Por qu¨¦ One Direction es la ¨²nica 'boy band' posible en la era de Miley Cyrus
Cuando la tradici¨®n de las bandas de chicos prefabricadas parec¨ªa extinta, el grupo brit¨¢nico triunfa respentando y pervirtiendo sus c¨®digos
Pens¨¢ndolo bien, no deber¨ªa ser cient¨ªficamente posible que existiese una boy band de ¨¦xito a las puertas de 2014. Una que se mueva en una esfera de reconocimiento m¨¢s all¨¢ de las clases de ESO, se entiende. A estas alturas, el pop es un asunto complejo y casi oscuro. Del gato-meme que cant¨® con Miley Cyrus en los AMA, al seapunk de Rihanna, pasando por las letras meta de Lady Gaga, todo est¨¢ pensado para decirle al fan aquello que cant¨® Chenoa: cuando t¨² vas, yo vuelvo. ?Qu¨¦ pinta aqu¨ª una boy band como One Direction? Esos grupos prefabricados de cinco chicos monos sin duda deber¨ªan pertenecer a tiempos menos c¨ªnicos, cuando las discogr¨¢ficas pod¨ªan hacer creer al p¨²blico:
-Que fotos como ¨¦sta de Take That no ten¨ªan nada de homoer¨®tico.
-Que ¡°las drogas apestan¡±, como proclamaban los New Kids on the Block en sus conciertos (nada de cantos a Molly en la era Reagan).
-O, sencillamente, que los cortes de pelo de los N¡¯Sync eran una gran idea.
Como bien se?alaba este art¨ªculo de The Guardian, la vida de toda boy band tiene siete etapas, como el luto. A saber:
- La luna de miel. Todo son sonrisas y colores primarios. Es muy probable que exista una sesi¨®n de fotos navide?a con gorros de Pap¨¢ Noel.
- La etapa del traje. La banda descubre a Dolce. Y a Gabbana.
- ?Tatuajes! Y cigarrillos, y cortes de pelo edgy. Oh Dios.
- Ruptura. El miembro m¨¢s d¨ªscolo y famoso de grupo lo deja, convencido de que triunfar¨¢ en solitario.
- El resto del grupo contin¨²a. En sus fotos promocionales se percibe el dolor fantasma.
- ¡°Ha sido un viaje alucinante bla bla bla¡±. Los rumores eran ciertos. La banda llega a su fin.
- ?Resurrecci¨®n! Funcion¨® (espectacular y casi inexplicablemente) para Take That en Gran Breta?a, lo que dio ideas a ¡®N Sync, 5ive, New Kids on the Block y Backstreet Boys. Todos han intentado el retorno.
En estos momentos, un sujeto pop puede pulirse cinco de esas etapas en menos de lo que tarda Justin Bieber en acabar de fumarse un porro. As¨ª que, si no existe ni la inocencia ni la paciencia que se requieren para madurar un fen¨®meno as¨ª, ?c¨®mo narices se explica lo de One Direction? El grupo, maquiav¨¦licamente comandado por el svengali Simon Cowell, ha sabido leer el signo de los tiempos y, como esos reptiles que se mimetizan al terreno para sobrevivir, se ha construido una estructura que lo aguanta todo.
?C¨®mo? A base de integrar sus contradicciones, de estar en misa y repicando. De ser c¨¢ndidamente sinceros, como exige el ethos de la boy band, y a la vez sibilinamente ir¨®nicos, como mandan los tiempos. En ning¨²n aspecto se ve tan clara esa dualidad como en sus coreograf¨ªas, estudiad¨ªsimas para que parezca que se est¨¢n cachondeando de ellas a la vez que las ejecutan de la manera m¨¢s obediente. Lo dicen incluso en el tr¨¢iler de su pel¨ªcula, This is Us (otro ejemplo de dualidad: hicieron la peli, como tocaba, pero contrataron para dirigirla a alguien con p¨¢tina respetable y hasta medianamente cool, Morgan Spurlock, el de SuperSize Me):
?"Tratamos de huir de todo el rollo de la boy band¡las rutinas coreografiadas¡±. Ser¨¢ porque lo dicen ellos, pero acto seguido es posible verlos haciendo la mayonesa, alargando los bracitos, saltando al un¨ªsono y arrodil¨¢ndose, m¨¢s o menos como ha hecho todo querub¨ªn desde Parch¨ªs. Pero, eso s¨ª, con una sonrisilla como de ¡°aqu¨ª estamos, haciendo un baile como si hubi¨¦semos salido del X Factor¡± (nota para los no iniciados: One Direction sali¨® de un programa llamado Xtra Factor).
