Cre¨ªamos que el histerismo femenino era un mito que la literatura y el cine se hab¨ªan ocupado de inmortalizar, pero que el nuevo siglo hab¨ªa erradicado para siempre con sus hero¨ªnas tres en uno (madres amant¨ªsimas, d¨®ciles amantes y ejecutivas agresivas de tac¨®n y r¨ªmel), y resulta que no, que esa modalidad de la neurosis que toma su nombre del bendito ¨²tero y, as¨ª pues, se atribuye indefectiblemente a la condici¨®n femenil, sigue vivita y coleando.
Tambi¨¦n pens¨¢bamos que en las relaciones de pareja la infidelidad era una r¨¦mora de un pasado lleno de tab¨²es y represi¨®n sexual, y que el progreso hab¨ªa empujado a los hombres y a las mujeres de hoy hacia otras modalidades de uni¨®n m¨¢s liberales, como pueda serlo la pareja abierta, que en su d¨ªa glosaron Franca Rame y Dario Fo. Ha resultado que no, que poner los cuernos sigue estando de moda como en las peores comedias de enredo y que, en consecuencia, las Anna Karenina del siglo XXI a¨²n ostentan imp¨²dicas sus celos y sus cl¨ªnex empapados como la cornuda de Match point, magistral pel¨ªcula de Woody Allen.
Adulterios regados con tranquilizantes que no suceden tan s¨®lo en las periferias urbanas (donde acaso las telenovelas venezolanas dejan una huella m¨¢s indeleble), sino incluso en las altas instancias, v¨¦ase por ejemplo el mism¨ªsimo El¨ªseo, donde ha estallado un l¨ªo de faldas digno de Billy Wilder, ese hilarante traficante de debilidades humanas. Y es que mientras todos imagin¨¢bamos a los m¨¢ximos responsables de los gobiernos ocupad¨ªsimos resolviendo los acuciantes problemas del mundo, resulta que uno de ellos, el mism¨ªsimo presidente de la Rep¨²blica francesa, el socialista Fran?ois Hollande, se entreten¨ªa saliendo furtivamente de sus habitaciones al caer la luna para no regresar hasta el alba. Nada que objetar a ese respecto, pues ya se sabe que, como dijo Ortega y Gasset, ¡°el amor es el eterno insatisfecho¡±, por no decir que cada cual hace lo que le viene en gana con su vida sentimental.
Pillado en plena liaison dangereuse con una actriz, la que hasta ahora hac¨ªa las funciones de primera dama, la periodista y m¨¢ster en ciencias pol¨ªticas por la Sorbona Val¨¦rie Trierweiller (que en su d¨ªa sustituy¨® en el coraz¨®n del presidente a S¨¦gol¨¨ne Royal), no ha encajado el golpe nada bien, o al menos no como se supone que debiera hacerlo una mujer del siglo XXI. Cuanto menos no ha aguantado tan bien el tipo como la se?ora de Strauss-Kahn, aquel director gerente del FMI que se benefici¨® a una se?orita de color en el hotel neoyorquino donde se hospedaba, al parecer olvid¨¢ndose de pedirle permiso.
No nos corresponde aqu¨ª analizar el af¨¢n amatorio del aspirante a Don Juan, sino las consecuencias de su poca discreci¨®n, que confirman que algunas mujeres siguen a¨²n instaladas en el pasado y no tienen intenci¨®n de dejarlo atr¨¢s. As¨ª, mientras el personaje interpretado por Carmen Maura en Mujeres al borde un ataque de nervios diger¨ªa el portazo que le hab¨ªa dado el novio fum¨¢ndose todos los cigarrillos del estanco, a la primera dama francesa el coraz¨®n se le impuso a la raz¨®n, como les suced¨ªa a las hero¨ªnas literarias del siglo XIX, dir¨ªamos que sin excepci¨®n.
