El serm¨®n del padre Mauro
El sacerdote italiano es una figura clave en el trasiego de inmigrantes por Niamey cuando se desplazan camino de Argelia
El padre Mauro Armanino, italiano de G¨¦nova nacido en 1952, pertenece a la orden de Misiones Africanas y desde hace tres a?os que lleg¨® a Niamey dirige el servicio de migrantes. Estuvo siete a?os en Liberia y ahora trabaja sin descanso con los emigrantes que pasan por la capital nigerina. Todos le respetan saben de su compromiso. ¡°Yo les hablo claro, a veces hasta les tengo que insultar para que no hagan la locura de continuar el viaje. Aqu¨ª en Niamey su vida es dura, m¨¢s arriba [hacia Argelia o Libia] se juegan la vida cada d¨ªa¡±.
Hoy es domingo, 11 de enero. Iglesia de la Francophonie de Niamey (N¨ªger). El padre Mauro oficia una misa y, durante el serm¨®n, saca su permiso de residencia y lo muestra a los fieles. ¡°Aqu¨ª est¨¢ mi nombre, Mauro, mi padre se llama Pietro y mi madre Katerine, profesi¨®n religioso y nacionalidad, italiana. Imaginemos ahora por un momento el permiso de residencia de Jes¨²s¡¡±. Los miembros de esta peque?a comunidad religiosa esbozan una sonrisa, est¨¢n acostumbrados a los sermones directos e incisivos del sacerdote.
¡°Su madre se llama Mar¨ªa, pero su padre, ?qui¨¦n es?¡±. Unos responden que Jos¨¦, otros que Dios. ¡°Es una cuesti¨®n de fe¡±, asegura. ¡°?Y qu¨¦ pondr¨ªamos en la profesi¨®n?¡±, vuelve a preguntar. La misa del padre Mauro est¨¢ llena de ni?as que cantan, de aplausos, de bailes, de trajes de colores azules y amarillos, de agradecimientos y palabras. Sus referencias a los emigrantes que pasan por Niamey son constantes: ¡°En la Iglesia recibimos a estos chicos cada d¨ªa, vienen con una enorme violencia incorporada, violencia que han sufrido en las fronteras, en los campos de detenci¨®n, en las miradas de la gente. Y eso les deja huellas¡±.
El joven marfile?o Ousmane Keita, nacido y criado en Abidjan, conoce bien esa violencia. Fue expulsado de Agadez hasta Niamey y el padre Mauro le ayud¨® a pagarse el viaje de vuelta a casa. Sin embargo, semanas despu¨¦s, vuelve a la capital nigerina para intentarlo de nuevo. Sue?a con llegar a Italia, con casarse con una europea, con hacer turismo por el mundo. Cuando le hablan de los peligros que tendr¨¢ que afrontar baja la mirada y esboza una sonrisa. ¡°Desde peque?o sue?o con Inglaterra¡±, murmura. A esto se refiere el sacerdote italiano cuando dice: ¡°Al principio, eres due?o de tu viaje; pasado un tiempo, el viaje se adue?a de ti¡±.
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