Educaci¨®n e intereses
El excelente art¨ªculo de Luis Landero (El Pa¨ªs Semanal, 17 de noviembre) me ha hecho recordar mi vida de estudiante, que comenz¨® en 1960 aproximadamente, cuando como ¨¦l aprend¨ª a leer y escribir. Hoy, esperando mi jubilaci¨®n como profesor de instituto, observo con tristeza, como dice Landero, que muchos pol¨ªticos y parte de la sociedad no valoran gran cosa el conocimiento riguroso, y que los sistemas educativos contienen demasiadas extravagancias ret¨®ricas.
Despu¨¦s de repasar el art¨ªculo creo que leer¨¦ La Celestina y algo de Charles Dickens cuando me jubile el pr¨®ximo a?o, y espero vivir la pasi¨®n y el deslumbramiento del lector primerizo. Siento, igual que Luis Landero, la necesidad de descubrir el silencio verbal, despu¨¦s de 36 a?os en esta bendita profesi¨®n que tanto cansancio emocional me ha producido muchas veces.
Quiz¨¢ el problema de la educaci¨®n es insoluble. Hay muchos enfoques y puntos de vista diferentes, y tambi¨¦n bastantes intereses en juego.
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