Camarero, hay un ni?o en mi sopa
Uno de los mejores chefs de EE UU reabre el eterno debate. ?puede un restaurante prohibir la entrada a los ni?os? Por ¨¦l, s¨ª
Imagine la escena. Va a cenar a un restaurante con tres estrellas Michelin, de un reputado chef experto en cocina molecular. El cubierto le sale por unos 200 euros y ha tenido que reservar con semanas de antelaci¨®n. Incluso ha tenido que pagar por adelantado el men¨². De pronto, un ni?o de ocho meses rompe a llorar escandalosamente en la mesa de al lado. Tal es el volumen de sus llantos que hasta se escuchan en la cocina, donde todo es jaleo.
Grant Achatz: "?La gente lleva a los ni?os al teatro? ?A conciertos?"
Pues algo as¨ª sucedi¨® el pasado s¨¢bado, once de enero, en el restaurante Alinea, de Chicago. Esa situaci¨®n llev¨® al chef responsable del local, Grant Achatz a preguntarse en Twitter si aquel era un lugar para los ni?os. ¡°?La gente lleva a los ni?os al teatro? ?A conciertos?¡±, reflexion¨® Achatz, premiado en 2008 como mejor chef de Estados Unidos.
Francis Paniego: "Es un problema de adultos. Si el ni?o rompe a llorar, sales un rato hasta que se calme".
El tema fue objeto de debate entre los seguidores del chef en la red social, con respuestas como, ¡°Los ni?os peque?os no deben estar en restaurantes de alta cocina¡± o, ¡°Se llama a una ni?era. Si puedes pagarte una cena en el Alinea...¡±. En este caso, seg¨²n explic¨® en su defensa la pareja del beb¨¦ llor¨®n, la canguro hab¨ªa cancelado su cita en el ¨²ltimo momento. Achatz tambi¨¦n pudo defender lo suyo el martes en el veterano programa de la ABC Good Morning America. ¡°Queremos que la gente venga y disfrute la experiencia de Alinea, pero tambi¨¦n tenemos que ser conscientes de las otras 80 personas que vinieron al local aquella noche¡±, adujo. Y ampli¨® este concepto en Twitter utilizando la comida, que al fin y al cabo es lo m¨¢s importante en su local, como argumento:
Definitely not baby food... @AlineaBaby pic.twitter.com/jQBrp5DwGU
— Gachatz (@gachatz) January 13, 2014
El debate es uno de los m¨¢s viejos desde que el mundo tiene cocineros. ?Se deben llevar beb¨¦s a los restaurantes? ?Est¨¢ uno en su derecho a amargarse porque un retaco le est¨¦ molestando la comida o por el contrario es que se ha pasado al bando del cr¨ªtico de Ratatouille? Desde Espa?a, el chef Francis Paniego rechaza la prohibici¨®n de ni?os planteada por Achatz: ¡°Es un problema de adultos. Si quieres ir a disfrutar de la experiencia de un restaurante as¨ª y no puedes hacerlo si no es con tu beb¨¦, lo l¨®gico es avisar al personal de la sala y si el ni?o rompe a llorar, sales un rato hasta que se calme¡±. El cocinero riojano, del restaurante Portal del Echaurren y poseedor de tres estrellas Michelin, alude a su propia experiencia: ¡°Hace 17 a?os fui al Rac¨® de Can Fabes con mi hija, que entonces era un beb¨¦ de teta. En un momento dado, avisamos a los camareros para que mi mujer pudiera darle el pecho. No hubo ning¨²n problema¡±.
Paniego defiende que la cultura gastron¨®mica se debe aprender desde los primeros a?os, no hay por qu¨¦ apartar a los m¨¢s peque?os de ella. ¡°Tengo un cliente que ahora es un ni?o ilustre. Es Mario, el chaval que con 12 a?os ha ganado Masterchef Junior. Ha ido varias veces a mi restaurante con sus padres a pedir el men¨² degustaci¨®n completo¡±. En resumen, le parece ¡°una barbaridad y un error¡± prohibir la entrada a los ni?os. ¡°Es tirar piedras contra tu propio tejado, ellos son la cantera de clientes¡±.
En nuestro pa¨ªs no hay muchos casos de restaurantes que hayan prohibido la entrada a los ni?os. Hace dos a?os y medio, en un lugar tan gastron¨®mico como Bilbao, el c¨¦ntrico caf¨¦-restaurante Syle colg¨® un cartel en su puerta en el que se reservaba el derecho de admisi¨®n a ¡°los menores de edad, acudan solos o acompa?ados¡±. La decisi¨®n vino entonces acompa?ada de pol¨¦mica, pero cont¨® con el respaldo de la Federaci¨®n de Hosteler¨ªa. Hoy, y a pesar de las quejas que suscit¨® entonces, el local mantiene el 'veto'. Desde el establecimiento explican que ahora m¨¢s que a la restauraci¨®n su negocio se dirige a los c¨®cteles y algunos pinchos, que incluso han retirado los men¨²s. Y no es f¨¢cil dar con muchos m¨¢s restaurantes que hayan tomado una postura similar. Tampoco es que estemos ante una demanda social importante. En redes sociales, apenas encontramos un grupo en Facebook llamado Restaurantes y bares 'libres de ni?os' Puede deberse a mil factores impredecibles pero la triste cifra de los miembros ¨Ctan solo 11 personas¨C se antoja indicativa.
La presencia a veces inc¨®moda de los ni?os en los restaurantes u otros lugares p¨²blicos es un debate que surge bastante a menudo. El pasado a?o, por ejemplo, tres aerol¨ªneas asi¨¢ticas crearon 'zonas tranquilas' en sus aviones prohibidas a menores de 12 a?os. Lo que s¨ª proliferan son los hoteles y viajes dirigidos ¨²nicamente a adultos. Hay incluso p¨¢ginas web que ayudan a buscar alojamientos de este tipo, en los que descansar lejos de los llantos de un beb¨¦ en la habitaci¨®n o en la mesa de al lado.
La discusi¨®n es casi eterna. Para unos, es un trato discriminatorio. Para otros, los adultos tienen derecho a disfrutar de lugares libres de los ni?os. Frente a aquellos que defienden que la cultura de cualquier tipo, incluida la gastron¨®mica hay que inculcarla desde la m¨¢s temprana edad, est¨¢n los que creen que ciertos platos solo est¨¢n capacitados para disfrutarlos los adultos. Paniego lo tiene claro y as¨ª zanja el debate: ¡°Hay adultos que son m¨¢s molestos que la mayor¨ªa de ni?os¡±. Y Grant Achatz, mientras tanto, a¨²n no ha decidido si prohibir¨¢ o no la entrada a los m¨¢s peque?os.
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