La revista de f¨²tbol donde el marcador no importa
'Rabona' apuesta por un balompi¨¦ lento y rom¨¢ntico. Hablamos con su editor
La rabona es una de las t¨¦cnicas m¨¢s absurdas del f¨²tbol, apenas superada por la patochada del escorpi¨®n, algo que solo se le pod¨ªa haber ocurrido al estrafalario Ren¨¦ Higuita (y en un partido amistoso, claro). Est¨¦tica pero est¨¦ril, siempre habr¨¢ una opci¨®n m¨¢s efectiva, econ¨®mica y rentable que la rabona. Identificarse con este golpeo, un gesto que acerca peligrosamente al jugador que lo realiza al rid¨ªculo o a la lesi¨®n grave, conlleva comprometerse con el lado rom¨¢ntico del f¨²tbol. Algo parecido a lo que supone embarcarse en una empresa editorial que pretende abordar este opulento deporte desde la perspectiva del movimiento slow, atendiendo al aspecto menos glamouroso, partisano y medi¨¢tico del deporte; un regreso a la esencia del juego, y que adem¨¢s, atesora el viejo y anal¨®gico papel como el medio donde realizarlo.
¡°El f¨²tbol se ha convertido en un monstruo corporativo, con salarios indecentes, ni?os de nueve a?os que firman acuerdos de patrocinio y contratos de televisi¨®n que te hacen saltar las l¨¢grimas. No tiene nada que ver con aquel deporte del que se enamoraron nuestros padres o abuelos¡±, opina Michael Da Silva, editor de la revista Rabona. ¡°Pero durante los 90 minutos que dura un partido, todo vuelve a ser como antes. Resulta refrescante despojar al f¨²tbol de todo lo accesorio y contemplar el deporte tal y como es: un juego de habilidad, fuerza y sutileza¡±.
El prop¨®sito de esta bonita revista es recuperar una mirada menos contaminada hacia el deporte y reclamar el f¨²tbol como objeto y v¨ªnculo social antes que como negocio o espect¨¢culo. ¡°El f¨²tbol debe apreciarse tambi¨¦n por su valor art¨ªstico, no ¨²nicamente por su aspecto tribal¡±, sostiene. Y como prueba, este hincha del Totenham dedica la portada de su primer n¨²mero al apol¨ªneo Kieran Gibbs, prometedor lateral izquierdo del Arsenal, la N¨¦mesis deportiva de sus amados Spurs. ¡°El f¨²tbol est¨¢ castrado, sin duda, pero siempre habr¨¢ buenas historias que contar, y lo que importa es c¨®mo las cuentas. As¨ª que, s¨ª, sin duda somos unos rom¨¢nticos del f¨²tbol¡±, reconoce Da Silva. Y para ello, la revista apuesta por reportajes largos y entrevistas de personaje, acompa?adas de cuidadas sesiones de fotos y un dise?o moderno pero austero a cargo de Dima Kuzmichev, quien trabaja desde su estudio QusQus de San Petersburgo y se declara, qu¨¦ remedio, fan del Z¨¦nit.
Adem¨¢s, en su n¨²mero de debut en los quioscos, Rabona incluye entrevistas con otras figuras menos conocidas del f¨²tbol ingl¨¦s, como la delantera del Everton femenino Toni Duggan, o el presidente del Milwall, que promueve la instauraci¨®n de un tope salarial en la Premier, as¨ª como un ambicioso ensayo titulado C¨®mo mejorar el f¨²tbol ingl¨¦s. De este modo, y en un involuntario s¨ªmil futbol¨ªstico, Da Silva se declara en contra del resultadismo y en favor de la gratificaci¨®n diferida en lugar de la satisfacci¨®n instant¨¢nea: ¡°La principal amenaza para el periodismo deportivo es la saturaci¨®n. Hoy en d¨ªa tenemos canales de televisi¨®n dedicados exclusivamente no solo al f¨²tbol, sino a equipos concretos. El periodismo deportivo, en definitiva, son hechos y opiniones. Nuestro prop¨®sito es explicar historias emocionantes de una manera bella. Nada m¨¢s que eso¡±, concluye Da Silva.
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