M¨¢s solvencia

La consolidaci¨®n de los balances bancarios dio ayer un paso complementario, pero importante, con la aprobaci¨®n del real decreto ley que permite considerar los activos fiscales diferidos ¡ªDTA, por sus siglas en ingl¨¦s¡ª como capital bancario de m¨¢xima calidad. El decreto, acompa?ado adem¨¢s por el anteproyecto de ley para trasponer la directiva europea sobre solvencia bancaria, significa ni m¨¢s ni menos que reforzar el capital de la banca espa?ola y de las empresas (entre las cuales cabe mencionar a Repsol, Telef¨®nica y Endesa) en unos 30.000 millones sin necesidad de acudir al mercado ni aportar cualquier tipo de fondo p¨²blico o privado.

El real decreto no es una decisi¨®n arbitraria o artificiosa. La consideraci¨®n como capital cualificado de los DTA es una pr¨¢ctica com¨²n en casi todos los pa¨ªses de Europa; el hecho de que Espa?a fuese hasta ayer casi una excepci¨®n ¨²nica implicaba una desventaja competitiva con el resto de Europa. El decreto ley previene adem¨¢s la solidez del sistema financiero espa?ol ante las pruebas que deber¨¢ pasar en 2014.

La decisi¨®n sobre los activos fiscales diferidos ¡ªimpuestos pagados por bancos y grupos societarios por p¨¦rdidas reales, aunque no reconocidas por Hacienda¡ª era una de las inc¨®gnitas mayores del sistema financiero, junto con las pr¨®ximas pruebas de solvencia y resistencia a la crisis que preparan el BCE y la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Con frecuencia se hab¨ªa esgrimido como una de las causas de que no llegue el cr¨¦dito a las familias y a las peque?as y medianas empresas. Si era un obst¨¢culo, ya ha desaparecido. Poco a poco se van cumpliendo las condiciones de estabilidad y, una vez que pasen las pruebas mencionadas, ya no ser¨¢ posible esgrimir excusas para mantener congelado el cr¨¦dito.

Ahora bien, no es razonable esperar que el real decreto, efectivo desde el 1 de enero de 2014, vaya a procurar por s¨ª mismo la recuperaci¨®n inmediata del cr¨¦dito. No solo porque restan todav¨ªa dos factores de incertidumbre (las pruebas mencionadas), sino porque desde el momento en que se decreta el final de una recesi¨®n o toca fondo la fase de contracci¨®n econ¨®mica hasta el momento en que cesa de crecer la morosidad, otro de los factores inhibidores del cr¨¦dito, transcurre al menos un a?o. El cambio legal de los activos fiscales de ayer es importante, pero solo uno de los varios que faltan antes de que la banca vuelva a considerar la concesi¨®n de cr¨¦dito como su fuente principal de beneficio.