Yo no tengo un Goya

Interior, d¨ªa. La escena transcurre a primera hora de la ma?ana en un estudio de fotograf¨ªa. Hay hileras de vestidos y trajes colgados en burros de metal y un par de estilistas trajinan entre ellos. El equipo del retratista Nico afina la iluminaci¨®n, y David Trueba, director y guionista de cine, se encuentra sentado a una mesa con la novela Saber perder bajo las manos p¨¢lidas. La public¨® en 2008, y que la haya tra¨ªdo no es casual. De hecho, charla con el actor Javier C¨¢mara sobre el asunto. Entre ambos suman 17 nominaciones a los premios de la Academia de Cine. Nunca lo han ganado. Esta noche vuelven a competir, ambos por la pel¨ªcula de Trueba Vivir es f¨¢cil con los ojos cerrados, finalista en siete categor¨ªas. Quiz¨¢ en 2014 se revierta su suerte. Quiz¨¢ no. El Pa¨ªs Semanal ha querido reunir a un selecto grupo de maestros sin Goya. Un tributo a quienes son habituales en las porras, pero jam¨¢s han salido victoriosos. Una decena de ¡°?fucking loosers!¡±, como grita C¨¢mara cuando se deja caer por el estudio alguno de los eternos finalistas: desde Ana Bel¨¦n hasta Jordi Moll¨¤, pasando por Najwa Nimri. Entre todos suman 54 nominaciones sin premio. Trueba lidera la clasificaci¨®n, con 11. Y en la lista se ha colado por los pelos Gracia Querejeta, cuya pel¨ªcula 15 a?os y un d¨ªa es otra de las favoritas esta noche, con 7. La cineasta gan¨® en 1991 el premio a mejor corto documental. Pero recibi¨® el galard¨®n exaequo con otro cortometraje y, adem¨¢s, su pel¨ªcula la hab¨ªa codirigido. Ni oli¨® el cabez¨®n. Lo contar¨¢ en un rato. De momento, C¨¢mara y Trueba charlan en una mesa. De esto hablan quienes se quedan a las puertas del Goya:

David Trueba. El premio suele consistir en que sale un t¨ªo joven y dice: ¡°Yo me cago en el cine espa?ol, son todos unos gilipollas y tal¡±. Entonces le dan el Goya. Y al a?o siguiente ya cambia [pone voz de pito]: ¡°Pues este a?o esperamos todos juntos que bajen el IVA¡±.

Javier C¨¢mara. Es algo que pasa en las escuelas de arte dram¨¢tico: ves actores impresionantes y guapos. Pero luego te das cuenta de que no solo es cuesti¨®n de talento o de premios. Sino de perseverar, de disciplina. La suerte de la profesi¨®n supone que eligen a la chica gordita porque la necesitan en esa ocasi¨®n. Todo es mucho m¨¢s aleatorio.

Si hiciera el vestuario tampoco me lo dar¨ªan David Trueba

D. T. Es la persistencia la que domestica el azar. Si persistes, el azar pasa por ti. Una vez se lo o¨ª a Serrat: ¡°?Cu¨¢l es el secreto de una carrera tan larga? No moverte¡±. El disco gira y gira y, de vez en cuando, pasa por donde est¨¢s haciendo tus cosas. El disco que podr¨ªamos llamar el ¨¦xito o la suerte va siempre un cent¨ªmetro por delante. Te pones en un sitio. Y ya vendr¨¢. Siempre que hay un premio y no te lo dan, dices: ¡°Ya vendr¨¢¡±. Y quiz¨¢ llegue cuando mejor te viene, que es cuando no vas a caer en la estupidez de pensar que te lo mereces o que lo has hecho mejor que los dem¨¢s. El premio tiene el peligro de que te convierte en un idiota con facilidad ¨Cy entonces, de alguna manera, eres un finalista idiota; el otro ya es un consagrado¨C. Yo siempre digo que deber¨ªan estar prohibidos los premios hasta los 80 a?os. Ya no puedes hacer nada, est¨¢s jodido, has hecho seguramente tus mejores cosas, as¨ª que recoger premios, pues¡­ te congratula. Yo he perdido la cuenta de los que he perdido.

J. C.Pero llevamos¡­ cu¨¢ntos: ?25, 30 a?os? [la primera ceremonia se celebr¨® en 1987] Es poco tiempo. Los Oscar llevan 75 u 80¡­

Aparece entonces Gracia Querejeta. Ha dormido poco. Anoche asis??ti¨® a la gala de los Premios Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦, votados por los productores de cine. Su cinta 15 a?os¡­ figuraba entre las candidatas a mejor pel¨ªcula, igual que C¨¢mara era uno de los aspirantes a mejor interpretaci¨®n masculina. Ninguno se llev¨® nada. Las principales categor¨ªas las gan¨® La herida, ¨®pera prima de Fernando Franco, que esta noche aspira a seis goyas ¨Cmejor pel¨ªcula, entre ellos¨C. En cuanto ven a su colega Querejeta, Trueba y C¨¢mara gritan su nombre en ingl¨¦s: ¡°?Greis, Greis, Greis Quereyet!¡±.

