El primer rescate
Irlanda supera la intervenci¨®n financiera con la duda de c¨®mo responder¨¢n sus bancos a los test
Irlanda es el primer pa¨ªs que supera con ¨¦xito una intervenci¨®n financiera europea, es decir, lo que se entiende com¨²nmente como un rescate. A diferencia de Espa?a, donde la intervenci¨®n de la troika (Bruselas, BCE y FMI) se ha limitado a inyectar dinero para una recapitalizaci¨®n vigilada de las instituciones financieras, la intervenci¨®n en Irlanda fue total y profunda, a pesar de que el mal econ¨®mico del pa¨ªs que cuestionaba su solvencia en los mercados de deuda era tambi¨¦n de origen bancario. Desde hoy, Irlanda deja el bailout comunitario despu¨¦s de un periodo de ajustes que han empobrecido el pa¨ªs pero que, al menos, han conseguido estabilizar su credibilidad en el mercado de deuda.
El fin del rescate irland¨¦s es un ¨¦xito para el partido gobernante (el Fine Gael) y su primer ministro, Enda Kenny, que han gestionado voluntariosamente los ajustes dr¨¢sticos impuestos por Europa. El pa¨ªs ha superado el rescate con rapidez por dos razones econ¨®micas fundamentales: el problema de la inestabilidad financiera estaba perfectamente localizado en el sistema bancario y, por otra parte, los ajustes exigidos en el d¨¦ficit y la deuda, magnitudes intensamente afectadas por el descalabro bancario, se ejecutaron con cierta rapidez (algo que no es posible decir de Espa?a). El resultado visible es un sistema bancario recapitalizado, estabilidad de la deuda y una econom¨ªa de la que se esperan crecimientos modestos.
El Gobierno ha considerado que la relativa mejora de los par¨¢metros econ¨®micos y financieros es una base suficiente para renunciar a la tutela comunitaria. Por razones evidentes, un pa¨ªs cuyas finanzas p¨²blicas est¨¢n teledirigidas es dif¨ªcil de gobernar. M¨¢s recortes presupuestarios y sociales durante m¨¢s tiempo bajo el ojo de halc¨®n de las autoridades europeas hubieran elevado quiz¨¢ la contestaci¨®n y la inquietud ciudadana. Adem¨¢s, cualquier pr¨®rroga del bailout hubiera necesitado imperativamente la aprobaci¨®n de otros Parlamentos, una condici¨®n que la clase pol¨ªtica irlandesa no parece dispuesta a sufrir.
El fin del rescate irland¨¦s ratifica simb¨®licamente el principio del fin de una etapa marcada por una r¨ªgida austeridad y planes de intervenci¨®n muy costosos, en t¨¦rminos econ¨®micos y de bienestar, para los pa¨ªses intervenidos. El verdadero ¨¦xito del rescate irland¨¦s, que no est¨¢ garantizado, se conocer¨¢ cuando los bancos del pa¨ªs se sometan a las pruebas de solvencia y de estr¨¦s previstas para 2014.
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