El arte de la coreograf¨ªa s¨ª-pero-no queda perfectamente destilado en el v¨ªdeo de la canci¨®n Best Song Ever, todo un t¨®tem de la semi¨®tica directioner. La intro del v¨ªdeo es una parodia en la que los chicos acuden a un estudio de Hollywood y se enfrentan a unos ejecutivos que les explican los planes que tienen para ellos. Esto permite a los miembros de la banda travestirse e interpretar una serie de personajes estereot¨ªpicos (aqu¨ª reside otra clave del boybandismo en 2013: hacer ver que uno no se lo toma muy en serio): la secretaria, el geek, el core¨®grafo¡etc. A ¨¦ste ¨²ltimo le da vida Liam Payne, quiz¨¢ el miembro m¨¢s can¨®nicamente atractivo de la banda (pero no el m¨¢s carism¨¢tico, ese es Harry Stiles). Leeroy, el falso core¨®grafo, explica a los chicos que bailes tiene preparados para ellos (marca 1.34). Ellos ponen los ojos en blanco y contestan: ¡°nosotros nunca hacemos eso¡±. A continuaci¨®n, proceden a ponerse gamberretes, destrozar (pero no mucho) el despacho de los peces gordos y proseguir con su v¨ªdeo¡.durante el cual (evidencia en el minuto 4.47) proceden a ejecutar una coreograf¨ªa muy similar a aquella de la que acaban de negarse a hacer. Es decir, se han anticipado a la cr¨ªtica, la asumen y la integran en su mensaje. Una vez m¨¢s, repitan con Chenoa: cuando t¨² vas, pues eso.
La tradici¨®n de la boy band requiere tambi¨¦n su buena dosis de homoer¨®tica y su raci¨®n de rumores de homosexualidad para alguno de sus miembros, ciertos o infundados. One Direction tambi¨¦n ha adoptado una sana y sabia actitud post-millenial al respecto. Nada ser¨ªa menos cool que ir de super heteros, as¨ª que en sus conciertos, v¨ªdeos y fotos promocionales lo m¨¢s habitual es verles bes¨¢ndose y toc¨¢ndose, entre s¨ª y con otros chicos. Por supuesto, existe el tumblr gayonedirection dedicado a documentar todos estos momentos, si hace falta en forma de gif, as¨ª como recopilaciones en YouTube.
?El siempre espinoso asunto de la sexualidad de la boy band tambi¨¦n est¨¢ resuelto en 1D ¨Cas¨ª les llaman los fans, que no tienen tiempo para escribir ¡°One Di-rec-ti-on¡± en Snapchat, siguiendo adem¨¢s la tradici¨®n del g¨¦nero: TT, KNOTB...¨C de una manera dual. Por un lado tenemos al citado Styles en la portada de GQ diciendo ¡°Son definitivamente menos de 100¡± (las mujeres con las que se ha acostado) y encadenando novias y amantes, entre ellas Taylor Swift, Cara Delevingne y la Dj Caroline Flack, con la que sali¨® cuando ¨¦l ten¨ªa 17 a?os y ella 33. Y por otro est¨¢n las letras de sus canciones, que no se apartan mucho de los par¨¢metros de los primeros Beach Boys. En You & I, una de las excesivas baladas que, a decir de los cr¨ªticos, plagan su tercer disco, el reci¨¦n aparecido Midnight Memories, cantan: ¡°ni siquiera los dioses podr¨¢n separarnos¡±. Y en Little Things, dicen: ¡°Tu mano se ajusta a la m¨ªa / como si estuviera hecha para m¨ª (¡) Junto los puntos de las pecas de tus mejillas / y todo adquiere sentido para m¨ª¡±. La chica de la canci¨®n, a la que aseguran amar a pesar de que ella odia ¡°su est¨®mago y sus muslos¡± (toma mensaje positivo para la fanbase) no puede irse a la cama sin tomar antes una taza de t¨¦. Nada de Jagermeister.
En cuanto a los estilismos, nadie ver¨¢ a los 1D en trajes id¨¦nticos como sol¨ªan hacer las boy bands de los 90. Pero s¨ª mantienen los c¨®digos tem¨¢ticos y coordinados: hoy van de rockero casual, ma?ana de traje, pasado con camisetas y hoodies. Adem¨¢s, al estilo de las Spice Girls, pero no tan subrayadamente, a cada miembro se le permite cultivar una faceta. A Styles es habitual verlo con botas de punta, vaqueros muy skinny y camisa abierta, a menudo firmada por Burberry, mientras que el rol de ¡°miembro de la boy band con pelo arriesgado¡± suele recaer en Zayn y Louis, con flequillito a lo Bieber, se adhiere a un uniforme de camisetas y gorritos de lana, m¨¢s cercano a un Zac Efron pre-rehab.
Por supuesto, el grupo se ha enfrentado a varios rumores de separaci¨®n (va con el cargo) pero de momento parecen decididos a exprimir un rato m¨¢s la complicada y cuasi-perfecta f¨®rmula que les permite sobrevivir en tiempos poco aptos para la boy band.
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