D. T. Greis, ?por fin competimos! ?O ya competimos una vez?

Gracia Querejeta. No me acuerdo¡­ Pues no me esperaba yo lo de La herida. Esto es como el rollito Rosales. Ya os digo yo que¡­

La soledad, de Jaime Rosales, fue la sorpresa de la XXII edici¨®n de los Goya (2008): gan¨® el premio a mejor pel¨ªcula y mejor direcci¨®n. Querejeta compet¨ªa con Siete mesas de billar franc¨¦s y fue uno de los cad¨¢veres que Rosales dej¨® a su paso. Otro fue Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro, el realizador con m¨¢s nominaciones sin premio (tres) junto a Trueba y Querejeta. Emilio, de 69 a?os, compet¨ªa como mejor director por Las 13 rosas. Pens¨® que le hab¨ªa llegado el momento. Pues tampoco. ¡°Se la dieron a un t¨ªo que sali¨® por all¨ª desconocido. Que de pronto dices: ?Hostias! ?Mejor director y mejor pel¨ªcula!¡±. Mientras, en el estudio, aparece Trist¨¢n Ulloa, cinco veces nominado.

Trist¨¢n Ulloa. ?No dais un Goya aqu¨ª? ?D¨®nde est¨¢ mi Goya?

D. T. Un a?o, me acuerdo de que estabais nominados juntos.

J. C. ?El primero! A mejor actor revelaci¨®n.

T. U. Con Ernesto Alterio y Miroslav Taborsky.

D. T. Ese a?o [1999] fui a comer con Miroslav, el de La ni?a de tus ojos, y le dije: ¡°Mira, Miroslav, yo creo que La ni?a¡­ va a ganar muchos, menos dos: el de mejor guion, porque estoy yo y no me lo van a dar, y el tuyo, porque eres extranjero. Y compites con tres actores buen¨ªsimos: Javier C¨¢mara, Trist¨¢n Ulloa y Ernesto Alterio¡±. El t¨ªo no se lo cre¨ªa. ¡°Es que eres checo y los Goya no se los dan a un checo¡±. Tuvo mucha suerte: os robasteis los votos entre vosotros, qued¨® ¨¦l y gan¨®.

Tengo un master en cara de perdedor

Juan Diego Botto

J. C. Es la ¨²nica vez que me ha dolido, porque Santiago Segura me hizo la campa?a a m¨ª [C¨¢mara fue finalista por su papel en Torrente, el brazo tonto de la ley]. Me repet¨ªa: ¡°Te lo van a dar¡±. Ya durante el rodaje. Me puso la cabeza as¨ª. Llegu¨¦ a la gala pensando: ¡°Pues debe de ser que ¨¦l sabe que me lo dan¡±. Y cuando dijeron: ¡°El Goya es para¡­¡±. Hay que recuperar la hemeroteca para ver la cara de imb¨¦cil, que es la ¨²nica vez ya que se me ha puesto.

La ¡°cara de imb¨¦cil¡± de la que habla C¨¢mara es uno de los temores recurrentes. Para dominar la situaci¨®n existe lo que Ana Bel¨¦n, cinco veces nominada, define rostro de ¡°qu¨¦-alegr¨ªa-me-da-que-te-lo-den-a-ti-fulanita-y-c¨®mo-te-lo-mereces¡±. Hay que ponerse en situaci¨®n: para el espectador vale tanto el rostro del ganador como el del perdedor. Una c¨¢mara se sit¨²a a un palmo del aludido. ¡°Parece que te quieren hacer una radiograf¨ªa de tu pensamiento¡±, dice Jordi Moll¨¤, finalista en cinco ocasiones. Juan Diego Botto, que compite este a?o como actor de reparto por Ismael(su quinta nominaci¨®n), asegura que tiene un m¨¢ster en cara ¡°de perdedor alegre¡±. En sus palabras: ¡°Hay que trabajarla. Porque ocurre un fen¨®meno que he vivido todas las veces. Est¨¢s convencido de que no vas a ganar hasta que empiezan a leer nombres, y de repente hay algo, un instinto animal, que se levanta y dice: ¡®?Y si¡­?¡¯. Por eso tienes que estar preparado. La peor cara de perdedor en unos premios la puso River Phoenix el a?o en el que Kevin Kline se llev¨® el Oscar como actor de reparto. Era tan absolutamente exagerada la alegr¨ªa que sent¨ªa por otro compa?ero, que dices: ¡®No puedo creer que te alegres tanto por no hab¨¦rtelo llevado¡±.

