Del oro al barro, empresas en ca¨ªda libre
La crisis hiere de gravedad a hist¨®ricas compa?¨ªas espa?olas como Panrico y Fagor Los concursos de acreedores declarados por grandes sociedades marcan su m¨¢ximo hist¨®rico
Fueron de oro en pleno auge econ¨®mico. Y despu¨¦s, cuando llegaron las dificultades, se deshicieron como el barro. La crisis ha herido gravemente ¡ªen algunos casos, de muerte¡ª a importantes compa?¨ªas espa?olas que formaban parte del club vip empresarial. Son mitos que mov¨ªan cientos de millones de euros y contaban con una relevante proyecci¨®n internacional. Parec¨ªan intocables, pero a estos gigantes tambi¨¦n les ha llegado su hora. Hasta 1.964 grandes sociedades se declararon en concurso de acreedores entre enero de 2008 y el tercer trimestre de 2013, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
Ni Pocoy¨® aguanta
En todos los sectores econ¨®micos hay tierra quemada. En todos quedan los restos de grandes empresas. M¨¢s all¨¢ de crisis como la de Pescanova, en suspensi¨®n de pagos tras una supuesta gesti¨®n delictiva, la coyuntura embisti¨® contra compa?¨ªas emblem¨¢ticas. Zinkia, productora de los populares dibujos animados Pocoy¨®, no aguant¨® el temporal y cerr¨® el primer semestre de 2013 con unas p¨¦rdidas de un mill¨®n de euros. Tampoco remont¨® el grupo tur¨ªstico Orizonia, ni la fotovoltaica Isofot¨®n. Todas ellas en concurso.
El prestigio de la marca tampoco es un seguro de vida. Los modistos Victorio & Lucchino solicitaron en febrero la suspensi¨®n de pagos para sus dos sociedades. La aerol¨ªnea Spanair, con una deuda de 474 millones, tambi¨¦n sufri¨® los achaques de la crisis. Y ni las ingentes cantidades de dinero que mueve el f¨²tbol evitaron que pidiera el concurso el Deportivo de la Coru?a, al que la Agencia Tributaria embarg¨® los ingresos.
Esa cifra se ha traducido en sucesivos r¨¦cords. El ¨²ltimo, el m¨¢ximo hist¨®rico alcanzado en el acumulado de los primeros nueve meses de 2013, cuando recurrieron a la suspensi¨®n de pagos 311 compa?¨ªas con un volumen de negocio superior a los 10 millones. "En comparaci¨®n con las peque?as, hay un porcentaje mayor de grandes empresas que acuden al concurso para reflotarse. De hecho, el 7% lo consigue", afirma Javier Ramos-Juste, responsable del gabinete de estudios de Axesor, la primera agencia espa?ola de calificaci¨®n, que explica el aumento de las sociedades tocadas por la "profundidad" de la crisis ¡ªm¨¢s de seis a?os¡ª. En 2012, ese dato se qued¨® en 230 sociedades. Y en 2006, antes del desplome econ¨®mico, en 35.
Las compa?¨ªas de mayor dimensi¨®n apenas suman el 0,1% de las empresas de Espa?a y solo representan el 5,8% de las que suspendieron pagos entre 2008 y 2013 (33.882); pero emplean al 27,7% de los trabajadores y facturan el 38,5% del volumen de negocio, seg¨²n la oficina de estad¨ªstica Eurostat. De ah¨ª su importancia. Fagor, Panrico, Reyal Urbis y Bankia son cuatro ejemplos ¡ªdos en concurso de acreedores, una en preconcurso y otra rescatada por el Gobierno¡ª. Cuatro mitos tocados en sectores distintos. "Para muchas empresas hubiera sido mejor acudir antes a la suspensi¨®n de pagos, pero en este pa¨ªs a¨²n se considera un estigma", reflexiona Ramos-Juste, que subraya que estos procesos pueden demorarse incluso un a?o desde que se solicita y hasta que lo ratifica un juez.
Fagor se apaga
Al pueblo le cambi¨® la cara en menos de 60 d¨ªas. Pas¨® de la esperanza al desasosiego. "Ha sido un jarro de agua fr¨ªa. Sab¨ªamos que la situaci¨®n no era buena, pero no esper¨¢bamos que llegara el cierre", reconoce el alcalde de Mondrag¨®n (Gipuzkoa), Inazio Azkarragaurizar, de la coalici¨®n abertzale Bildu. Sentado en su despacho explica c¨®mo su emblema, la cooperativa Fagor, dedicada a la producci¨®n de electrodom¨¦sticos, anunciaba en septiembre una alianza con la empresa china Haier para abrir una nueva f¨¢brica en Polonia ¡ªcon una inversi¨®n conjunta de 56 millones¡ª. Tan solo dos meses despu¨¦s, tras romperse ese acuerdo y no poder refinanciarse, la cooperativa se declaraba en concurso de acreedores.
