Mi Iphone, me lo reparo yo
?Crear cosas con las manos trae la felicidad? Hace unos d¨ªas hablaba con un joven que sosten¨ªa esta tesis. Sea como fuere crear cosas con tus propias manos, el movimiento del D.I.Y. ¡°do it yourself¡± (h¨¢galo usted mismo) es una tendencia creciente de consumo alternativo. Yo estoy de acuerdo con ese joven y creo que el D.I.Y. propicia momentos de felicidad. ?Qu¨¦ es cocinar para muchos y coser para unos menos sino una pr¨¢ctica bien arraigada del D.I.Y. ¡°avant la lettre¡±? Adem¨¢s te convierte en un consumidor m¨¢s responsable y m¨¢s sostenible cuando no s¨®lo creas sino que adem¨¢s recreas, reparas por ti mismo todo tipo de artefactos.
Hace meses escrib¨ª un post sobre la iniciativa Millor que nou (¡°Mejor que nuevo¡±) lanzada por el Ayuntamiento de Barcelona para ense?ar a sus ciudadanos a reparar muebles, bicicletas o peque?os electrodom¨¦sticos con la loable intenci¨®n de alargarles la vida y, por ende, reducir el volumen de residuos. Entonces descubr¨ª que algunos aparatos se pierden a veces en el limbo y no hay manera de revivirlos, como por ejemplo, las impresoras.
Otro objeto omnipresente en nuestras vidas, el m¨®vil, parece tambi¨¦n prestarse poco o nada a la reparaci¨®n por mucho que ponga uno de su parte. La publicidad -y la sociedad de consumo- nos empujan a cambiar de m¨®vil casi como de camisa y la idea de repararlo ni se nos pasa por la cabeza. Se dir¨ªa que la opci¨®n m¨¢s responsable -y solidaria- cuando decidimos deshacernos del tel¨¦fono es donarlo a una ONG, sea a la campa?a Dona tu m¨®vil, o bien a otras como Amnist¨ªa Internacional y Oxfam Interm¨®n.
Hay m¨®viles fabricados de tal manera que es casi imposible abrirlos para poder repararlos. De hecho Apple cre¨® un tornillo especial con el objetivo de dificultar la apertura y reparaci¨®n del Iphone. Se trata de una nueva vuelta de tuerca, nunca mejor dicho, de la cl¨¢sica y denostada obsolescencia programada. En este caso, el m¨®vil podr¨ªa seguir funcionando si lleg¨¢ramos a destriparlo pero, oh desgracia, aparentemente no hay utensilio sobre la Tierra que permita acceder a las entra?as del smartphone. Cuando uno clica ¡°obsolescencia programada¡± en Google el buscador le sugiere, como primera opci¨®n, ¡°obsolescencia programada Apple¡±. O sea que internet va bien cargada de noticias, quejas, blogs y comentarios poco laudatorios sobre la pr¨¢ctica nada sostenible y nada responsable del gigante americano. Gracias a una demanda interpuesta Apple tuvo que en su d¨ªa dar su brazo a torcer y ofrecer desde entonces una bater¨ªa de recambio para el Ipod. Y a pesar de ello, el servicio de reparaci¨®n del Ipod sigue siendo m¨¢s caro que la compra de un nuevo modelo.
As¨ª las cosas, aparentemente no hay herramienta capaz de desvelar el interior de un Iphone. O s¨ª. Me top¨¦ hace poco con la web Ifixit, que significa en ingl¨¦s ¡°yo lo arreglo¡±, y que se presenta como ¡°la gu¨ªa de reparaci¨®n gratuita para todo, escrita por todos¡±. Seg¨²n los promotores, si no puedes abrir algo, en realidad no lo posees. Una imagen copa toda la p¨¢gina de inicio, la de un Iphone abierto. Y no parece retocada con Photoshop. Ifixit se define como una comunidad global de ¡°tinkerers¡± (¡°manitas¡±), unas 700.000 personas desperdigadas por el planeta, que se ayudan m¨²tuamente compartiendo informaci¨®n y ¡°know-how¡± para reparar m¨®viles, pero tambi¨¦n Ipods, Ipads, tabletas, videoconsolas, ordenadores, c¨¢maras de fotos, electrodom¨¦sticos, incluso coches y furgonetas.