Ana Karenina y Madame Bovary (por mencionar a las m¨¢s c¨¦lebres de la literatura universal) acabaron rematadamente mal a causa de las penas de amor. Asimismo, guiada por un esp¨ªritu similar al de esas creaciones de papel de Tolst¨®i y Flaubert, respectivamente, mientras no paraban de sonar los tel¨¦fonos en la que fuera la residencia de Madame de Pompadour, se quitaba la vida en una habitaci¨®n de un lujoso hotel de Nueva Delhi la esposa del ministro indio de Shashi Taaror, que respond¨ªa al nombre de Sunanda Pushkar, quien al parecer no pudo soportar la verg¨¹enza de que su marido le fuera infiel, en este caso con una periodista.
Estos dos casos, de tan distinto final, no son m¨¢s que la punta del iceberg de lo que ocurre tambi¨¦n en el seno de vidas ajenas a la opini¨®n p¨²blica, que son las m¨¢s. V¨ªctimas de la idea periclitada del amor rom¨¢ntico, que el cine, la televisi¨®n y la publicidad insisten en vendernos a¨²n hoy (como si su falta de verdad y su perniciosa influencia no hubieran sido ya sobradamente demostradas), algunas mujeres a quienes en una historia a tres bandas les toca el papel m¨¢s ingrato, hacen alarde de los m¨¢s casposos roles de sexo y borran de un plumazo el largo y arduo camino hacia la emancipaci¨®n femenina, que tantos esfuerzos ha costado.
Las imaginamos teniendo en su mesita de noche ¨Ccomo la Natascha de El idiota de Dostoievski- un ejemplar de Madame Bovary, esa novela donde Flaubert se dio el gustazo de dar vida a una de las bobas de la baba m¨¢s c¨¦lebres de la literatura, e incurriendo en el craso error de buscar en ella consuelo. Esa podr¨ªa ser la explicaci¨®n a su comportamiento, o acaso un exceso mal digerido de Sexo en Nueva York. Aunque es probable que basten un par de anuncios de perfume y un programa televisivo de sobremesa para inocular en la mujer del siglo XXI (sea cual sea su edad) el virus de la mujer del siglo XIX.
Del mismo modo que el consumo de novelitas rosas hizo estragos en la mente de Emma Bovary, empuj¨¢ndola hacia los despe?aderos del amor y de su contrario, el desamor, actuando a su imagen y semejanza nuestras coet¨¢neas insisten en no quitarse el cors¨¦ de que Coco Chanel y compa?¨ªa las liberaron en sentido literal, y las muchas sufragistas y activistas del feminismo en el sentido figurado. Permanecen pues presas en ¨¦l y en todo lo que ello conlleva: dependencia hacia el var¨®n, falta de autoestima, impotencia e imposibilidad de empoderarse para comenzar una nueva vida. No aspiran a ser ¡°damas de hierro¡± ni siguen la senda de una Merkel impermeable, sino que est¨¢n hechas de la misma pasta que la despechada Fedra, la Ofelia de Hamlet o la do?a In¨¦s de Zorrilla.
¡°Regidas por vaivenes exteriores muy diversos, obedientes a muy distintos modelos de comportamiento, referidas a c¨¢nones de triunfo y fracaso que, aun cuando no fueron los mismos, se parec¨ªan en lo esencial: en que les ven¨ªan impuestos desde fuera y en que no los supieron esquivar [¡]¡±. Eso escrib¨ªa Carmen Mart¨ªn Gaite en un art¨ªculo ya antiguo publicado en Triunfo (ahora en La b¨²squeda de interlocutor y otras b¨²squedas) asociando a Emma Bovary con una de las suicidas m¨¢s c¨¦lebres de Hollywood, Marilyn Monroe, nacida Norma Jeane.
Sinceramente, es preocupante que nuestra actual sociedad genere modelos femeninos que sigan estos patrones y no otros, los que invitan a las mujeres a avanzar contra viento y marea, como hizo por ejemplo la Colometa de Merc¨¨ Rodoreda o la intr¨¦pida pareja de Thelma y Louise. Y es una l¨¢stima que cine, televisi¨®n y publicidad nos empujen todav¨ªa hacia arquetipos m¨¢s cercanos a las hermanas Bennet de Orgullo y prejuicio, a la desesperada caza de marido (v¨¦ase si no los muchos programas estilo ¡°Granjero busca esposa¡± o ¡°Un pr¨ªncipe para Corina¡±), que de una sargento Ripley o de una Joan Crawford en Johnny Guitar.
