Los ¡®sin papeles¡¯ flotan entre la desprotecci¨®n y la caridad sanitaria

La tarjeta sanitaria de Jos¨¦ N. caduc¨® en junio de 2012. No pudo renovarla porque tres meses m¨¢s tarde entr¨® en vigor la reforma sanitaria del Gobierno, que retir¨® la tarjeta a las personas extranjeras sin permiso de residencia. Jos¨¦, originario de Paraguay, sufre desde hace meses fuertes dolores musculares en el abdomen y no puede permitirse ir a rehabilitaci¨®n. Trabaja en la calle, repartiendo folletos.

Unas 150.000 personas sin papeles habr¨ªan perdido la tarjeta sanitaria como consecuencia de la ley 16/2012, seg¨²n c¨¢lculos obtenidos del borrador del decreto al que tuvo acceso el diario El PA?S. Los ni?os contin¨²an cubiertos ¨C¡°a mi hija le han hecho tarjeta hasta 2021¡±, cuenta este paraguayo¨C, as¨ª como las mujeres embarazadas. Y todo el mundo tiene acceso a la atenci¨®n urgente, aunque a Jos¨¦ la primera vez que acudi¨® a su centro de Colmenar Viejo lo mandaron de vuelta a su casa porque su problema no fue considerado como suficientemente grave, explica.

Tras ser atendido en urgencias la segunda vez que acudi¨®, y al no recibir seguimiento, visit¨® un m¨¦dico privado que le cobr¨® 103 euros por la consulta ¨Cuna cifra pr¨¢cticamente inasumible para ¨¦l¨C, le diagnostic¨® una posible infecci¨®n y le recomend¨® que se hiciera unos an¨¢lisis en otra cl¨ªnica privada. Al final consigui¨® cita, utilizando la tarjeta sanitaria de un amigo, con el m¨¦dico de cabecera que ten¨ªa antes de perder la cobertura. Su doctor le diagnostic¨® un problema muscular y le recet¨® fisioterapia ¨Cque no puede pagarse y que no le cubre la Seguridad Social¨C y pastillas calmantes ¨Cque abon¨® de su bolsillo, por unos 50 euros¨C.

"La tarjeta sanitaria para los inmigrantes ilegales era excepcional en la UE. Cuando hay que reducir gastos, esas medidas que iban a m¨¢s son las que se retiran¡±. Mar¨ªa Neira, directora de Salud P¨²blica en la OMS

La tarjeta sanitaria para los sin papeles era una medida ¡°excepcional¡± en la Uni¨®n Europea, explica Mar¨ªa Neira, directora de Salud P¨²blica en la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. ¡°Era un valor muy a?adido del sistema sanitario. Cuando hay que reducir gastos, esas medidas son las que se retiran¡±. En Espa?a hay 5,7 millones de extranjeros registrados. Seg¨²n el Observatorio de Inmigraci¨®n del Ministerio de Trabajo, unas 926.026 personas carec¨ªan de permiso de residencia a junio de 2013. El pasado diciembre el Ejecutivo public¨® que 748.835 personas han dejado de constar en la base de datos del Sistema Nacional de Salud desde que entr¨® en vigor la reforma. Esta cifra no est¨¢ desglosada, no obstante, y puede incluir a otras personas que no fueran sin papeles ¨Ccomo personas dependientes de otros seguros¨C.

Ashraf est¨¢ sentado en la sala de espera del Dispensario de San Antonio, una cl¨ªnica caritativa en Madrid donde 25 m¨¦dicos voluntarios atienden gratis a personas sin papeles. Este marroqu¨ª de 23 a?os ha venido a este centro porque quiere hacerse unos an¨¢lisis y no puede permitirse pagar por ellos. Por las noches duerme en un colch¨®n en el suelo, en una casa okupa en el centro de Madrid, sin luz ni electricidad.

La peque?a cl¨ªnica del distrito de Tetu¨¢n a la que ha acudido el joven marroqu¨ª pertenece a los franciscanos capuchinos. All¨ª, adem¨¢s de atenci¨®n sanitaria, se reparten medicamentos gratis a ¡°todo el que llama a la puerta¡±, en palabras de Jes¨²s Rodr¨ªguez, encargado del centro. No piden papeles ni guardan la documentaci¨®n de los pacientes. Reciben a unos 10 pacientes diarios de media y en el ¨²ltimo a?o han visto c¨®mo segu¨ªan aumentando las peticiones de ayuda.

Tr¨¢iler del documental sobre las personas sin tarjeta sanitaria Cu¨¢nto ganamos, cu¨¢nto perdimos, de M¨¦dicos del Mundo.

