?Tom¨¢s G¨®mez ¡®is inside¡¯!

Otra Navidad, otro a?o, otro siglo. Y yo aqu¨ª, enterrada en vida, atada a la pata de la tricotosa y con el aliento del jefe en la nuca. Me siento, no s¨¦, exhausta, amortizada, invisible. Como Demi Moore cuando la dej¨® Ashton Kutcher por una m¨¢s joven. Vieja que te haces de vientre. Me adelantan hasta los becarios, digo juniors. Llevo tantas promociones criadas a mis ubres, que, aparte de llegarme a la cintura ¡ªlas ubres, digo; a los becarios no les llego ni a las corvas¡ª, se me confunden las cohortes en la memoria, digo disco duro. Cada vez vienen m¨¢s altos, m¨¢s pol¨ªglotas y m¨¢s zarrapastrosos. De arrogantes, siempre se han cre¨ªdo la muerte en vida. Pero los de ahora son de otro planeta. F¨ªjate que cuando falleci¨® Manolo Escobar me puse a cantar Campanera en plan homenaje p¨®stumo, y llamaron al Samur por si me estaba dando un ictus. Como te lo cuento. Que qu¨¦ era ese soniquete que sal¨ªa por mi boca, me suelta una ecopija con tres carreras, dos m¨¢steres, espa?ol, catal¨¢n, ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n, italiano y el suficiente chino para pisarme una exclusiva con Hu Jintao si lo trincara o trincase, por ella que no quede.

¡°Pues un cl¨¢sico, mona. ?Nunca has bailado un pasodoble en una boda?¡±, le respond¨ª toda digna. Pues resulta que no. Que la ni?a, 29 a?itos, 1,80, una 38 de muestrario, nunca ha bailado Paquito el Chocolatero en un bodorrio. Es m¨¢s, nunca ha ido de ¨ªdem. Y lo peor: no le suena ni remotamente lo de ¡°no me gusta que a los toros te pongas la minifalda¡±. Mira, me dej¨® muda, a m¨ª, que no me callo ni en el odont¨®logo. Eso va a ser la brecha generacional y no el Twitter ese, que no es m¨¢s que un gallinero con 140 caracteres y muchos puntos suspensivos. Total, que, visto que en esto he llegado donde iba, estoy pensando en reciclarme en coplista callejera aprovechando mi repertorio. Pero ni eso. Me present¨¦ a las pruebas que ha decretado Ana Botella al efecto, y me tiraron en cuanto ejecut¨¦ los primeros acordes de ¡°?l vino en un barco, de nombre extranjero¡±, por ofender a Espa?a seg¨²n la Ley Fern¨¢ndez D¨ªaz al promover la inmigraci¨®n ilegal. Ellos, que llaman concertinas a las cuchillas de la valla de Melilla, como si fueran un cuarteto de cuerda de Chaikovski.

En fin, que llevo tiempo rumiando un plan B por si me prejubilan. Porque los de atr¨¢s no es que vengan pisando fuerte, es que van con apisonadora, como los que le pasan el Photoshop a Isabel Preysler en el ?Hola!, y no miro a nadie, Rubalcaba. Ten¨ªas que ver a Tom¨¢s G¨®mez d¨¢ndole a Alfredo el abrazo de Judas delante de toda la c¨²pula del PSOE en la en¨¦sima presentaci¨®n de las memorias, digo recuerdos selectivos, de Zapatero. M¨¢s chulo que Pichi el del chotis, m¨¢s rebelde que Jos¨¦ Fernando el de Ortega Cano y m¨¢s tieso que Clooney el de las c¨¢psulas, se me antoja el presunto bar¨®n madrile?o. Para algo fue alcalde de Parla y no se le caen los anillos por hacer camas. De momento, ha dimitido de senador por coherencia y de paso darle en los morros al jefe. Yo no digo nada, Alfredo, pero te advierto que ?G¨®mez is inside!, como los del caf¨¦ de marras. Para m¨ª que tienes el enemigo en casa.