Es de suponer que algo se ha roto en la correa de transmisi¨®n de esta nueva idea de mujer que ya Simone de Beauvoir formul¨® en El segundo sexo, que libraba a las mujeres de su subordinaci¨®n. Pens¨¢bamos que est¨¢bamos ya en el futuro de la condici¨®n femenina y andamos a¨²n en el pleistoceno. Dejando de lado que cabe la posibilidad, como afirmaba Madame de Sta?l, que el amor sea la historia de la vida de las mujeres y tan s¨®lo un episodio en la vida de los hombres, que en cuestiones amorosas la mujer regrese al regazo del siglo XIX, con los riesgos que ello conlleva, nos debiera preocupar. ?O acaso nos imaginamos surcando las autopistas a lomos de jumentos? Ya hablaba Hannah Arendt de la falta de sincron¨ªa entre el progreso y la emancipaci¨®n social.
M? ?ngeles Cabr¨¦, escritora y cr¨ªtica literaria, acaba de publicar Leer y escribir en femenino(Barcelona, Editorial Aresta, 2013).
Comentarios
La felicito por su apote¨®sico art¨ªculo, en nombre de todas las mujeres ?Gracias! Ten¨ªa raz¨®n Hannah Arendt en m¨¢s de una cosa
Me alegro de que sea una mujer la que diga que lo que dicen las mujeres y lo que hacen dista mucho de ser lo mismo. Efectivamente, la mujeres se creen renovadas, "liberadas", cuando en realidad, y como prueban sus obras, siguen siendo igual que siempre, igual que hace cincuenta, cien a?os. Demuestran que no solo el amor es la historia de la vida de las mujeres, sino tambi¨¦n la maternidad y la b¨²squeda de seguridad. Enfrentadas a la dureza - y soledad - que supone "empoderarse" muchas han desviado su camino hacia lo que hicieron sus madres y abuelas. Y muchas de las que no lo han hecho a tiempo se arrepienten de ello...
Por favor, no hablen "en nombre de todas las mujeres".
Me ha gustado mucho el art¨ªculo, que dice verdades como pu?os. Pero aunque sea anecd¨®tico, he de se?alar que hay dos nombres mal escritos: Fran?ois Hollande, con e al final y S¨¦gol¨¨ne Royal, sin e.
Lo que sigue vigente, por definici¨®n, no es "pasado". A lo mejor lo que sucede es que una minor¨ªa se ha apresurado en llamar "presente" a lo que no eran m¨¢s que espor¨¢dicos brotes de moda m¨¢s acordes, eso s¨ª, con sus particulares preferencias. Tal vez la naturaleza humana (femenina o no) sea algo demasiado s¨®lido y complejo para cambiar al dictado de algo tan inevitablemente simpl¨®n como las ideolog¨ªas. No s¨¦, tal vez.
Pues yo creo que es m¨¢s sencillo que todo eso.Creo que hay mujeres de todo tipo, entre las que se encuentran las que se dejan arrastrar por el amor y las que no. Y lo mismo con los hombres.Pero es que es as¨ª y no hay nada de malo. Cada uno es como es y no entiendo esa incomprensible obsesi¨®n del feminismo de estereotipar el comportamiento de la gente y de tratar de dictar cu¨¢l debe ser el comportamiento de las mujeres. Qu¨¦ pasa ?que las mujeres son libres siempre y cuando hagan lo que el feminismo ordene? Pues eso no es libertad ni nada que se le parezca.
