Leyenda de Escocia
El Libro Blanco de Salmond iguala independencia a felicidad, pero admite el veto a seguir en la UE
Los contrarios a la independencia escocesa aventajan a los partidarios de separarse de Reino Unido por dos a uno. Para convencer a los muchos indecisos y para cumplir sus promesas, el Gobierno escoc¨¦s de Alex Salmond ha publicado un exhaustivo Libro Blanco sobre los pormenores del proceso y sus consecuencias.
Con este motivo, tanto Londres como Edimburgo han vuelto a demostrar que persisten en sus compromisos de lealtad mutua en la discrepancia; en su ejemplar comprensi¨®n ¡ªque no asunci¨®n¡ª de las posiciones contrarias; y en su debate de argumentos huyendo de las descalificaciones. Eso se traduce en que los textos de ambas partes irradian una gran calidad democr¨¢tica y muestran una apreciable factura t¨¦cnica.
Pese a ello, el relato subyacente a este nuevo Libro Blanco, el que destacan sus autores, exhibe perfiles de leyenda: todo ser¨¢ bello con la separaci¨®n; los escoceses, m¨¢s ricos; su sociedad, m¨¢s justa y sensible a los desamparados; el mundo les acoger¨¢ con los brazos abiertos. No hay contraindicaciones. Ni habr¨¢ contratiempos.
Editoriales anteriores
A tal punto eso es as¨ª, que para no asustar se enaltece una independencia que no parece producto de un desgarro de segregaci¨®n: Escocia seguir¨¢ en la libra, en el Banco de Inglaterra, con la reina, en la UE, en la OTAN, con la BBC... Tendr¨¢ todo lo bueno de ser brit¨¢nico y al mismo tiempo todas las ventajas de no serlo. Para salvar el abismo l¨®gico, aunque el documento reconoce que se tratar¨ªa de una segregaci¨®n, muchos de sus razonamientos destilan difusamente de la hip¨®tesis de una disoluci¨®n de un Estado, por acuerdo de sus partes, como sucedi¨® en Checoslovaquia, lo que no es el caso.
De modo que todas las decisiones mencionadas, exentas de coste alguno, resultan ilusorias. Entre otras razones porque sobre todas ellas el texto presupone cu¨¢l ser¨¢ la actitud del resto de brit¨¢nicos. Y estos podr¨¢n asumirlas, o contrariarlas.
De gran inter¨¦s es la apuesta por permanecer en la UE, opuesta a la postura de Comisi¨®n y Parlamento, seg¨²n la cual una Escocia segregada se convertir¨ªa en un Estado tercero que deber¨ªa pedir el ingreso. Aunque el documento retuerce indebidamente el tratado usando el art¨ªculo 48 ¡ªreforma de los tratados¡ª y no el 49 ¡ªmecanismos de ingreso en la UE¡ª tambi¨¦n llega por esa err¨®nea v¨ªa a una conclusi¨®n obvia: cualquier Estado miembro podr¨¢ vetar su pertenencia al club comunitario.
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