto p¨²blico, cifrado en 20.000 millones de euros, sin tocar los impuestos ni rebasar los l¨ªmites legales de endeudamiento. Ni c¨®mo imponer peajes para veh¨ªculos extranjeros, incorporados al acuerdo por la b¨¢vara CSU, sin contravenir la legislaci¨®n europea. Ni c¨®mo impulsar las energ¨ªas renovables (se mantiene el apag¨®n nuclear para 2020) sin gravar a¨²n m¨¢s a los consumidores.

Esos vac¨ªos ahondan los recelos del sector m¨¢s conservador de la CDU y la patronal, que temen adem¨¢s que la marcha atr¨¢s en las medidas liberalizadoras en el mercado laboral provoque desempleo y frene el crecimiento. Por el lado socialdem¨®crata hay temor a que esta nueva coalici¨®n con Merkel les acabe desdibujando, como ya ocurri¨® en 2009. Con todo, la estabilidad que garantiza el pacto y la perspectiva de que los dos partidos trabajen con objetivos comunes, en estos tiempos convulsos, siempre es reconfortante para el ciudadano.