Creo que la liberaci¨®n de la mujer llegar¨¢ cuando cada una pueda hacer lo que le de la gana sin que haya otra que la juzgue o minusvalore por tomar determinada decisi¨®n.http://areaestudiantis.com
El sexo siempre ha movido al mundo y lo seguir¨¢ haciendo. Imagino que tanto la mujer, como el hombre moderno/a, saben que si no existe complacencia mutua, en ese, u otros asuntos, la separaci¨®n dialogada y responsable se impone, sin que eso conduzca hacia dramas, o histerismos.
pues yo veo que la Trierweiller ha reaccionado como le dotaba el coraz¨®n, y le ha podido a su parte cerebral. Es m¨¢s simple que lo que indica el art¨ªculo. Puede que los asuntos amorosos tengan m¨¢s compromiso y afecto desde un lado hacia al otro que viceversa, y en ese caso, el m¨¢s afectuoso result m¨¢s herido cuando hay tempestad. Hollande acudi¨® a refocilarse pronto, mientras que Val¨¦rie Trierweiller parece que ha descubierto los atavares de su marido por la prensa: ?Un show!
Me parece un tanto fac¨ªl criticar de esta manera. De sentirse como un trapo porque la pareja que amas y en quien confiabas resulta que te estaba poniendo una cornamenta que no pasas por las puertas, no estan inmunes ni hombres ni mujeres. Y encima con escarnio p¨²blico incluido. Habr¨ªa que ver como reaccionaba la periodista que escribe el art¨ªculo. No se porque ahora las mujeres debemos comportarnos siempre como heroinas imperterritas para que no nos llamen hist¨¦ricas. Que empiecen ellos a ser todos heroes, y luego lo ser¨¦ yo.
Completamente de acuerdo con PAC y con Una que pasaba por aqu¨ª. Dicho lo cual, una frase simp¨¢tica: las mujeres y los gatos hacen lo que les place. Los hombres y los perros deber¨ªan relajarse y acostumbrarse a esa idea. Robert. A. Heinlein
Es decir, que no solo tienes que aguantar que tu pareja te ponga los cuernos a la vista de todo el planeta, sino que adem¨¢s se escriben art¨ªculos critic¨¢ndote por tu reacci¨®n "poco del siglo XXI".La ¨²nica reacci¨®n posible hacia la se?ora Trierweiler me parece la del respeto y la solidaridad. ?Que deber¨ªa haberle importado un bledo? Probablemente, pero vivimos en una cultura tan machista que es casi imposible tener esa confianza. Tampoco es justo hacer le?a del ¨¢rbol ca¨ªdo.
Este art¨ªculo demuestra q el feminismo est¨¢ superado y alejado de la realidad mientras se lamenta de q las f¨¦minas no hacen lo q este movimiento "tan moderno" pretender¨ªa q hicieran, no, hacen lo q les parece mejor o lo q les dice su coraz¨®n, su ¨²tero o lo q sea q rige en cada momento. ?culpa del patriarcado?, ?condici¨®n humana?.
NO ES TAN F?CIL. Me ha gustado el art¨ªculo, porque es cierto seguimos reproduciendo mitos que est¨¢n tan compenetrados en nuestro inconsciente. no es f¨¢cil re-significar tantos cambios y este es el iceberg de la cuesti¨®n. Llevo un tiempo leyendo sobre el amor rom¨¢ntico y el amor libre. me he le¨ªdo varios textos de Simone de Beauvoir en su relaci¨®n amorosa, donde hab¨ªa un acuerdo explicito de otro tipo de pareja, y no fue f¨¢cil para ella, ver la invitada y la despedida, ademas de las cartas con su otro amante... no es tan f¨¢cil superar estos mitos de poseer, cuando de por medio hay un proyecto com¨²n explicito y se rompe unilateral mente, con mentiras, enga?os y manipuleos. Eso duele. Es verdad que nadie es santo, y es la cotidianidad lo que nos hace y confronta con nuestro ser. Hoy me conformo en no ver a la otra como mi enemiga y al otro como el diablo. Duele cuando te crees un proyecto, lo cierto es que cambia, todo cambia y debemos elaborar el duelo y reconocer lo que se acabo y vislumbrar lo nuevo que renace. Somos sentipensamientos. Me harta el feminismo que radicaliza cuestiones complejas y ya sabemos que los cambios culturales no son f¨¢ciles... Convivimos cotidianamente entre lo nuevo y lo viejo, m¨¢s con tanto neomachista enmascarado.