La compa?¨ªa, con m¨¢s de 5.600 trabajadores, ha echado el cierre acorralada por una deuda que superaba los 1.100 millones al final de la primera mitad de 2013, seg¨²n las cuentas remitidas a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "La ca¨ªda responde a una serie de errores estrat¨¦gicos, como la fuerte ampliaci¨®n de las inversiones internacionales", apunta Mikel Olabe, socio prejubilado de la cooperativa y portavoz de la plataforma Ahots Kooperatibista, muy cr¨ªtica con la deriva de Fagor.
Una empresa que factur¨® 1.167 millones en 2012 y que cuenta con 13 plantas en cinco pa¨ªses. Pero que ni siquiera ha encontrado en Mondrag¨®n, el grupo al que pertenece, el respaldo econ¨®mico para su plan de reestructuraci¨®n. "Los recursos financieros que demanda no servir¨ªan para garantizar su futuro", se justific¨® la corporaci¨®n cuando la dej¨® caer. "Esta cooperativa se mont¨® en los 50 y estamos en 2013. Apareci¨® como un modelo alternativo al libre mercado y al socialismo. No ha sabido adaptarse a una econom¨ªa basada en la globalizaci¨®n", subraya Mar¨ªa Carmen Gallastegui, catedr¨¢tica de Econom¨ªa Aplicada en la Universidad del Pa¨ªs Vasco.
El doble agujero de Panrico
La palabra "impacto" se repite varias veces en el discurso de Gregorio Gil, secretario estatal de UGT en Panrico. Comenta que esa fue la sensaci¨®n que recorri¨® el cuerpo de los trabajadores, 4.600 entre plantilla y repartidores aut¨®nomos, cuando se enteraron en septiembre de 2013 de que la empresa planeaba despedir a 1.900 empleados y rebajar sus salarios hasta un 45%. "Sab¨ªamos que las ventas hab¨ªan ca¨ªdo. Pero ni remotamente pens¨¢bamos que pudiera pasar esto", a?ade el representante sindical de una compa?¨ªa creada en 1962 y que se ha convertido en leyenda de la boller¨ªa espa?ola gracias a los donuts y bollycaos.
Un fondo de inversi¨®n estadounidense controla el 100% de la firma due?a de los donuts
Este icono de la alimentaci¨®n arrastra p¨¦rdidas desde 2005 y se encuentra en manos de Oaktree Capital, fondo de inversi¨®n estadounidense que controla el 100% de la compa?¨ªa. Los norteamericanos han irrumpido en el organigrama con un objetivo primordial: reducir la deuda, que en 2012 ascend¨ªa a 380 millones. Para ello, no dudaron a la hora de prescindir de Joan Casaponsa como consejero delegado solo 24 horas despu¨¦s de que este presentara su plan de viabilidad para la firma. Su sustituto, Carlos Gila, aterriz¨® con el firme prop¨®sito de "proporcionar los instrumentos necesarios para implementar un plan de negocio que garantice el futuro del grupo". Y Panrico fue claro: "Necesitar¨¢ el apoyo de empleados, proveedores, clientes y entidades financieras". Estas palabras se han traducido en un conflicto laboral.
La primera fase del enfrentamiento comenz¨® con un intento de ERE que afectaba a 1.900 trabajadores de las seis f¨¢bricas que Panrico tiene en Espa?a ¡ªGila se justific¨® ante los sindicatos con el argumento de falta de liquidez y cr¨¦dito¡ª. La segunda, tras las protestas de los empleados, arranc¨® una negociaci¨®n con la plantilla que ha terminado con el pacto de 745 despidos y el enfrentamiento interno de los asalariados de las distintas plantas. Adem¨¢s, en plena conversaci¨®n con los trabajadores, la firma se declar¨® en preconcurso de acreedores. "A pesar del acuerdo, no estamos salvados. No tenemos esa certeza", subraya Gil. El perfil del nuevo consejero no tranquiliza: "Se dedica a liquidar empresas".
Anuncio de Donuts emitido en televisi¨®n en 1973. Durante ese a?o, el grupo empresarial Allied Domecq compra el 50% del capital de Panrico.
Reyal Urbis se desploma
La luz se cuela por un amplio ventanal sin cortinas. Desde la acera se observa el interior de una habitaci¨®n, desierta de muebles, de un primer piso. Est¨¢ en el edificio ?palo, en la madrile?a calle de J¨¢tiva, en el modesto barrio de Adelfas (sur del distrito Retiro). All¨ª a¨²n quedan casas vac¨ªas. Este bloque ejemplifica la ca¨ªda del mercado inmobiliario y de Reyal Urbis, que protagoniz¨® en febrero de 2013 el segundo mayor concurso de acreedores de la historia de Espa?a. La compa?¨ªa termin¨® de levantar el inmueble de seis plantas en 2010, en plena crisis, y empez¨® entonces a comercializar sus 149 viviendas. Pero no pudo colocarlas. "Somos unos 70 vecinos", calcula un residente junto a los locales comerciales, que permanecen tapiados. Le toca ahora al banco BBVA intentar vender los pisos, seg¨²n explican desde la propia entidad.
