Mi nombre es Putin, Vlad¨ªmir Putin
La pol¨ªtica a golpe de testosterona del presidente ruso ha encontrado un triste s¨ªmbolo en las Pussy Riot, cuya excarcelaci¨®n reclamaron esta semana intelectuales europeos Representan el reverso de la mujer preferida por el exagente secreto
Vlad¨ªmir Putin aborrece las sensibler¨ªas. ?l pertenece a la estirpe de hombres recios, viriles, capaces de sobrevivir en la tundra siberiana con un bocadillo de abedul y una infusi¨®n de derechos civiles. Nada arredra al gobernante ruso, a juzgar por los aduladores en n¨®mina, que lo exhibe galopando a pelo por las estepas del Volga, intr¨¦pido en una lancha r¨¢pida, imbatible y fiero en el tatami, musculoso y machote siempre. Las escenificaciones concebidas por los monaguillos de palacio ocultan su complicidad en la pujanza del rebuzno hom¨®fobo y en el encarcelamiento de dos componentes de la banda Pussy Riot cuya liberaci¨®n pidi¨® esta semana la intelectualidad europea. El trabajo de los tramoyistas es subrayar ¡ªfotos con fusil en ristre y pecho descubierto al m¨¢s puro estilo Madelman¡ª la pericia de Vlad¨ªmir Vlad¨ªmirovich en la pesca de lucios como orcas, en el buceo a grandes profundidades, y atribuirle una valent¨ªa patri¨®tica casi temeraria.
Excepto su miedo a la libertad, nada asusta a un mandatario que se enternece con la defensa de las grullas y el oso polar, su compromiso con la preservaci¨®n es sincero. Tambi¨¦n lo es su apego al esqu¨ª y la equitaci¨®n, y su aversi¨®n al feminismo y a los impulsos libertarios de las j¨®venes Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alejina, fundadoras del grupo punk que el 21 de febrero de 2012 arengaron en la catedral de Cristo Salvador contra el ordeno y mando del exagente del KGB devenido en presidente. El d¨ªa de autos, cubiertas con chillones pasamonta?as, se santiguaron frente al altar de la iglesia ortodoxa y, guitarreando, pidieron a la Virgen Mar¨ªa que se llevara a Putin. Fueron condenadas a dos a?os de prisi¨®n con cargos de vandalismo e incitaci¨®n al odio religioso, de los que han cumplido 18 meses. El desaforado castigo ha potenciado la nominaci¨®n del documental Pussy Riot: A Punk Prayer a los Oscar.
El restrictivo criterio de Putin sobre la emancipaci¨®n de la mujer y el reparto de roles en la pareja heterosexual no es nuevo. Durante a?os, el n¨²mero de matr¨ªcula del Audi negro que le trasladaba de su residencia particular al Kremlin fue el 007. Vlad¨ªmir Bond, experto en artes marciales, nunca ocult¨® su fascinaci¨®n por los servicios de inteligencia, a los que perteneci¨® en la Rusia comunista y poscomunista.
Un asesor del Kremlin sugiri¨® a Putin una amnist¨ªa para final de a?o que afectar¨ªa a las dos j¨®venes
Pero el mandatario, de 61 a?os, no solo admira el arrojo del h¨¦roe brit¨¢nico, sino que renov¨® y plastific¨® las prerrogativas de su licencia en la Rusia de la intolerancia, convirti¨¦ndose en matarife de las libertades, seg¨²n le acusa la oposici¨®n. ¡°La c¨¢rcel no va a cambiar a mi hija. Cuando era ni?a, su f¨¢bula favorita era la de un cordero que embiste contra un roble¡±, dijo Andr¨¦i Tolokonnikova, padre de Nadezhda, en declaraciones a La Voz de Rusia. ¡°Pap¨¢, nunca me obligues a hacer algo, me dijo con cuatro a?os¡±. Su padre accedi¨®, pero el presidente ruso es autoritario e impositivo, de acuerdo con el grupo de intelectuales que han pedido en un manifiesto la mediaci¨®n de la UE para lograr la excarcelaci¨®n de las dos presas. Dos v¨ªctimas de la censura de un pol¨ªtico hiperactivo, abstemio, educado a la vieja usanza sovi¨¦tica, en el secretismo y en los tab¨²es y atavismos sobre la igualdad de g¨¦nero, las ONG, la prensa independiente y los derechos civiles.
Tanta testosterona en pol¨ªtica tiene consecuencias graves. La Duma ha aprobado la estigmatizaci¨®n de la homosexualidad casi por unanimidad, y el 34% de los rusos cree que los homosexuales son enfermos, seg¨²n la encuestadora Levada. Su apaleamiento, la prohibici¨®n de entregar ni?os en adopci¨®n a parejas del mismo sexo ¡ªla directora del Instituto Catal¨¢n de Acogida y Adopci¨®n, N¨²ria Canal, admiti¨® que se han paralizado las adopciones con Espa?a, donde el matrimonio gay est¨¢ permitido¡ª, el surgimiento de grupos neonazis a la caza del inmigrante ¨¦tnico y la retirada de Ikea de un art¨ªculo en su revista sobre una pareja brit¨¢nica lesbiana son secuelas de esa legalidad carca. ¡°?D¨®nde est¨¢n mis chicos gais esta noche?¡±, pregunt¨® Lady Gaga en su concierto moscovita en 2012. Los gais estaban con ella, pero tambi¨¦n los comisarios del juzgado de paz de San Petersburgo, que mult¨® a la empresa Planet Plus por permitir a su diva ese ¡°descaro propagand¨ªstico¡±.