En definitiva: ?que Valerie Trierweiler es una hist¨¦rica? Pues vale¡ Que fuerte que sea una mujer que se precie de feminista a ultranza que diga esto. Si las propias mujeres conservan y fomentan estos estereotipos, vamos listas, chicas!. Cuando un hombre est¨¢ dolido porque le ponen los cachos y se deprime, es un sensible y todos le hemos de tener compasi¨®n. Si lo hace una mujer¡ ?es una hist¨¦rica? Buf! eso s¨ª que es casposo. Estar dolido porque te ponen los cachos, enterarte por la prensa, y que lo sepa TODO EL MUNDO (literalmente el mundo entero), no lo encuentro descabellado¡Lo que encuentro m¨¢s descabellado es que una feminista como se autoproclama la articulista ensalce el comportamiento de Anne Sinclair por encima del de Trierweiler, diciendo que aguant¨® ¡°bien¡± el tipo al quedarse al lado del marido infiel (y que lo fue en m¨¢s de una ocasi¨®n) y darle la manita en los juicios, mostr¨¢ndose afligida y comprensiva (que puestos a criticar, no quedaba demasiado digno, que digamos, y no era demasiado "Ripley", tampoco). Y aunque acabara dejando al marido infiel, tambi¨¦n lo ha hecho Trierweiler con el suyo despu¨¦s de su per¨ªodo depre.
Sorprendente art¨ªculo que desarrolla un t¨®pico detr¨¢s de otro para en realidad no aclarar bien cu¨¢l es la propuesta o el deseo de la autora. El tema es inabarcable porque cada relaci¨®n humana de pareja es ¨²nica. Esto no va por siglos ni por feminismos o machismos. Es la especie humana que busca la felicidad y que -a veces- la busca haciendo da?o y sin sensibilidad para quien sale perjudicado. No se puede decretar que "el d¨ªa 1 de enero de 2001" ya vamos todos a ser muy libres por decreto y no nos van a doler las traiciones, desamparos o abandonos porque ha llegado el "siglo de los muy modernos".
Si las mujeres est¨¢n en el pleistoceno es porque los hombres tambi¨¦n act¨²an como si all¨ª estuvieran.Los hombres siguen actuando como cuando andaban en cuatro patas, tratando de inseminar a cuanta hembra pueda, es su condici¨®n gen¨¦tica para preservar la especie. Y la mujer al ser inseminada, trata de conservar al macho para que la acompa?e a cuidar la cr¨ªa. Hoy ninguna mujer necesita sustento para mantener y cuidar a sus hijos ni de ellas, solo necesita al hombre para realizar su amor, pero ¨¦ste sigue actuando como rey de la manada sin poder a¨²n llegar a entender el Poder del amor, que s¨ª lo hizo la mujer en su evoluci¨®n. Se?ora redactora, en estas ¨¦pocas tan modernas ?el respeto hacia una persona con la que se mantiene un relaci¨®n amorosa, de familia etc, no debe existir? ?es antiguo y poco evolucionado hablar con la pareja sobre lo que pasa sentimentalmente entre ellos y si es necesario avisar a tiempo? no, claro, Ud ha sido criada en una sociedad y cultura tan machista que permite y apoya las conductas retr¨®gradas de los hombres pero enjuicia a las mujeres por sufrir ese comportamiento.Las mujeres est¨¢n en el siglo XXI y el error fue que creyeron que el hombre las acompa?¨® en el cambio, pero no, se quedaron en los mediados del oscurantismo faltando el respeto b¨¢sico a otro ser humano (que adem¨¢s les ha dado contenci¨®n, hijos, etc) solo respetando c¨®digos machistas que adem¨¢s, Ud. avala.
