Encontrar otros caminos

Soy lectora cada domingo de EL PA?S y me gustar¨ªa dar mi versi¨®n de por qu¨¦ hace dos a?os que tengo un libro electr¨®nico y lo mucho que lo disfruto. He sido lectora por ¨¦pocas, es decir, le¨ª mucho durante mi adolescencia gracias a mi profesor de literatura de bachillerato, muchos libros profesionales durante mi carrera, pero lo dej¨¦ durante otras por maternidad, trabajos, oposiciones¡­ Volv¨ª cuando mi estabilidad laboral y la autonom¨ªa de mi hijo lo permitieron. Pero, con todo, no pasaba de la compra de dos o tres ejemplares al a?o. Poco, s¨ª, poco.

Compa?eras de trabajo ya se hab¨ªan introducido al libro electr¨®nico y su recomendaci¨®n era tan insistente que decid¨ª adquirir uno y empezar a leer todas aquellas novelas que tanto deseaba. Ahora leo m¨¢s, mucho m¨¢s, y disfruto recomendando y hablando de bonitas historias que estimados escritores comparten con sus lectores cada d¨ªa.

Volviendo a su argumento, se?or Javier Mar¨ªas (Las bandas de la banda ancha, 22-12-2013), entiendo y defiendo que su trabajo y esfuerzo se han de recompensar adecuadamente (aclaro que soy maestra funcionaria catalana que hace ¡°siglos¡± que no ve una paga extra entera). Pero no s¨¦ si tenemos que entender que los oficios cambian. Unos aparecen y otros van muriendo poco a poco.

No obstante, las noticias de actualidad siguen existiendo, la m¨²sica la continuamos necesitando, las pel¨ªculas, los v¨ªdeos los estamos visionando¡­ pero tenemos que cambiar el negocio. Quiz¨¢ libreros y editores han de mirar c¨®mo a trav¨¦s de servicios de streaming (retransmisi¨®n de contenidos a trav¨¦s de Internet) puedan encontrar otros caminos para que a usted le puedan corresponder con lo que es debido.

Gracias por continuar escribiendo; no lo abandonen, por favor, los necesitamos de verdad; pero inciten, molesten, empujen o simplemente ayuden a sus distribuidores. Los cambios nos cuestan a todos, pero tambi¨¦n nos ayudan a avanzar y a progresar en este espacio de vida que nos ha tocado.