A contracorriente

En el ecuador de la legislatura, los sondeos como el de Metroscopia que hoy publica EL PA?S indican que se consolida la tendencia hacia la p¨¦rdida de peso de los grandes partidos de poder ¡ªPP y PSOE¡ª y a una mayor presencia de las dos formaciones de implantaci¨®n nacional ¡ªIU y UPyD¡ª, llamadas a actuar de ¨¢rbitros junto a alguna coalici¨®n nacionalista. De celebrarse hoy las elecciones generales, la necesidad de la negociaci¨®n y el pacto se convertir¨ªa en la estrategia ineludible para legislar y gobernar en Espa?a. La fidelidad hacia las marcas pierde terreno ¡ªespecialmente entre los votantes del partido del Gobierno¡ª frente a los programas y la capacidad de llegar a acuerdos de Gobierno.

Debido a esta tendencia cabr¨ªa que esperar que el PP hubiera tomado ya nota del riesgo de abusar de la mayor¨ªa absoluta. Los espa?oles llevan tiempo reclamando un gran pacto casi desde que se inici¨® esta grave recesi¨®n econ¨®mica, pero sus deseos son casi siempre deso¨ªdos. La aprobaci¨®n el pasado jueves de la reforma educativa de Jos¨¦ Ignacio Wert, el ministro peor valorado, solo con los votos del PP, confirma la actitud del Ejecutivo de Rajoy a este respecto, a contracorriente de los deseos de la opini¨®n p¨²blica, incluso en asuntos esenciales para el futuro. Son cuestiones que deber¨ªan quedar a resguardo de alternancias de poder; ni ocurre ahora ni ha ocurrido antes. La legitimidad de los sufragios no siempre es el ¨²nico argumento para tomar decisiones unilaterales y ah¨ª puede estar el origen, junto a la crisis econ¨®mica, de la hemorragia de votos que sufre el PP.

A nivel territorial, esa p¨¦rdida de apoyos del partido conservador es particularmente grave all¨¢ donde se ha impuesto justamente la mayor¨ªa absoluta de los populares: en las comunidades de Valencia y Madrid. Es cierto que los resultados de la actual encuesta no son extrapolables a unas elecciones auton¨®micas, pero marcan una tendencia que ha sido corroborada por otros sondeos, incluidos los internos del propio PP. Ambos territorios son importantes semilleros de votos de la derecha especialmente tocados por los casos de corrupci¨®n. A este respecto, llama la atenci¨®n las dificultades de los populares para remontar en Andaluc¨ªa mientras que los socialistas, salpicados por el esc¨¢ndalo de los ERE, ser¨ªan la lista m¨¢s votada.

Por lo dem¨¢s, esta encuesta indica el castigo electoral que puede sufrir un partido de Gobierno nacionalista cuando coquetea con las posiciones m¨¢s radicales. CiU seguir¨ªa perdiendo votos frente a los republicanos en contraste con el PNV, que se ve favorecido por sus posiciones m¨¢s moderadas. La gran inc¨®gnita es ahora el futuro del PSC, una vez que se ha descolgado del nacionalismo exigiendo un pacto con el Gobierno central para convocar la consulta soberanista. La mayor¨ªa de los encuestados fueron preguntados antes de ese movimiento estrat¨¦gico de inciertas consecuencias electorales.