?Mi hijo se ha pedido el supermercado de Barriguitas!
Por Carlos Ballesteros
Son fechas muy complicadas para los que tenemos ni?os y ni?as en la edad de la inocencia pero creemos y tratamos de hacer un consumo algo responsable. Supone una lucha con familiares (abuelos y abuelas fundamentalmente) que pretenden atiborrar de regalos a sus nietos. Recuerdo una an¨¦cdota familiar: hace a?os uno de mis hijos, supongo que tendr¨ªa unos dos o tres a?os, no lo recuerdo bien, estaba disfrutando del regalo reci¨¦n desenvuelto, asombrado, alucinado, boquiabierto porque los reyes hab¨ªan cumplido con sus peticiones. El resto de la familia (extensa) presente le jaleaba, vitoreaba, animaba¡.a que apartara, de una vez por todas, el regalo reci¨¦n descubierto y siguiera desenvolviendo los restantes. Cada miembro estaba expectante por ver la cara que el chiquillo pondr¨ªa cuando abriera el que ¨¦l hab¨ªa elegido. Al pobre ni?o no le dejaban disfrutar del momento de ilusi¨®n y asombro pues lo que importaba es que retirara envoltorios, cual si se tratara de una estresante competici¨®n de ¡°?con el m¨ªo abre m¨¢s la boca y aplaude m¨¢s fuerte!¡±.
Este a?o mis hijos son algo m¨¢s mayores, pero siguen escribiendo con ilusi¨®n la carta. Por supuesto que la empiezan diciendo que se han portado maravillosamente bien. Luego, con un cierto intento de influencia de su padre y su madre, tratamos de que la carta no contenga demasiadas peticiones, que no sean b¨¦licas, ni sexistas, que se puedan jugar en compa?¨ªa, que tengan poco pl¨¢stico¡.en una clara conciencia de establecer al menos unos m¨ªnimos ya que sabemos que parte de la batalla est¨¢ perdida: la exposici¨®n a los medios de comunicaci¨®n, al resto de compa?eros de colegio y el atractivo y estudiado dise?o de envases y cat¨¢logos hacen de la escritura de la carta una aventura, un motivo de discusi¨®n y tambi¨¦n un cierto momento de educaci¨®n en unos valores contracorriente y dif¨ªciles de sostener ante tantas y tantas tentaciones.
Es cierto que hay estudios, trabajos, literatura, campa?as institucionales sobre el juguete sexista o el juguete b¨¦lico. Pero yo, que este a?o ya me he visto unos cuantos cat¨¢logos, tanto de las tiendas especialistas en juguetes, como de centros comerciales y grandes almacenes, pasando incluso por los de alguna tienda especializada en juguete educativo, no he visto reflejo de esas preocupaciones en ninguno de ellos. Los cat¨¢logos se dividen en secciones, por colores: p¨¢ginas con c¨®digos rosa para las mu?ecas y las cocinas, aun cuando en alguna de ellas aparece un ni?o jugando acompa?ando a la ni?a: verdes o azules para las de coches, armas, juegos de superh¨¦roes¡En alguna de estas ¨²ltimas, supongo que en un tributo a esa preocupaci¨®n ¡°educativa¡±, aparece toda la familia jugando¡..?a la guerra!. Es una pena que en este blog no pueda subir fotos ni decir marcas concretas, as¨ª que os pido confianza ciega en que lo que os cuento es verdad.
Otra cosa que me preocupa enormemente, suponiendo, lo que es mucho suponer, que el debate del juguete sexista y b¨¦lico ha quedado superado, es algo mucho m¨¢s sutil, escondido y precisamente por ello m¨¢s peligroso. Hay cantidad de juguetes unisex (o asexuados, pero este es otro tema para otra reflexi¨®n) y aparentemente blandos en sus planteamientos que sin embargo esconden una gran carga ideol¨®gica. Aqu¨ª s¨ª tengo que decir alguna marca. Las tiernas, simp¨¢ticas, amorosas mu?ecas ¡°Barriguitas¡± este a?o compran en el supermercado. Pero no en un supermercado cualquiera, no. Las estanter¨ªas, los muebles, supongo que para dar mayor viso de realidad, est¨¢n realizados en el color verde y blanco corporativo de un gran almac¨¦n espa?ol, con logotipo triangular y su marca aparece por todas partes. Las Barriguitas y los ni?os y ni?as que con ellos jueguen no van a comprar a cualquier parte, van a comprar a ese supermercado espec¨ªfico. Claro que aqu¨ª adem¨¢s se puede comentar mucho m¨¢s: ?Qu¨¦ tipo de compra se hace en un supermercado (frente a un comercio tradicional)? ?Qu¨¦ productos hay en las estanter¨ªas de ese super de juguete? ?Envasados, precocinados, marcas multinacionales). Al final, el t¨ªpico juego de ¡°ir de compras¡± se convierte sutilmente en una escuela de capitalismo y consumismo avanzada donde solo se representa un modelo v¨¢lido ( el del supermercado).
Comentado esto con compa?eros de trabajo y con personas conocidas, todas ellas con hijos e hijas (o nietos) en edad de portarse bien, y que est¨¢n abiertamente en contra del juguete sexista o b¨¦lico para sus reto?os, sin embargo contestan ¡°?qu¨¦ exagerado eres!¡±cuando planteas cuestiones como estas, que van un poco m¨¢s all¨¢.
Os dejo un link a un anuncio del a?o pasado. Si pod¨¦is no lo mir¨¦is, solo escuchad el sonido. Es de un centro comercial de juguete en el que ¡°entras, subes o bajas ?qu¨¦ falda por favor! ?Qu¨¦ superprobador! (esto ¨²ltimo d¨ªgase con voz engolada y nasal). ?Eliges, pruebas y pagas! Pasas la tarjeta ?qu¨¦ barato¡y a comprar otro rato!¡±
La noche del 5 de enero disfruto como el que m¨¢s. Voy a la cabalgata del peque?o pueblo en el que vivo y en el que las carrozas son de los vecinos, del AMPA, que ahora se llama AFA, del colegio, de otras asociaciones y colectivos. No son tan espectaculares como las de la cabalgata de Madrid. Se ve que hay un cami¨®n debajo que pone cerramientos Revilla S.A., los trajes son artesanales. Pero lo pasamos bien. Luego tomamos rosc¨®n y preparamos los zapatos y el piscolabis para reyes y camellos y nos vamos a intentar dormir. Al d¨ªa siguiente madrug¨®n, carreras y la cara de mis hijos al ver que un a?o m¨¢s los magos de Oriente nos han visitado. Quedan pocos a?os para disfrutar de este ritual. Luego podremos trabajar m¨¢s acorde a nuestras creencias y forma de entender el mundo estos temas, pues ya podremos irnos m¨¢s f¨¢cilmente hacia los regalos inmateriales, sin coste econ¨®mico y otro sinf¨ªn de ideas que hoy por hoy no nos hemos atrevido a poner en pr¨¢ctica por no desilusionar a los chicos (ni al resto de la familia que por ejemplo no entender¨ªa hacer un regalo de segunda mano.)
Pues nada ¡que si como dice la carta hab¨¦is sido buenos, os deseo que la ma?ana del dia 6 de enero los magos (el viejo Pascuero, el Olentzero, la Befana, el Ti¨®¡) hayan visitado vuestra casa y os hayan dejado ilusi¨®n en los zapatos, mucha ilusi¨®n.
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