Horizonte sostenible
FOTO: Akiko Kubo
¡°?C¨®mo puede una casa peque?a hacer que la gente piense y se comporte de manera m¨¢s sostenible?¡± Un concurso, promovido por la empresa japonesa Lixil ¨Cdedicada a la producci¨®n de materiales de construcci¨®n- planteaba esa pregunta. La intenci¨®n era incorporar nuevas tecnolog¨ªas a la arquitectura de una peque?a vivienda en un ¨¢rea rural de Hokkaido, la segunda isla de Jap¨®n, que da nombre a esa regi¨®n en el norte dedicada fundamentalmente a la agricultura y la ganader¨ªa. La idea era levantar una vivienda que sirviera como laboratorio de experimentaci¨®n para las ideas propuestas en el concurso, como viene sucediendo con las ganadoras de las dos anteriores ediciones. Dos espa?oles, con otros compa?eros de estudios de la Universidad de Harvard lograron el primero puesto.
Ana Garc¨ªa Puyol (M¨¢laga,1987) fue la primera titulada de la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de M¨¢laga en 2011. En mayo de este a?o se graduar¨¢ en la Escuela de Arquitectura de Harvard (GSD) de un master especializado en tecnolog¨ªa. Su socio en esta aventura, Carlos Cerezo D¨¢vila (M¨¢laga,1986) tambi¨¦n complet¨® estudios en Harvard, donde se gradu¨® el a?o pasado y con la tesis Ciclo de vida energ¨¦tico urbano y obtuvo la medalla Gerald McCueal mejor expediente acad¨¦mico. Ahora ha empezado un doctorado en el Masssachusetts Institute of Technology (MIT)y trabaja en el departamento de Tecnolog¨ªa en la Construcci¨®ninvestigando el uso de an¨¢lisis energ¨¦tico y de ciclo de vida en arquitectura.
En 2013, Garc¨ªa Puyol, Cerezo y sus compa?eros Matthew Conway, Robert Daurio, Mariano G¨®mez-Luque, Nate Imai, Takuya Iwamura y Thomas Sherman ganaron el concurso para levantar una casa sostenible en Jap¨®n. Su Horizon House se inaugur¨® el 23 de Noviembre de 2013.
Frente a otros grupos integrados exclusivamente por estudiantes de arquitectura, este equipo multidisciplinar lo formaban alumnos de diferentes programas: arquitectura, paisajismo, tecnolog¨ªa de construcci¨®n y energ¨ªa y medio ambiente. Ese enfoque transversal se deja ver en una vivienda cuya propuesta principal es recuperar lo que ten¨ªamos y no destrozar ni consumir m¨¢s de lo necesario.
As¨ª, su Horizon House quiere ser un paisaje interior continuo por eso ofrece vistas de 360 grados a su alrededor, un horizonte perdido en las abarrotadas urbes de Jap¨®n.
Para evitar que la casa quedara parcialmente enterrada en los meses fr¨ªos y para mantener las vistas al paisaje, la vivienda est¨¢ levantada sobre una base hecha con traviesas de ferrocarril. El espacio interior no est¨¢ dividido por tabiques sino por cambios de nivel en el plano del suelo. Las mirada al exterior permanece, sin embargo, fija gracias a las ventanas de tama?o variable.
La vida a ras de suelo tradicional en la vivienda japonesa organiza esta casa, que reutiliza materiales locales para reducir el impacto ambiental y conservar elementos de la memoria hist¨®rica y social de la zona, aplica t¨¦cnicas estructurales en madera para se¨ªsmos, y desarrolla un modelo de confort t¨¦rmico basado en suelos radiantes y recuperaci¨®n de calor.
La casa utiliza materiales producidos o recuperados en Taiki-cho ¨Cel pueblo donde se ubica-. As¨ª, reutiliza vallas de granjas desmontadas, estructuras abandonadas y madera estructural m¨ªnimamente tratada procedente de plantaciones locales. ¡°La investigaci¨®n inicial sobre las fuentes disponibles en Taiki-cho, especialmente la posibilidad de utilizar productos madereros fabricados y tratados en la zona, guio todos los aspectos del dise?o de la casa, condicion¨® la dimensi¨®n de los elementos constructivos y ha cargado al edificio de valor patrimonial reconocible por los usuarios y vecinos¡±, explica Ana Garc¨ªa Puyol. La madera reduce la emisi¨®n de gases de efecto invernadero que conlleva la producci¨®n de otros materiales, como el hormig¨®n. El aislamiento, hecho de fibra de madera, proviene de desechos de la industria.
La vivienda tambi¨¦n incluye innovaci¨®n estructural. Para combatir la fuerte acci¨®n s¨ªsmica de la zona, la casa requer¨ªa el uso de juntas atornilladas y machihembradas elaboradas siguiendo t¨¦cnicas de carpinter¨ªa locales y haciendo posible el uso de las traviesas de ferrocarril en la cimentaci¨®n. Para excavar el terreno lo menos posible, los arquitectos asentaron la base de madera sobre una capa de grava compactada y zapatas puntuales, eliminando la necesidad de una losa continua y rebajando dr¨¢sticamente la energ¨ªa necesaria para preparar el terreno y cimentarlo. Uniones semirr¨ªgidas entre cimentaci¨®n, los escasos soportes presentes y la estructura de cubierta se resolvieron con juntas flexibles que admiten considerables desplazamientos en caso de acciones horizontales. Es este sistema el que permite la concentraci¨®n de cargas en apoyos puntuales y, por eso, una vivienda con protecci¨®n antis¨ªsmica puede tener, sin embargo, una franja acristalada continua por la que se recupera el horizonte.
En lugar de paneles solares ¨Cque fueron descartados por no ser amortizables- los autores de la vivienda decidieron calentarla con una estufa de madera equipada con un intercambiador de calor hidr¨®nico, encargado de suministrar a los circuitos del suelo radiante. El control de las persianas exteriores ajustables y de las interiores -que contienen una capa de aluminio radiante- permite el ajuste de reflejos y p¨¦rdidas de calor nocturnas. La cubierta de madera retiene la nieve gracias a un sistema de revestimiento abierto, dando aislamiento adicional e integrando la casa en el paisaje de invierno. Una tuber¨ªa enterrada se aprovecha de la temperatura constante de la superficie de la tierra para proveer de aire pre-calentado o pre-enfriado a la casa tanto en invierno como en verano. Durante el buen tiempo, la ventilaci¨®n cruzada refresca la vivienda.
Las estrategias son simples, el confort es avanzado y las sensaciones son primitivas, at¨¢vicas. Tambi¨¦n la tecnolog¨ªa puede hablar en humano.
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