A la sombra del sol en Senegal
Ana Yturralde (Valencia, 1966) lleg¨® a los albinos africanos casi de rebote, por pura curiosidad. Trabajaba en un encargo para la Asociaci¨®n de Albinos de Espa?a cuando se enter¨® de los problemas a los que se enfrentaba el colectivo en el continente africano. Se plant¨® en Dakar con la c¨¢mara y un contacto previo con la Asociaci¨®n de Albinos de Senegal en 2008 y comenz¨® as¨ª una historia de amor de su lente con diferentes historias que ahora se muestra en Casa ?frica con la exposici¨®n Albino, bajo la sombra del sol.
Entre las historias que Ana retrat¨® figura la de una vendedora ambulante de verduras, que adem¨¢s de sufrir quemaduras por la exposici¨®n al sol, se encuentra con que la gente es algo reticente a comprarle la mercanc¨ªa. O la chica de apenas 21 a?os que a?ora una juventud normal: nunca ha ido a bailar porque no le dejan entrar en los locales. O una ni?a que abandon¨® la escuela por las vejaciones y los insultos y otro ni?o que s¨®lo quiere estar con albinos porque sus compatriotas negros no son amables con ¨¦l.
"Quer¨ªa explicar c¨®mo viven los albinos en Senegal -cuenta Ana- Su condici¨®n f¨ªsica, c¨®mo les afectan el sol y la pobreza en su d¨ªa a d¨ªa. El colegio, la vida familiar o el trabajo. No es lo mismo ser albino en Espa?a que en Senegal. All¨ª no tienen medios para proteger su piel del sol: una simple crema que evitar¨ªa las quemaduras, unas gafas que defiendan su vista. Las condiciones climatol¨®gicas son extremas. Sufren ¨²lceras en la piel y c¨¢ncer. Tambi¨¦n pierden la visi¨®n. Por un lado, est¨¢n esos problemas f¨ªsicos y por otro, los sociales. Falta informaci¨®n sobre lo que es una simple anomal¨ªa en la pigmentaci¨®n y hay gente que piensa que es una enfermedad contagiosa o algo m¨¢gico. La escolarizaci¨®n, que alguien les contrate, formar una familia son desaf¨ªos para un albino en ?frica".
La fot¨®grafa, radicada en Valencia, precisa que hay unos 3.500 albinos en Senegal. Una cantidad casi ¨ªnfima en relaci¨®n a otros pa¨ªses como Tanzania, pero muy elevada.
"La prevalencia del albinismo es superior en ?frica al resto del mundo -comenta- Por la consanguinidad. Es habitual que existan matrimonios o descendencia entre parientes, como un t¨ªo y una sobrina, por ejemplo. Recuerdo a una mujer, madre de cinco ni?os albinos, negra y casada con un hombre negro que relacionaba el albinismo de sus hijos, de forma intuitiva, con que su marido y ella fueran primos".
El camino de Ana se cruz¨® con el de la Fundaci¨®n por los Derechos Humanos 10.12.48 y empezaron a colaborar en proyectos de cooperaci¨®n y educativos. La Fundaci¨®n no s¨®lo gestiona el acceso de los albinos senegaleses a gafas, cremas de protecci¨®n solar o atenci¨®n m¨¦dica. Tambi¨¦n concede microcr¨¦ditos para que puedan montar sus propios negocios. Todo en Tambacoumba, una localidad situada a unas ocho horas de Dakar, en una zona conocida como el infierno de Senegal, con una media de 42 grados.
En las fotos que Ana muestra no hay s¨®lo drama, aunque su intenci¨®n sea informar y sensibilizar sobre los problemas de un colectivo: tambi¨¦n hay historias de ternura, de camarader¨ªa, de alegr¨ªa. Por eso tambi¨¦n, porque no considera que sea un colectivo que deba inspirar l¨¢stima, sino personas capaces de tomar el futuro entre sus manos, liga su exposici¨®n a acciones concretas de cooperaci¨®n que pueden significar una diferencia en la vida cotidiana de los albinos senegaleses.
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