La dependencia mutua asegurada
La dependencia mutua de los pa¨ªses respecto de los alimentos, el agua y la energ¨ªa requiere una reacci¨®n mundial en materia de sostenibilidad
Durante la Guerra Fr¨ªa, la certidumbre sobre la ¡°destrucci¨®n mutua asegurada¡± alej¨® de la cat¨¢strofe la carrera de las armas nucleares: un posible atacante afrontar¨ªa una represalia inmediata, con lo que los dos bandos acabar¨ªan aniquilados. Actualmente, est¨¢ produci¨¦ndose una carrera muy diferente, por los recursos vitales de la Tierra, que amenaza con socavar la estabilidad de regiones decisivas del mundo. La dependencia mutua, cada vez mayor, de los pa¨ªses respecto de los alimentos, el agua y la energ¨ªa de otros requiere una reacci¨®n mundial en materia de sostenibilidad en el nivel pol¨ªtico m¨¢s alto.
A diferencia de la carrera de las armas nucleares del siglo XX, el programa de seguridad en materia de recursos no es lineal. Durante la Guerra Fr¨ªa, la destrucci¨®n mutua asegurada fue reconocida expl¨ªcitamente en declaraciones de los dos bandos. En la carrera por los recursos que caracteriza el siglo XXI, ninguno de los participantes amenaza directa o indirectamente a otros con limitar las exportaciones de alimentos o de energ¨ªa, pero todos corren riesgos sist¨¦micos.
Los pa¨ªses han llegado a ser ineludiblemente interdependientes y el cambio clim¨¢tico, la escasez de agua y la p¨¦rdida de la capacidad de resistencia ecol¨®gica aumentan la inestabilidad de la dependencia mutua. En un mundo de recursos limitados y escasos, los pa¨ªses y las empresas se ver¨¢n obligados a adoptar decisiones que afectar¨¢n a la seguridad mutua.
Para gestionar esa interdependencia, el ?ndice de Seguridad de la Tierra de 2014, preparado por la Iniciativa en pro de la Seguridad de la Tierra, muestra las vulnerabilidades combinadas de los pa¨ªses que podr¨ªan aumentar la exposici¨®n al riesgo de ¨¦stos y de las empresas, a no ser que se apliquen m¨¢s planteamientos estrat¨¦gicos e inversiones sostenibles. Seg¨²n el IST, existen cuatro sectores de dependencia mutua que probablemente moldear¨¢n la seguridad mundial en los pr¨®ximos decenios:
- Puntos cr¨ªticos. No se puede satisfacer la demanda en aumento de energ¨ªa, agua, alimentos y tierras por parte de los pa¨ªses sin que resulten afectados los limitados recursos disponibles. Se alcanzan puntos cr¨ªticos cuando los recursos disponibles son insuficientes para satisfacer la demanda. En China y la India, por ejemplo, eso significa que en ciertas regiones puede no haber agua suficiente a corto plazo para hacer funcionar las centrales t¨¦rmicas de electricidad alimentadas con carb¨®n y regar grandes campos para dedicarlos a cultivos. En China, se van a construir el 60 por ciento de las centrales el¨¦ctricas alimentadas por carb¨®n en regiones con escasez de agua.
- Alimentos.La dependencia cada vez mayor por parte de muchos pa¨ªses de las importaciones de alimentos, agua y energ¨ªa brinda nuevas oportunidades de comercio e inversi¨®n, pero tambi¨¦n expone a los pa¨ªses a vulnerabilidades cr¨ªticas. Australia, por ejemplo, es una gran exportadora de carb¨®n, pero importa la mayor parte de sus combustibles refinados y s¨®lo dispone de tres d¨ªas de reservas de combustibles. Los problemas de la dependencia mutua son particularmente graves en el caso de los alimentos. Como muestra el IST, algunos pa¨ªses ¨Centre ellos, Egipto, el Per¨² y los Emiratos ?rabes Unidos¨C dependen enormemente de las importaciones de cereales procedentes de un peque?o n¨²mero de proveedores.
Adem¨¢s, la exposici¨®n de los proveedores de cereales a fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos puede comprometer su capacidad para mantener los suministros, cuyos efectos de domin¨® afectar¨¢n a los pa¨ªses que dependen de las importaciones. Por ejemplo, Rusia, a ra¨ªz de una sequ¨ªa muy grave habida en 2010, prohibi¨® la exportaci¨®n de trigo. Se cree que los consiguientes aumentos en los precios de los alimentos influyeron en la revoluci¨®n de Egipto.
- Teleconexiones. La previsi¨®n de riesgos ecol¨®gicos sist¨¦micos ser¨¢ cada vez m¨¢s importante para sectores como, por ejemplo, los de reaseguros y de inversiones en infraestructuras. Las ¡°teleconexiones¡± se refieren a episodios meteorol¨®gicos relacionados entre s¨ª a lo largo de grandes distancias geogr¨¢ficas. Son bien conocidos de los cient¨ªficos, pero las industrias, los inversores y los gobiernos cuya seguridad depende de la estabilidad medioambiental no los han examinado apropiadamente.