Coincido con muchas de las premisas: es muy dif¨ªcil aceptar realidades de palacios y primeras damas en el siglo XXI... Pero me duele la crueldad con la v¨ªctima. Y me siento muy cansada de que enarbolen la bandera del feminismo personas que, como el patriarcado, ponen en valor la indolencia y la falta de expresi¨®n emocional. Me sorprende el desconocimiento sobre el funcionamiento del cerebro humano que trasluce el art¨ªculo y tambi¨¦n me sorprende que las trampas del neoliberalismo salvaje en relaci¨®n a las relaciones humanas hayan calado tan profundamente entre supuestos progresistas. Lean a Bauman .Dedicar tiempo y espacio a procesar el dolor no es productivo a nivel econ¨®mico, aunque sea imprescindible para la evoluci¨®n de la psique y para emprender el camino de la verdadera liberaci¨®n. Prefiero comprender a la se?ora Trierweiller... No creo que ser feminista signifique que no deba importarte que te pongan los cuernos. Creo en la pareja igualitaria. Y me quedo con la madurez y el compromiso antes que con extra?as propuestas de parejas abiertas y "poliamor" que, en el actual contexto cultural, no suelen resultar sanas ni funcionales.
pero es que se te olvida que somos humanas ? que sentimos no importa cuan emancipada estemos? que nos enamoramos con las mismas hormonas que se enamoran las que no estan empacidas aun? Que aunque estemos emancipadas nos duelen las perrerias que los hombres, por la razon que quieras, aun le hacen a las mujeres? No vernos como humanas es un error.
yo ,la reaccion de la sra. Trierweiler no me la he creido nunca. Creo que se ingres¨® para hacerse la v¨ªctima y causarle a la imagen p¨²blica de Hollande m¨¢s da?o. No me creo que una mujer de hoy ,nacida y "crecida"en una sociedad como la francesa , se colapse emocionalmente porque su compa?ero mantiene una relacion con otra persona, m¨¢s si tenemos en cuenta que su propia relaci¨®n se cre¨® en una situaci¨®n id¨¦ntica.
Mujeres que no se entregan no pueden esperar hombres que se entreguen. As¨ª de f¨¢cil. Y la corriente imperante es ense?ar a las mujeres a no entregarse. ?De qu¨¦ nos quejamos, pues?
No entiendo cual es el objeto de este articulo. Tampoco veo cual es la relaci¨®n entre infidelidad o aceptaci¨®n de la misma dentro de la pareja y feminismo o igualdad entre g¨¦neros. Me considero una mujer que mira a mi pareja a los ojos de igual a igual y tengo la convicci¨®n de que ¨¦l hace lo mismo, sin embargo serle infiel no entra dentro de mi agenda y realmente me sentir¨ªa destrozada si ¨¦l lo llegara a hacer. Esto por el simple hecho de que lo que tenemos es RESPETO mutuo y confianza. Una infidelidad no entra dentro de ninguno de esos parametros. Hoy en dia si nada se repara, ni siquiera las relaciones, simplemente se sustituyen por otras nuevas, tal y como hariamos con el movil o el ordenador. Me parece de una tristeza y bajeza moral supinas. Gracias por "iluminarnos" el camino a todas las mujeres. Ahora ya podemos dormir feministas y tranquilas
Abajo el amor y arrriiibaaaaa las minifaldas!!!Pero que dram¨¢ticos se ponen alg¨²n@s...
Monika, tocaya, pero qu¨¦ bien se ha expresado Vd. Sublime estocada a la articulista, mis respetos.
@Sonia: No has planteado mal del todo el tema. ?Te has dado cuenta entonces que cuando un hombre se casa o se compromete a una relaci¨®n estable renuncia a lo que m¨¢s desea ("inseminar a cuanta hembra pueda") mientras que la mujer obtiene lo que m¨¢s desea ("que la acompa?e a cuidar la cr¨ªa")? ?Qu¨¦ tal si reconi¨¦seis por vuestra parte las renuncias que lleva cabo el hombre? Y no te enga?es, la mujer sigue buscando lo mismo por mucho que sea independiente. En su af¨¢n protector, siempre va a contemplar la posibilidad de no ser capaz en alg¨²n momento de cuidar a su cr¨ªa y tendr¨¢ un plan B para esa eventualidad...
