Prop¨®sito de enmienda
GlaxoSmithKline dejar¨¢ de pagar a los m¨¦dicos por asistir a congresos y de imponer objetivos en la promoci¨®n de los f¨¢rmacos
La multinacional GlaxoSmithKline ha anunciado que dejar¨¢ de pagar a los m¨¦dicos por asistir a congresos y de imponer objetivos en? la promoci¨®n de los f¨¢rmacos. Bienvenido sea el anuncio porque, si lo cumple, supondr¨¢ un cambio radical en el proceder de la compa?¨ªa, una de las m¨¢s cuestionadas por sus agresivo estilo comercial. Si la imagen de una marca es como un capital que se va acumulando a base de buenas pr¨¢cticas, el de GlaxoSmithKline est¨¢ en n¨²meros rojos. En julio de 2012, la farmac¨¦utica lleg¨® a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el que acept¨® pagar una multa de 2.180 millones de euros para poner fin al pleito que hab¨ªa entablado contra ella la Administraci¨®n federal y otros 42 Estados por fraude y malas pr¨¢cticas. Entre ellas figuraba vender medicamentos para patolog¨ªas en las que no estaban indicados, pagar incentivos a los m¨¦dicos, ocultar los graves efectos adversos de uno de sus f¨¢rmacos contra la diabetes y haber promovido durante a?os la prescripci¨®n del antidepresivo Paxil a menores, cuando ya se sab¨ªa que aumentaba las conductas suicidas. Paxil, por cierto, fue presentado en Londres a bombo y platillo en 1999 como la nueva p¨ªldora de la timidez, en lo que fue un ejemplo exitoso de la estrategia de buscar nuevas indicaciones para viejos f¨¢rmacos.
Pero la multa no les sirvi¨® de escarmiento. El pasado mes de agosto, cuatro ejecutivos de la empresa fueron detenidos en China por destinar 359 millones de euros desde 2007 a sobornar a funcionarios y pagar a m¨¦dicos para que prescribieran sus productos. Se estima que China ser¨¢ en 2020 el mayor mercado farmac¨¦utico del mundo y GlaxoSmithKline quer¨ªa aumentar sus ventas all¨ª un 30% anual.
Con este historial, la compa?¨ªa brit¨¢nica ha contribuido sin duda a la mala fama de todo el conglomerado farmac¨¦utico; ahora quiere contribuir a limpiarla. Ojal¨¢ cunda el ejemplo, porque no es la ¨²nica que incurre en estas pr¨¢cticas. Abbott pag¨® en 2012 una multa en Estados Unidos de 1.225 millones de euros por el mal uso de un anticonvulsivo y Pfizer otra de 1.800 millones en 2009 por la promoci¨®n fraudulenta de 13 medicamentos. Estas pr¨¢cticas son, adem¨¢s de un fraude, un aut¨¦ntico peligro para la salud.
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