El estallido de la burbuja del ladrillo arras¨® el sector. Pero los problemas que arrastra la empresa presidida por Rafael Santamar¨ªa se remontan a operaciones emprendidas antes de la crisis. Por ejemplo, a 2006, cuando Reyal adquiere la constructora Urbis por 3.317 millones. "Supuso una inversi¨®n nada rentable, teniendo en cuenta lo que vino despu¨¦s: la disminuci¨®n de la edificaci¨®n de viviendas", apunta Sara Carbonell, analista financiera de CMC Markets.
Lejos quedan ya las cifras positivas de 2007, la ¨¦poca dorada, cuando Reyal Urbis ingres¨® en un a?o 1.561 millones y contaba con una plantilla de m¨¢s de 1.000 personas. Actualmente, los n¨²meros rojos se suceden ¡ªla sociedad soporta una deuda de 4.559 millones al cierre del tercer trimestre de 2013, seg¨²n los documentos enviados a la CNMV¡ª y emplea a 372 trabajadores. La compa?¨ªa se ha sumido, adem¨¢s, en un plan de desinversiones. Ha vendido el centro comercial ABC Serrano y la sede de Unedisa, editora de El Mundo, Marca y Expansi¨®n. Y pelea para lograr salir del concurso de acreedores. Carbonell apunta en ese sentido: "Creo que la lucha de Santamar¨ªa, principal accionista, para salvar la empresa es lo que la mantiene en pie".
Un oso verde al borde de la extinci¨®n
"Es cierto que, en plena crisis de Bankia, el rumor de la liquidaci¨®n estaba presente. Pero fue un factor que nunca lleg¨® a cobrar fuerza", subraya Nuria ?lvarez, analista de Renta 4, que rememora la ca¨ªda de la firma. Nacida en marzo de 2011 mediante la fusi¨®n de varias entidades financieras y con Caja Madrid como gran exponente, en la historia de este banco colea el rescate del Gobierno espa?ol, las p¨¦rdidas hist¨®ricas de casi 20.000 millones en 2012 y las causas judiciales abiertas contra sus dos expresidentes ¡ªRodrigo Rato est¨¢ imputado y Miguel Blesa ha llegado a dormir en prisi¨®n¡ª. Un controvertido curr¨ªculo que se suma a las aventuras de Caja Madrid durante la etapa de crecimiento econ¨®mico, cuando particip¨® en la construcci¨®n del aeropuerto de Castell¨®n, un s¨ªmbolo del derroche donde a¨²n no ha aterrizado ning¨²n avi¨®n, y cuando se convirti¨® en el m¨¢ximo accionista de Endesa y de NH Hoteles.
Las consecuencias de ese descalabro las soportan los clientes. Por ejemplo, Bankia ha desaparecido de la calle de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, en el centro de Algeciras (C¨¢diz). Su oficina ha cerrado. Igual que otras dos que ten¨ªa en la ciudad y otras dos m¨¢s que hab¨ªa en La L¨ªnea y Tarifa. En toda la comarca del Campo de Gibraltar, con 270.000 habitantes, ya no queda rastro de la entidad que preside Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri. "No he recibido ni una notificaci¨®n para informarme", explica Juan Su¨¢rez, jubilado de 74 a?os, que sufri¨® c¨®mo le trasladaban su cuenta de ahorros. "?Me la pusieron en Jerez! ?A 100 kil¨®metros!", exclama: "?C¨®mo voy a ir a cobrar la paga?". El cambio se enmarca dentro del plan de reestructuraci¨®n del banco, que ha cerrado en un a?o m¨¢s de 1.000 oficinas.
Un plan que, sin embargo, le est¨¢ dando buenos resultados en los mercados. "Ha supuesto un cambio radical, en positivo", recalca ?lvarez. En la calle, en cambio, su imagen se desvanece. Apenas cuenta con 2.000 oficinas, frente a las casi 3.600 que sumaba en junio de 2011, como reflejan sus resultados de ese a?o. De tener una oficina en cada esquina ha pasado a abandonar comarcas enteras. Su¨¢rez, de voz ronca, se resigna: "Yo ya me cambi¨¦ de banco".
Competitividad econ¨®mica
Pa¨ªs | Puesto |
Alemania | 4? |
Suecia | 6? |
Reino Unido | 10? |
Francia | 23? |
Espa?a | 35? |
Italia | 49? |
Portugal | 51? |
FUENTE: FORO ECON?MICO MUNDIAL
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