Desde luego el tema de la infidelidad se est¨¢ poniendo de moda, no para practicarla sino para comentar y ver que no todos la admiten o la practican, ni todos la dejan de lado, lo cual demuestra que sigue existiendo desde la sombra... porque todos la deseamos.http://goo.gl/ssxrWQ
Por suerte las mujeres evolucionamos, ya no dependemos de los hombres para mantenernos, ni nuestra meta en la vida es conseguir una pareja para criar a nuestros hijos, ni somos hist¨¦ricas, ni nos guiamos siempre por las emociones, ni somos robots, nos casamos cuando queremos, tenemos hijos si queremos, no buscamos el poder por principio, podemos decir no, podemos decir si, sabemos que el valor de una persona no esta en su f¨ªsico exterior, yo creo que la liberaci¨®n consiste en no tener un modelo que seguir si no seguir nuestro propio modelo, no tenemos porque ce?irnos a un supuesto papel de hace 20 mil a?os. Hay hombres que nunca evolucionar¨¢n y se autoimponen modelos marcados fuera o supuestamente de hace 20 mil a?os. En 20 mil a?os han pasado muchas cosas....
Qu¨¦ cinismo, por favor.Que te enga?en a vista de todos y te rompan la vida tiene que dejarte indiferente, que es lo guay? Sufrir por la traici¨®n que supone el enga?o est¨¢ desfasado y no es guay??De qu¨¦ v¨¢is? Es que nunca os han puesto los cuernos? Si uno no est¨¢ preparado para una relaci¨®n seria, que se dedique al donjuanismo toda la vida si quiere, pero que no haga creer a sus parejas que va de otra cosa. El que es un cabrito deber¨ªa dejarlo bien claro, llevarlo en la frente, as¨ª los dem¨¢s se atendr¨ªan a las consecuencias de iniciar una relaci¨®n con ¨¦l. Punto pelota.No veng¨¢is ahora con lo de que sufrir por amor est¨¢ demod¨¦.C¨ªnicos.
Hombres y mujeres queramos o no estamos caminando juntos desde que empez¨® el mundo, y seguimos porque juntos nos reproducimos.En un aparte est¨¢ lo que culturalmente se nos ha impuesto a la fuerza desde aspectos de m¨ªstica fraudulenta, un poco trastocada por sacar tajada y provecho.Pintando a la mujer como la culpable que con la manzana en la mano nos hundi¨® en la miseria.Inventando culpables.Y separando iguales, hombres y mujeres por como traen los hijos al mundo, siendo personas todos y todas.Iguales.Culturalmente se apart¨® a la mujer y se le aparta desde conceptos a?ejos y medievales, desde conceptos de contaminaci¨®n supuesta.Si nacemos todos de igual forma.Y luego alabamos al Dios creador, pero al mirarnos en la tierra nos separamos en personas de primera y personas de segunda.Tapadas, o contaminantes.Las cabezas.De mucha gente obtusa, a?eja y pasada de rosca.cerrados los ojos por una fan¨¢tica obcecaci¨®n de superioridades de unas personas sobre otras a la hora de caminar juntos.Desde los tiempos de la prehistoria o antes incluso.Personas machos o hembras.Ni?as y Ni?os.
Querid@s:Deciros que por mi parte, estoy hasta el horizonte de tanta guerrilla de sexos. Os hab¨¦is preguntado alguna vez qu¨¦ ocurre entre las parejas del mismo sexo que se enfrentan a una infidelidad?.Cre¨¦is que estas parejas no se resienten ante un enga?o y/o abandono?. Acaso el sufrimiento, el dejarse llevar por sentimientos, tener reacciones viscerales son s¨®lo exclusivas de la mujer? de parejas heterosexuales?. Acaso s¨®lo el hombre es capaz de producir tales males cuando la perjudicada es su se?ora?Hay mujeres que ante el enga?o de su esposa reaccionan de forma totalmente visceral y se comportan como la ex del Sr. Hollande...Hay hombres que enga?ados por sus maridos, tambi¨¦n reaccionan igual...Y hay mujeres y hombres que no reaccionan, ni sienten ni padecen.Una pareja se compone de dos y por muy buena relaci¨®n que haya entre ambos, alguno siempre puede dar un traspi¨¦s y no creo que haya que dramatizar sobre ello, siempre que no se exponga a aquel que no tiene culpa de nada a situaciones inc¨®modas o humillantes.Cometer un fallo es de humanos. Exponer tus miserias o faltarle el respeto a tu pareja...tambi¨¦n es de humanos, pero en este caso con agravante de estupidez intolerable.