Las reacciones a tanto retroceso democr¨¢tico han sido variadas. En una de las ¨²ltimas, un grupo de beldades ci?en camisetas con la imagen del idolatrado, en un v¨ªdeo colgado en las redes: ¡°Este hombre que ha cambiado el pa¨ªs me vuelve loca¡±, se derrite una tal Diana. Tambi¨¦n fue un bombazo la escrotofixi¨®n del joven pintor Pavel Pavlenski en noviembre en la plaza Roja de Mosc¨². Cabizbajoy desnudo, permaneci¨® hora y media mirando el clavado de la cubierta testicular a los adoquines de la hist¨®rica plaza. Fue curado en un hospital y liberado. En mayo, tambi¨¦n en pelotas, se enroll¨® en alambre de espinos para protestar contra nuevas leyes represivas. Y en otra ocasi¨®n se cosi¨® la boca en solidaridad con las Pussy Riot.
Nadezhda Tolokonnikova fue internada recientemente en un presidio de Siberia, seg¨²n denunci¨® su marido, Piotr Verzilov, con quien tiene una hija de cuatro a?os. Miles de kil¨®metros de peregrinaci¨®n penitenciaria desde el comienzo del cautiverio, en marzo del pasado a?o: primero en Mosc¨², despu¨¦s en un penal de Mordovia y ahora en una celda siberiana. Y como arrecian las protestas, un asesor del Kremlin sugiri¨® este mi¨¦rcoles que Putin El Magn¨¢nimo aprobara una amnist¨ªa a finales de a?o, con el vig¨¦simo aniversario de la Constituci¨®n de 1993, que beneficiar¨ªa a las dos j¨®venes y al magnate Mija¨ªl Jodorkovski. A la espera de que as¨ª sea, se suceden las convocatorias al boicoteo de los Juegos Ol¨ªmpicos de invierno en la ciudad de Sochi.
Las Pussy Riot, procaces y librepensadoras, no son el tipo de mujer promocionado por el presidente. No sorprende su inquina contra el grupo liderado por Nadezhda, pues ha posado desnuda y particip¨® en el dibujo de un falo gigante frente a la sede del Servicio Federal de Seguridad (antigua KGB), que Putin dirigi¨® en 1998. Tampoco es reciente el antagonismo de Putin con la periodista y escritora Masha Gessen, autora del libro El hombre sin rostro y casada con Svetlana Generolva, activistas ambas en las asociaciones de gais y lesbianas rusas.
¡°Mujeres que han trabajado con ¨¦l le describen como inseguro y libidinoso como un adolescente entrado en a?os¡±, escribi¨® Gressen, con indisimulada bilis, en Vanity Fair. ¡°Y desde que ascendi¨® al poder ha desarrollado una gran afici¨®n por los trajes caros y los relojes de marca, aunque su gusto sigue siendo provinciano¡±. Puede que sea el hombre envidioso y vengativo que describe Gressen, pero no hay constancia de que a Putin, adem¨¢s del poder, le obsesione la riqueza, m¨¢s all¨¢ de un chal¨¦ de dos plantas, un Volga cl¨¢sico de los cincuenta, cuentas bancarias de saldo desconocido y tesoros patrimoniales y testaferros de las leyendas urbanas.
Curs¨® la carrera de Derecho y se adentr¨® en el mundo de los servicios secretos y tambi¨¦n en el coraz¨®n de la azafata de vuelo Ludmila. A los tres a?os y medio de noviazgo le pidi¨® matrimonio: ¡°T¨² sabes que no soy hombre de car¨¢cter f¨¢cil. La vida conmigo tiene sus riesgos¡±, se sincer¨®. Se casaron en 1983, tuvieron dos hijas, Mar¨ªa y Catia, a las que casi nadie conoce f¨ªsicamente. Anunciaron su divorcio el pasado junio.
Las escandalosas Pussy Riot son el indigesto contrapunto de la mujer preferida por el c¨¦sar de los Urales, seg¨²n consta en las confesiones de quien fuera su esposa durante casi 30 a?os, recogidas en la biograf¨ªa Conversaciones con Vlad¨ªmir Putin (2000). Aparentemente resignada, Ludmila, de 55 a?os, dijo a los bi¨®grafos que su exesposo cree que la mujer ¡°debe ocuparse de las tareas de la casa¡±, y no conviene elogiarla porque acaba crey¨¦ndoselo ¡°y la estropeas¡±. Esta doctrina rige a¨²n en la mayor¨ªa de los hogares de Rusia y Europa del Este, y explica la vigencia de una hombr¨ªa de bragueta y costumbres paleol¨ªticas.
Intelectuales y ¡®punks¡¯
Las j¨®venes Nadezhda Tolokonnikova (en la foto) y Mar¨ªa Alejina, fundadoras del grupo punk Pussy Riot, fueron condenadas a dos a?os de "colonia penitenciaria" por "vandalismo e incitaci¨®n al odio religioso" tras cantar el 21 de febrero de 2012 una "oraci¨®n punk" en la catedral del Cristo Salvador de Mosc¨². Esta semana, un grupo de intelectuales europeos ¡ªentre ellos, Savater, Negri, Glucksmann, Lanzmann, Vattimo y Zizek¡ª ha lanzado un manifiesto en la revista francesa Philosophie Magazine, en el que exigen a los gobiernos europeos y a la Uni¨®n Europea que boicoteen los Juegos Ol¨ªmpicos de invierno de Sochi y que presionen al presidente ruso para que libere a las dos artistas.
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