Por ejemplo, los bosques pluviales tropicales desempe?an una funci¨®n decisiva en el mantenimiento de un tiempo atmosf¨¦rico y unas precipitaciones estables, pues hacen de ¡°bomba¡± que ayuda a la humedad a viajar entre diferentes regiones. As¨ª, pues, la desforestaci¨®n puede tener un efecto desestabilizador en las configuraciones meteorol¨®gicas, al amplificar la frecuencia y la gravedad de los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos, como, por ejemplo, las inundaciones y las sequ¨ªas.
Las consecuencias resultantes para industrias decisivas y para el sector financiero est¨¢n claras. En el Brasil, por ejemplo, la desforestaci¨®n en la Amazonia se ha aminorado en gran medida en los cinco ¨²ltimos a?os, pero este pa¨ªs ya ha perdido m¨¢s de 11 millones de hect¨¢reas de bosques pluviales; tambi¨¦n ha aumentado constantemente su exposici¨®n a los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos y tan s¨®lo en 2011 las inundaciones han causado p¨¦rdidas que han ascendido a 4.700 millones de d¨®lares.
- Obst¨¢culos que afectan la productividad de la tierra. Los recursos de los sistemas agr¨ªcolas est¨¢n llegando al l¨ªmite y los persistentes desfases de su administraci¨®n comprometen su capacidad para velar por la seguridad alimentaria, unos medios de vida dignos y una gesti¨®n ecol¨®gica. Las empresas, los inversores, los gobiernos y las comunidades tropiezan con diversos obst¨¢culos cr¨ªticos para aumentar la disponibilidad de alimentos que el mundo necesita: la inseguridad en materia de derechos de propiedad de la tierra de las poblaciones locales; los descensos en las capas fre¨¢ticas debidos a unas tasas de extracci¨®n insostenibles; la utilizaci¨®n ineficiente de insumos que causan contaminaci¨®n, como los fertilizantes y los plaguicidas; la p¨¦rdida de ecosistemas decisivos que afecta la capacidad de resistencia de la producci¨®n alimentaria; y la incapacidad de ciertas zonas para afrontar fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos.
En algunas regiones de la India, por ejemplo, esas cuestiones se dan conjuntamente. La inseguridad sobre el r¨¦gimen de tenencia de la tierra desincentiva a los agricultores con peque?as explotaciones a la hora de comprometerse con inversiones que aumenten la productividad; las tasas de extracci¨®n de agua est¨¢n agotando los acu¨ªferos a consecuencia de unas pol¨ªticas permisivas; y millones de personas carecen de seguridad alimentaria, pese al r¨¢pido crecimiento econ¨®mico de las zonas urbanas. Los pa¨ªses y las empresas tendr¨¢n que invertir cada vez m¨¢s en tierras sostenibles para compensar sus riesgos en materia de recursos.
En 2015, se van a acordar marcos mundiales para abordar el cambio clim¨¢tico, coordinar las reacciones ante los desastres naturales y orientar el programa mundial de desarrollo. Algunos de esos procesos multilaterales ¨Cen particular, los encaminados a la consecuci¨®n de un ambicioso acuerdo mundial sobre el clima¨C parecen ir avanzando muy lentamente porque chocan con intereses geopol¨ªticos.
En el pasado, la necesidad de una gesti¨®n nuclear de alto nivel era urgente y clara, pero requer¨ªa procesos encaminados a la creaci¨®n de una comprensi¨®n com¨²n de los riesgos y las oportunidades transnacionales.
Las reacciones multilaterales logradas, como el Tratado sobre la No Proliferaci¨®n de las Armas Nucleares, siguen apoyadas por plataformas mundiales m¨¢s flexibles, como, por ejemplo, la Iniciativa sobre la amenaza nuclear, basada en relaciones y confianza establecidas fuera del ¨¢mbito del multilateralismo oficial.
Este a?o, cuando los dirigentes mundiales examinen la siguiente generaci¨®n de marcos sobre la sostenibilidad, el desarrollo y el clima, deber¨¢n situar la seguridad y la dependencia mutua en el centro de sus propuestas. Tambi¨¦n a ese respecto el mundo deber¨¢ crear plataformas oficiosas que complementen el multilateralismo tradicional.
En particular, se deben revisar las anticuadas divisiones entre pa¨ªses ricos y pobres y sus responsabilidades. Cuando nuevas potencias como China, el Brasil, la India y otras econom¨ªas del G-20 se proponen reformar los sistemas de gobernaci¨®n mundial, su vulnerabilidad en relaci¨®n con la seguridad de los recursos debe reforzar esos procesos. S¨®lo entonces ir¨¢ el mundo camino de mejorar la seguridad de todos.
Alejandro Litovsky es fundador y director gerente de la Iniciativa en pro de la Seguridad de la Tierra. Michael Schaefer es presidente de la Fundaci¨®n BMW y ex embajador de Alemania en China.
Traducido del ingl¨¦s por Carlos Manzano.
? Project Syndicate, 2014
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