Pero habl¨¢bamos de Torrente.

D. T. Santiago es muy querido por la Academia. Se lo dieron por un corto. Luego, como actor revelaci¨®n por El d¨ªa de la bestia. Y a mejor director novel por Torrente. Gan¨® tres en sus primeras tres. Yo, lo que quiero ser es Randy Newman, mi m¨²sico favorito, que tenia 17 nominaciones y nunca se lo hab¨ªan dado, y luego se lo empezaron a dar. [Entre 1982 y 2002, Newman fue nominado al Oscar en 16 ocasiones. Lo gan¨® ese a?o por Monstruos SA y en 2011 con Toy story 3].

J. C. Molar¨ªa saber qui¨¦nes tienen un Goya y qui¨¦nes no. Por una eficiencia l¨®gica. Es decir, la pr¨®xima vez que salga Terele P¨¢vez, por ejemplo¡­ Aunque cuando uno hace Los santos inocentes (1984) como ella lo hizo, da igual.

D. T. Ya, pero no hab¨ªa Goyas. Lo raro es que no lo ganara por El d¨ªa de la bestia. Pero este es su a?o.

J. C. Cuidado que las secundarias¡­

D. T. Gracia, t¨² eres una falsa perdedora. Tienes uno nada m¨¢s empezar.

G. Q. Tengo un cacho. Tengo, f¨ªjate, una tercera parte de la mitad de un Goya.

D. T. ?De corto documental?

J. C. ?Pero esto qu¨¦ es?

G. Q. Esto es rar¨ªsimo.

D. T. ?Y luego cu¨¢ntas veces te han nominado?

G. Q. Pues a mejor direcci¨®n, tres; a mejor guion, dos¡­

El Pa¨ªs Semanal. Y por ?Hay motivo!

D. T. ?Hay motivo! Yo no la cuento, ?joder!

G. Q. Ah¨ª palmamos.

D. T. Se me hab¨ªa olvidado¡­

El largometraje documental ?Hay motivo!, formado por 32 piezas, cada una de ellas dirigida por un cineasta diferente, entre ellos, Trueba, Querejeta y Botto, fue finalista en 2005. Pero perdi¨®. Una muesca m¨¢s en la culata.

G. Q. Ahora ya empiezo a tener una entidad, ?eh? Por lo menos, que los que salgan ah¨ª se sientan culpables.

D. T. Al final es lo que me dec¨ªa Di Stefano cuando le comentaba la cantidad de copas de Europa que ha ganado [pone voz ronca]: ¡°Ya, ?y las que he perdido? Mira, David, cuando juegas a un nivel pierdes m¨¢s que ganas¡±.

El discurso te lo preparas siempre

Jordi Moll¨¤

J. C. Si est¨¢s en esta profesi¨®n para ganar, es complicado.

G. Q. Por estad¨ªstica pura¡­ es muy dif¨ªcil estar siempre ganando.

J. C. Yo reconozco que la primera vez me hac¨ªa much¨ªsima ilusi¨®n. Era mi bienvenida. Pero cuando ya te das cuenta de que no, vuelve la normalidad. Esto es muy dif¨ªcil, hay mucha gente, 100 pel¨ªculas al a?o. Estar ya nominado es un t¨®pico, pero es realmente un premio.

D. T. Lo m¨¢s humillante de no ganar me pas¨® a m¨ª. Est¨¢bamos rodando Two much en Los ?ngeles, y yo estaba nominado y no pod¨ªa ir a la gala. Jos¨¦ Luis Alcaine [director de fotograf¨ªa] me dijo: ¡°?Le has dado a alguien el discurso para que lo lea?¡±. Y yo: ¡°No voy a ganar¡±. Y ¨¦l: ¡°Hombre, tienes que decirle a alguien que lea unas palabras¡±. Y estaba Gabino Diego all¨ª, rodando unos d¨ªas, pero se volv¨ªa. Y se lo pido: ¡°Oye, Gabino, te voy a escribir unas palabras, y si gano, las lees¡±. Puse algo en una servilleta para que se acordara de tres guionistas a los que admiraba. Algo como muy sentimental. Despu¨¦s de la gala me llama y me dice: ¡°Oye, que no has ganado¡±. Y al d¨ªa siguiente me cuentan que Gabino ha ido por todos los bares de Madrid, por todas las fiestas, leyendo mi nota, y descojon¨¢ndose todos de m¨ª. Unos a?os despu¨¦s impusimos una cosa con Wyoming. Nos reun¨ªamos unos amigos a celebrar los Goya. Como siempre perd¨ªamos, un a?o dijo Wyoming: ¡°Sub¨ªos a esta silla y pronunci¨¢is el discurso que ibais a decir¡±. Estaba Maribel Verd¨²: ¡°Pues yo s¨ª que lo hago: se lo dedico a mis padres¡­¡±. Y empez¨® a llorar en la silla. Luego sub¨ª yo, y luego, tres o cuatro m¨¢s. Lo recomiendo como terapia.