Fernando S¨¢iz pasa consulta los martes en este centro. Es uno de los 700 m¨¦dicos mayores de 65 a?os a los que la Comunidad de Madrid impuso la jubilaci¨®n forzosa en mayo de este a?o. Ha entrado de voluntario en esta cl¨ªnica de beneficencia ¡°para poder seguir viendo enfermos¡±. Tiene el pelo oscuro salpicado por las canas, pero nada m¨¢s indica su edad. Hasta ahora trabajaba en el hospital Cl¨ªnico. Con un deje de indignaci¨®n explica que su trabajo como voluntario es gratificante y necesario, pero que los enfermos a los que atiende derivan de ¡°un problema que ha creado el Estado, y es el Estado quien lo tiene que solucionar.¡±

La ministra de Sanidad, Igualdad y Asuntos Sociales Ana Mato declar¨® abiertamente el a?o pasado que de la salud de los sin papeles se ocupar¨ªan las asociaciones ben¨¦ficas. ¡°Yo la invitar¨ªa a que pasara consulta conmigo¡±. S¨¢iz no solo atiende a personas sin papeles: muchos pacientes acuden solo por las medicinas gratuitas. ¡°Hace tres martes vino un se?or al que hicieron en mayo un trasplante de ri?¨®n en [el hospital de] La Paz. All¨ª le hacen el seguimiento, pero ¨¦l no tiene ni un duro para la medicaci¨®n.¡± Sin esa medicaci¨®n el trasplante no servir¨ªa para nada, explica. ¡°Sin tratamiento tenemos dos opciones: o se le deja morir, o vuelve a un programa de di¨¢lisis, que es como estaba antes. En todo caso, se habr¨¢ desaprovechado un ri?¨®n donado.¡±

M¨¦dicos del Mundo comparte ese punto de vista: ¡°Consideramos que ese es el trabajo de la administraci¨®n, no tenemos que hacerlo nosotros¡±, explica Ricardo Angora, m¨¦dico veterano de la asociaci¨®n. En lugar de prestar atenci¨®n sanitaria, esta ONG internacional monta grupos de voluntarios que acompa?an a los inmigrantes a los centros de salud para reclamar que se les atienda.

La mayor¨ªa de m¨¦dicos hacen o¨ªdos sordos de la nueva normativa. ¡°La ¨¦tica profesional establece que hay que atender a cualquier persona que est¨¦ enferma. No creo que exista ning¨²n profesional que se niegue¡±, dice Ricardo Angora. Pretende disipar tambi¨¦n el mito de que los inmigrantes de pa¨ªses pobres vienen para recibir atenci¨®n m¨¦dica. La mayor¨ªa de inmigrantes indocumentados son j¨®venes y sanos, y la falta de tarjeta sanitaria afecta sobre todo a una minor¨ªa de enfermos cr¨®nicos, explica.

El dispensario reparte ¡°lo que tiene a quien lo necesita¡±, explica su encargado. Aunque su principal cargamento de f¨¢rmacos viene de la colecta anual de la ONG Banco Farmac¨¦utico, aceptan donativos de particulares incluso si las cajas est¨¢n empezadas. Ante la pregunta de si es legal administrar f¨¢rmacos donados por particulares ¡ªaunque quien lo haga sea m¨¦dico¡ª contesta: ¡°Est¨¢ claro que las que tienen que dispensar son las farmacias¡­ esto tal y como funciona no deber¨ªa existir, lo mismo que t¨² no debes automedicarte¡±. El Ministerio de Sanidad no tiene constancia de ninguna asociaci¨®n que distribuya medicinas de segunda mano en Madrid.

Un abogado de la Asociaci¨®n Espa?ola de Derecho Farmac¨¦utico cree que "es una irresponsabilidad repartir medicamentos empezados porque est¨¢n jugando con la salud del paciente, y no es la v¨ªa legal establecida¡±. Sin embargo, seg¨²n Rodr¨ªguez, el dispensario lleva haciendo esto desde que abri¨® en los a?os 40. Siempre ha habido gente que no pod¨ªa permitirse la mediaci¨®n y la administraci¨®n nunca les ha puesto problemas. ¡°A bastantes pacientes los env¨ªa el Samur Social¡±, el servicio municipal (gratuito) de emergencias sociales y sanitarias de Madrid.

El m¨¦dico, tras ver a Ashraf, lo deriva a hacerse los an¨¢lisis de sangre en otra cl¨ªnica privada que pertenece a una orden religiosa. No tendr¨¢ que pagar nada, pero si recibe una mala noticia en el diagn¨®stico, no sabe si podr¨¢ obtener el tratamiento.