En su web puede leerse un manifiesto en favor del "derecho a la reparaci¨®n¡±: porque la reparaci¨®n ayuda a ahorrar dinero, protege el medio ambiente y crea trabajo. La reparaci¨®n es sin¨®nimo de libertad, seg¨²n su credo. Si has comprado algo deber¨ªas tener derecho a usarlo, modificarlo y repararlo cu¨¢ndo, d¨®nde y c¨®mo quieras. Reclaman el derecho, por lo tanto, a arreglar uno mismo sus objetos, a escoger el servicio de reparaci¨®n que se quiera, a contar con manuales y herramientas de diagn¨®stico, y a desbloquear y liberar el software alojado en sus aparatos. Y se preguntan: ?comprar¨ªas un coche si fuera ilegal cambiar los neum¨¢ticos? ?comprar¨ªas una bici si no pudieras arreglar la cadena?
Adem¨¢s de una comunidad global y colaborativa de ¡°manitas¡±, Ifixit est un lobby de presi¨®n. Por ejemplo, promueven junto con otras organizaciones una campa?a para que se apruebe en el Congreso de los EEUU una petici¨®n legislativa que legalice la liberaci¨®n de los m¨®viles. Y aconsejan a sus seguidores que compren productos de marcas m¨¢s abiertas a la reparaci¨®n, como Dell o Patagonia. Han elaborado un r¨¢nking de tabletas, clasific¨¢ndolas en funci¨®n de la mayor o menor facilidad para ser reparadas. Apple y Microsoft ocupan los ¨²ltimos lugares de la clasificaci¨®n. Denuncian que algunas empresas abusan del copyright para aplicar la obsolescencia programada como cuando en 2012 Toshiba oblig¨® a un joven australiano a quitar de su p¨¢gina web los manuales de 300 de sus ordenadores port¨¢tiles, manuales que ¨¦l hab¨ªa ido recuperando y subiendo gratis a la web.
M¨¢s all¨¢ de la comunidad y del lobby, Ifixit es sobre todo una empresa que vende componentes y herramientas para la autoreparaci¨®n. Fue creada en 2013 en la habitaci¨®n de una residencia universitaria, la habitaci¨®n compartida por Kyle Wiens y Luke Soules, por aquel entonces dos estudiantes de ingenier¨ªa de la Universidad Polit¨¦cnica de California. Todo empez¨® cuando ambos intentaron reparar un viejo iBook y a pesar de las dificultades se salieron con la suya. M¨¢s tarde decidieron empezar a publicar gratis en la web instrucciones de reparaci¨®n sencillas y pedag¨®gicas, pensadas en principio para sus clientes. Para su sorpresa descubrieron que sus textos iban mucho m¨¢s all¨¢ de la clientela formal. Se han servido de sus manuales detectives forenses, traductores de campo e incluso ni?os peque?os, en Estados Unidos, en el Tibet y en las islas Feroe, por citar algunos pa¨ªses. Todos y todas capaces de reparar por s¨ª mismos un Mac. Capaces y felices de hacerlo. Mi Iphone, me lo reparo yo, pueden afirmar muchas personas desde entonces. Seg¨²n Wiens y Soules, reparar algo por uno mismo es fant¨¢stico, casi m¨¢gico. Adem¨¢s, seg¨²n su filosof¨ªa, arreglando cada uno un aparato poco a poco al final entre todos ¡°repararemos el planeta¡± al reducir la ¡°chatarra electr¨®nica¡± que contamina gravemente el medio ambiente. Reutilizar, reparar y rehacer es siempre mejor que reciclar y exigen el derecho a poder hacerlo.
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Imagen de apertura: logo del "derecho a la reparaci¨®n" de Ifixit
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