J. C. Yo me lo prepar¨¦ la primera vez.

D. T. Santiago Segura se jug¨® 100.000 pesetas con Javier Fesser a que iba a ganar Fesser, con El milagro de P. Tinto, el premio a la direcci¨®n novel, y no ¨¦l por Torrente. Y si ves la retransmisi¨®n, cuando gana Santiago, sale por el pasillo, hace as¨ª, y de la chaqueta coge un sobre¡­ Le dio el sobre con el dinero. Eso demuestra hasta qu¨¦ punto es un t¨ªo justo. Aquello fue un precedente de B¨¢rcenas.

G. Q. Es todo un mundo, lo de los premios. Yo en la vida me preparar¨ªa nada. Creo que es mejor si dices algo espont¨¢neo.

D. T. Est¨¢s m¨¢s tranquilo si sabes lo que te gustar¨ªa decir. Agradecer a esto, lo otro, o decir algo sobre la ley del aborto.

G. Q. Madre m¨ªa.

D. T. ?Sabes la cantidad de gente que me ha felicitado por las nominaciones? Pero a?aden: ¡°A¨²n no he visto la pel¨ªcula¡±. Y digo, joder, ?es que no va nadie al cine!

G. Q. Muy poco.

D. T. Es muy doloroso. ?A ti cu¨¢ntas veces te han nominado, Trist¨¢n? ?De director novel tambi¨¦n, no?

T. U. Cinco en total. Tres de actor, director novel y guionista. No est¨¢ mal.

D. T. Yo creo que si hiciera el vestuario, tampoco me lo daban.

T. U. En un mismo a?o ten¨ªa las tres. Pero estaba seguro de que no me lo llevaba, porque se repart¨ªan los votos. Y el a?o en el que est¨¢bamos nominados Javier, Ernesto y yo¡­ El tercero en discordia siempre se lleva el premio.

J. C. Ah¨ª se cumpli¨® la maldici¨®n del actor revelaci¨®n. Gan¨® Miroslav, pero para nosotros fue un espaldarazo. A Ernesto, de casta le viene al galgo, pero Trist¨¢n y yo era lo primero que hac¨ªamos.

D. T. Sabes que hay un dicho: ¡°El Goya es un a?o sin trabajar¡±.

T. U. ?El Goya o el Goya revelaci¨®n?

D. T. Ha habido muchos. El de revelaci¨®n es dram¨¢tico.

T. U. Yo me he pasado sin trabajar m¨¢s de un a?o, y sin tener Goyas.

J. C. Yo tambi¨¦n.

D. T. Mira, hablando del rey de Roma¡­

Terele P¨¢vez entra en ese instante en el estudio con sus seis d¨¦cadas de carrera de int¨¦rprete y saludando con voz agrietada. Esta noche se la juega como actriz de reparto por quinta vez por su papel en Las brujas de Zugarramurdi. Su nombre suena en las quinielas y es el ¨²nico candidato, por ejemplo, que Trueba se atreve a deslizar cuando se le pide una lista de ganadores. Najwa Nimri, cuatro veces finalista (dos como actriz y otras dos como m¨²sica), y que estos d¨ªas se encuentra promocionando Rat race, un disco de electr¨®nica, insin¨²a: ¡°Para que te lo den tienes que desearlo. Es parte del juego¡±. P¨¢vez fuma en el camerino y ese deseo se intuye bajo el humo: ¡°Estoy preparada para el no. Para lo que no estoy preparada es para que me lo den. Igual me desmayo, yo que s¨¦. Si es que no me lo puedo imaginar. ?C¨®mo me lo van a dar a m¨ª? No s¨¦ c¨®mo voy a reaccionar, me voy a emocionar, porque¡­ s¨¦ la alegr¨ªa que tiene mucha gente de que me lo den. Eso lo notas. Amigos que llaman y me dicen que est¨¢n como locos por que gane. Adem¨¢s, me pilla haciendo una funci¨®n maravillosa con Marisa Paredes, en casa, trabajando. Es un a?o muy bonito¡±. Fuera del camerino, y acabada la tertulia de los sin premio, C¨¢mara se levanta y estornuda de forma aparatosa. Trueba lo mira de reojo. ¡°Por eso no gana Goyas¡±, dice con las manos sobre la cubierta de Saber perder.?