La misi¨®n creativa de los nuevos migrantes magreb¨ªes
Por Anal¨ªa Iglesias
Ya hay una generaci¨®n de migrantes magreb¨ªes que no vienen a Europa a trabajar en tareas manuales del campo o de la industria. Ellos hacen cine, teatro, m¨²sica... escriben, viven alternativamente en ?frica o en Europa, porque el "el mar Mediterr¨¢neo es, ante todo, movilidad", como dice la autora de este estudio sobre las migraciones ¨¢rabes y magreb¨ªes hacia Europa.
Algunos son hijos de los trabajadores que ayudaron a levantar los pa¨ªses europeos del norte tras la devastaci¨®n de la Gran Guerra, en los sesenta; otros han venido por su propia sed de vida e inspiraci¨®n; o vinieron a trabajar de obreros y terminaron siendo cineastas.
Fotograma de 'Solei-man', una pel¨ªcula de Mohamed El Badaoui.
Mohamed El Badaoui es uno de estos migrantes: un cineasta que ya no importa a qu¨¦ subgrupo pertenece. Solo habr¨¢ que decir que naci¨® en 1979, en Alhucemas, en el Rif marroqu¨ª, y que ha vivido desde ni?o entre Holanda y Espa?a. Su idioma m¨¢s ¨ªntimo es el amazigh rife?o, pero su lenguaje f¨ªlmico est¨¢ hecho de la larga mirada del ni?o en las monta?as donde choca el Mediterr¨¢neo y de a?os de silenciosa contemplaci¨®n a la luz blanquecina del norte, en La Haya. De este lado del mar, a Mohamed le dicen El¨ªas y hay quien lo nombra con el nombre del protagonista de su primera pel¨ªcula: Soleiman.
Solei-man es un largo de ficci¨®n, coproducido por Espa?a, que se ha alzado, adem¨¢s, con dos premios del Festival de Nador (menci¨®n especial al director y mejor actriz), en la edici¨®n 2013, dedicada a la inmigraci¨®n y la integraci¨®n; ha sido seleccionado para la secci¨®n oficial, competitiva, en el 15? Festival Nacional de Cine de T¨¢nger, la gala mayor del cine marroqu¨ª, que se celebrar¨¢ del 7 al 15 de febrero pr¨®ximo, y se estrenar¨¢ en el circuito comercial de salas de su pa¨ªs durante la pr¨®xima primavera.
La pel¨ªcula con la que Mohamed vuelve a los paisajes de su ni?ez habla de amor y dolores. Soleiman (Mohamed El Badaoui) es un pescador que vive con su mujer (maravillosa Anisa Ikarri) y su hijo (muy cre¨ªble Omar Bouamar) en la zona rural de Alhucemas. Eva (Nina Ikonen) es una turista europea que enamora a Soleiman, justo en el momento en que la familia del pescador empieza a derrumbarse por la grave enfermedad del ni?o.
Tr¨¢iler de 'Solei-man'.
El Badaoui dice con silencios esos lugares del alma en que aun las emociones m¨¢s placenteras se vuelven pura lastimadura y, tambi¨¦n, los lugares del afuera que ¨¦l reconoce bien. Enuncia, as¨ª, con planos muy cuidados esa tierra en la que la pesca artesanal es casi la ¨²nica actividad econ¨®mica posible y el c¨¢ncer, una preocupaci¨®n constante, por la alt¨ªsima incidencia de casos en la regi¨®n (algo que los habitantes de la zona suelen atribuir a la contaminaci¨®n qu¨ªmica tras los bombardeos de los a?os 20, de los que hablaba el documental Arrhash/Veneno).
Cine lac¨®nico y con aire de f¨¢bula moral, como la obra del canadiense Atom Egoyan, con algo de la teatralidad muda de Aki Kaurism?ki, un registro con el que El Badaoui afirma querer alejarse de los filmes "que no paran de hablar" y del cine teatral marroqu¨ª, que "naci¨® de los cuentacuentos y del teatro marraquech¨ª". ?l apuesta por el silencio, el sonido directo del viento en la orilla, las pausas y las miradas que lo dicen todo de las pasiones, y tambi¨¦n del desamor, con viol¨ªn de Ara Malikian. Por cierto, en el equipo t¨¦cnico, figuran los espa?oles Federico Ribes, como director de fotograf¨ªa, y Jos¨¦ Luis Soria, como jefe de iluminaci¨®n.
Nina Ikonen, Mohamed El Badaoui y Anisa Ikarri en una escena de 'Solei-man'.
Ha llegado la hora de que el cine magreb¨ª se atreva al amor, dec¨ªamos; que se acerque a la vida cotidiana de un d¨ªa como hoy, a?o 2014, m¨¢s all¨¢ o m¨¢s ac¨¢ de la historia, el folklore y las denuncias sociales de todo lo que queda por hacer. Poner el foco en el d¨ªa a d¨ªa de una familia marroqu¨ª no significa olvidarse del contexto: en Solei-man se alude a la actualidad pol¨ªtica cuando se menciona la nueva legislaci¨®n sobre el divorcio y la poligamia (a partir de la aprobaci¨®n del nuevo C¨®digo de Familia o Mudawana, en 2004, la mujer tiene el mismo derecho que el hombre a solicitar el divorcio y la primera esposa, el derecho a negarse a la poligamia).
Sin duda, estos amantes en el Rif ya desbrozan el camino a la nueva generaci¨®n de personajes, guionistas y directores marroqu¨ªes que hablan con (y desde) el coraz¨®n, sean o no migrantes de las fronteras externas.
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