El lobo de Wall Street hace caja

Bajo la piel de Leonardo DiCaprio se esconde un verdadero lobo, ese que da nombre a la ¨²ltima pel¨ªcula de Martin Scorsese, El lobo de Wall Street, y que no es otro que Jordan Belfort, alguien que muchos definen a las claras como uno de los mayores timadores del mercado burs¨¢til de la d¨¦cada de los noventa. El empresario estadounidense, de 51 a?os, que en la c¨²spide de su fortuna se enorgullec¨ªa de ganar hasta 9,5 millones de euros en un d¨ªa, fue acusado de malversar 146,5 millones de euros de sus inversores. Pero m¨¢s all¨¢ de sus robos de guante blanco, su figura se convirti¨® en una leyenda de los excesos que se viven en Wall Street, en el protagonista de una historia de prostitutas, drogas y bacanales en las que todo val¨ªa, incluido utilizar enanos para jugar a la diana o llevar chimpanc¨¦s al trabajo como repartidores del correo. Lo que DiCaprio, que interpreta al timador en la pel¨ªcula, ha llamado el ¡°Cal¨ªgula moderno¡±.

Ahora Belfort cobra m¨¢s de 3.500 euros por persona para aquellos que quieren o¨ªr en directo sus historias mientras asisten a sus seminarios, el modus vivendi de un hombre que dice haberse reformado. Historias que tambi¨¦n quedan reflejadas con todo detalle en sus dos libros de memorias, publicados con ¨¦xito, y en la pel¨ªcula de Scorsese, que ser¨¢ segura candidata a los Oscar.

El actor, que acaba de ganar un Globo de Oro por su trabajo como Belfort, reconoce estar fascinado por la figura de su alter ego, alguien cuyos relatos superan incluso los excesos reflejados en la cinta, en la que adem¨¢s el ex agente burs¨¢til hace un peque?o cameo casi al final. DiCaprio tambi¨¦n est¨¢ convencido de que Belfort es, en la actualidad, un hombre nuevo y que han quedado atr¨¢s los tiempos en los que hundi¨® sin pudor el yate que perteneci¨® a la dise?adora Coco Chanel en las aguas del Mediterraneo o se meti¨® en el cuerpo en forma de diferentes drogas una fortuna que lleg¨® a superar los 72 millones. En la actualidad, Belfort es, en apariencia, un hombre arrepentido y padre de tres hijos que se dedica a dar conferencias sobre t¨¦cnicas de venta y vive en un barrio no tan glamuroso de Los ?ngeles. Como ¨¦l mismo ha dicho, no siempre somos los errores de nuestro pasado. ¡°La pel¨ªcula me ha hecho recordar el que fui y la persona en la que me he convertido¡±, coment¨® recientemente en las redes sociales sin poder ocultar el orgullo que le produc¨ªa ser identificado con DiCaprio.

No todos est¨¢n tan convencidos como Leo sobre esta transformaci¨®n. Belfort vive ahora ense?ando las mismas t¨¦cnicas de venta que alent¨® entre sus empleados durante la d¨¦cada de los 90, cuando seduc¨ªa a sus clientes para invertir en compa?¨ªas de dudoso futuro solo para elevar su precio y poder cobrar su propia inversi¨®n en el momento m¨¢s alto, hundiendo al resto de sus inversores. Tras haber pasado 22 meses en la c¨¢rcel, todav¨ªa tiene cuentas pendientes con la Justicia, ya que tambi¨¦n fue condenado a pagar una multa de 90 millones de euros a sus v¨ªctimas, de los que hasta la fecha solo ha pagado 8,5 millones. Ahora, los afectados reclaman el total de la cantidad, habida cuenta de que Belfort ha cobrado mucho dinero por su historia.

Scorsese no quiso confirmar a este peri¨®dico la cifra que la producci¨®n de El lobo de Wall Street pag¨® a Belfort en concepto de derechos, aunque se comenta que puede acercarse al mill¨®n y medio de euros por sus dos libros de memorias. Los n¨²meros se alejan de la fortuna que estaba acostumbrado a ganar de forma il¨ªcita, pero siguen en l¨ªnea con alguien que dej¨® sus estudios de ortodoncia el primer d¨ªa de universidad cuando le dijeron que se olvidara de esa carrera si iba buscando hacer dinero. Fue el momento en el que se march¨® a buscar fortuna a Wall Street.