Me parece vergonzoso y terrible que se considere que sufrir cuando te han hecho da?o es arcaico o retr¨®grado. Estoy harta de leer a supuestas feministas que consideran que enamorarse, mostrar libremente emociones o sentimientos es un paso atr¨¢s para la mujer. ?Nos olvidamos de que tenemos sentimientos? Al igual que se disfruta con las emociones que nos provocan felicidad, se sufre con la traici¨®n, el enga?o o el desamor. Es lo natural, y pretender que no sea as¨ª es querer convertirnos en m¨¢quinas. No me parece mejor una mujer que se va con el primero que pilla por despecho que una que se ahoga en la pena incapaz de recuperarse. No todo el mundo se enfrenta al dolor igual, y eso no hace a nadie m¨¢s ni menos moderno. Nunca dejar¨ªa que un hombre me dijera si puedo o no trabajar, por ejemplo, al igual que tampoco dejar¨ªa que ninguna mujer me diga cuando puedo llorar.
Hay ciertas conductas que se venden como progresistas y feministas y no son ni lo uno ni lo otro, sino que est¨¢n dentro del neoliberalismo que desprecia a las personas. Recuerdo a aquella chica a la que su jefe la hab¨ªa convencido de que lo importante en la vida era trabajar y follar, naturalmente en beneficio de ¨¦l mismo. La segunda parte de la historia se puede adivinar...
?C¨®mo se pueden crear afectos y cuando las cosas, por lo que sea, se estropean, evitar los sentimientos. Es un camino seguro hacia la esquizofrenia.
Y resulta que la infidelidad es m¨¢s com¨²n de lo que deseamos creer...
M¨¢s de treinta comentarios irritados y a cara de perro reprochando falta de corporativismo, empatia, resiliencia para justificar el eterno femenino. V¨¢lerie T., suplant¨® y por ende, ha sido suplantada. Punto. Si el Sr. FH no fuera presi de la R¨¦publique -de hecho muchos cuestionan el sexappeal del individuo en cuesti¨®n y m¨¢s bien se decantan por la er¨®tica del poder- ser¨ªa un candidato oportuno a ser humillado, abandonado y olvidado por cualquier f¨¦mina com¨²n, corriente y moliente ... es lo que se desprende de muchos comentarios. El gar?on se dar¨ªa con un canto en los dientes y que le quiten lo bailao. Dif¨ªcil encajar el "ah¨ª te quedas" y sal de L?Elys¨¦e por puerta trasera y sin hacer ruido con lo propio porque las cortinas son de la R¨¦publique. El run-run que subyace en toda la perorata impostada de modernez -tan ?ona y cateta como los -ismos a horcajadas en los que cabalga-, pretenden justificar el siglo de los milagros de g¨¦nero por entrever, argumentando que la troupe de pla?ideras histericas de frenop¨¢tico no tienen cabida en la sociedad de lo politicamente correcto por muy poco correcto que haya sido el hecho rese?able de la infidelidad sobrevenida. La receta final es tan dolorosa como la enarbolada corona que ci?e tan gallarda cabeza ... maduren.!!!
Bravo Monika!
Qu¨¦ l¨¢stima que no hayas le¨ªdo La Regenta.
Las relaciones abiertas implican un riesgo muy elevado para la estabilidad de la pareja y pocas personas est¨¢n dispuestas a asociarlo a su familia. Los ad¨²lteros se evaden las consecuencias de sus actos escondi¨¦ndolos, por no herir al otro, por no romper la unidad familiar, para poder seguir haci¨¦ndolo.
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