Corrupci¨®n en China
Los papeles del ¡®Chinaleaks¡¯ destapan una trama de irregularidades propiciadas por el r¨¦gimen
La filtraci¨®n de millones de archivos sobre las fortunas ocultas de connotados miembros de la nomenclatura china destapa una parte del gigantesco entramado de abusos, ilegalidades y corruptelas que sostiene a la segunda econom¨ªa del mundo. El uso masivo de cuentas opacas en para¨ªsos fiscales salpica a pol¨ªticos, empresarios, gerentes de compa?¨ªas estatales y a 13 familiares de varios mandatarios y altos dirigentes comunistas, incluido el actual presidente, Xi Jinping.
Al mismo tiempo que varios medios internacionales ¡ªentre ellos EL PA?S¡ª difund¨ªan ayer estos documentos, comenzaba en Pek¨ªn el juicio contra el abogado Xu Zhiyong, l¨ªder de un movimiento ciudadano contra la corrupci¨®n. La coincidencia de los dos acontecimientos hace m¨¢s patente la actitud c¨ªnica de una clase pol¨ªtica que no se molesta en guardar las formas. Xu, detenido el pasado julio, se enfrenta a cinco de a?os de prisi¨®n por ¡°alteraci¨®n del orden p¨²blico¡±. As¨ª es como califican las autoridades las iniciativas de los activistas a favor de la transparencia y de que los funcionarios declaren su patrimonio.
China afront¨® la liberalizaci¨®n de su econom¨ªa manteniendo la dictadura del partido ¨²nico, y esto ha dado lugar a enormes disfunciones. El impresionante despegue econ¨®mico, ahora ralentizado, que sac¨® de la pobreza a millones de chinos, se ha visto acompa?ado de un crecimiento brutal de las desigualdades ¡ªsociales y geogr¨¢ficas¡ª, la corrupci¨®n, la contaminaci¨®n y la burbuja inmobiliaria. Los datos del Chinaleaks, procedentes de gestoras que operan en para¨ªsos fiscales, no hacen sino confirmar el evidente enriquecimiento de la casta dirigente. Basta ver las listas de milmillonarios y el ostentoso desfile de alta costura en que se han convertido los congresos del Partido Comunista y las reuniones de la Asamblea Popular. Y refrendan investigaciones como la realizada en 2012 por el diario The New York Times, que destap¨® que la fortuna de la familia del ex primer ministro Wen Jiabao se acercaba a los 2.000 millones de euros.
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Consciente del creciente malestar social, el presidente Xi declar¨® el a?o pasado la guerra a la corrupci¨®n y prometi¨® perseguir a ¡°tigres y moscas¡±. Moscas han ca¨ªdo muchas, pero los escasos tigres cazados o acechados ¡ªcomo Bo Xilai o Zhou Yongkang¡ª son, casualmente, rivales pol¨ªticos. Este no es un dato alentador, como tampoco lo es la reacci¨®n de Pek¨ªn al esc¨¢ndalo del Chinaleaks: un apag¨®n informativo que incluye el bloqueo de las p¨¢ginas web de los medios internacionales que informan sobre el caso. Un portavoz de Exteriores a?adi¨® que ¡°se demostrar¨¢ que los limpios son limpios y los sucios son sucios¡±, como queriendo desmarcar a los prohombres de sus parientes inc¨®modos.
Para combatir de verdad la corrupci¨®n y adecentar la pol¨ªtica y la econom¨ªa de China es necesario ¡ªaunque no suficiente¡ª desmantelar el r¨¦gimen de partido ¨²nico. Lo que propicia los abusos es, precisamente, la ausencia de libertad, de transparencia y de controles.
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