"Soy incapaz de fre¨ªr un boquer¨®n en aceite de oliva"
La firma de relojer¨ªa Blancpain patrocina 'A cuatro manos', una iniciativa que une el talento de Dani Garc¨ªa con el de otro reputado cocinero. Hablamos con el malague?o
Casi cinco horas (para algunos, m¨¢s), 17 platos y cinco referencias de vino. As¨ª se las gasta el esp¨ªritu de Pantagruel¡ y la firma de relojer¨ªa Blancpain, que fue la patrocinadora de A Cuatro Manos: cinco noches en las que el chef Dani Garc¨ªa (dos estrellas Michelin) se meti¨® en la cocina junto a otro cocinero estrellado. ICON consigui¨® asiento en una de las mesas del SeaGrill, en el Hotel Puente Romano de Marbella, el d¨ªa en el que Quique Dacosta (tres estrellas) ejerci¨® de invitado. Al d¨ªa siguiente, desayuno buf¨¦ preparado por Dani Garc¨ªa en la joyer¨ªa Tourbillon de Puerto Ban¨²s. Aprovechamos para someter al chef a un men¨² largo y estrecho de preguntas.
Pregunta. ?Qu¨¦ ser¨ªa de la vida sin el nitr¨®geno l¨ªquido?
Respuesta. Yo seguir¨ªa siendo el mismo cocinero. A m¨ª personalmente me cambi¨® much¨ªsimo porque me dio otra dimensi¨®n de la cocina. Hubiera sido diferente, no s¨¦ si peor o mejor, pero distinto seguro.
P. Cuando ves una pel¨ªcula en casa con tus hijos: ?les das palomitas con tomate, aceite de oliva y nitr¨®geno l¨ªquido?
R. Nooo, somos s¨²per de palomitas y de pel¨ªculas. Lo que s¨ª intento es hacerlas como las de mi madre: en la sart¨¦n y con un poquito de aceite de oliva y sal.
P. El aceite de girasol, ?sirve para algo?
R. S¨ª, s¨ª, para fre¨ªr. Soy incapaz de fre¨ªr un boquer¨®n en aceite de oliva nuevo y limpio¡ no tiene sentido, quiero que el boquer¨®n sepa a boquer¨®n. Esa es la realidad, pero parece que a la gente le da verg¨¹enza decirlo.
P. Por cierto, ?eres de boquer¨®n frito o bienmesabe?
R. Soy de pescado frito.
P. ?Para qu¨¦ sirven las estrellas Michelin?
R. Para dos cosas. Una depende de c¨®mo seas como persona y como sea tu ego. Al final es un reconocimiento importante. A nivel empresarial te ayuda esa notoriedad. No tienes que vivir por conseguir eso o lo otro, pero bueno, hay que convivir con ello.
P. Deconstr¨²yenos un gazpacho tradicional.
R. En su momento dec¨ªa que estaba b¨¢sicamente en contra de la deconstrucci¨®n, porque al final solo la puede hacer un genio como Ferr¨¢n (Adri¨¤), sino corres el riesgo de construir una cosa que anteriormente estaba construida mucho mejor, y al final destruyes. En un gazpacho lo veo complicado. Nosotros lo que hemos hecho han sido adaptaciones. Nunca reconstruir¨ªa un gazpacho, s¨ª lo ali?ar¨ªa con algo, que es lo que hemos hecho: gazpachos de cereza, de remolacha, en helados, granizado, en muchos formatos.
P. ?A qui¨¦n no dar¨ªas nunca de comer?
R. A priori no tengo por qu¨¦ no darle de comer a nadie. Tambi¨¦n es cierto¡ no s¨¦, a la gente que hace el mal de una manera consciente y que su diversi¨®n es ver c¨®mo otra gente lo pasa mal, a los terroristas.
P. Ecococina, kil¨®metro cero, molecular, de proximidad¡ Lo tuyo, ?qu¨¦ es?
R. Lo m¨ªo es todo. Me hace mucha gracia ahora eso del kil¨®metro cero, nosotros llevamos 20 a?os utilizando queso de aqu¨ª al lado¡ con las modas pasa eso. Cocinar nuestra cultura, nuestra proximidad, lo hemos hecho siempre. Y l¨®gicamente al mismo tiempo hemos querido estar en la vanguardia. La palabra molecular, como tal, me molesta, todo es molecular, ?qu¨¦ es una mayonesa sino, un proceso cient¨ªfico? Tenemos que empezar a ser m¨¢s serios en ese sentido y entender que cada d¨ªa comemos cosas que a nivel molecular est¨¢n a a?os luz de lo que se ha hecho en la cocina.
P. Un men¨² r¨¢pido para un hombre ICON.
R. Un gazpacho siempre sienta bien, no puede ser m¨¢s equilibrado, rico, saludable. Y luego, los hombre somos un poco m¨¢s de carne; ya que tenemos un primero bastante sano, que no deja de ser una ensalada l¨ªquida, a?adir¨ªa alguna parte del cerdo ib¨¦rico, ya sea la presa o el secreto. Entre medias, unos boquerones en vinagre, me parecen algo sumamente aut¨¦ntico, marino, yodado, fresco, ¨¢cido¡
P. Une los relojes (Blancpain) y una buena cena.
R. Si la gente imaginara cu¨¢ntas veces un cocinero mira la hora mientras da un servicio, alucinar¨ªa. Para nosotros los tiempos son cruciales, todo es tiempo dentro de una cocina¡ desde que el comensal entra hasta que sale, puntos de cocci¨®n, temperatura¡ Imag¨ªnate la cantidad de veces que puedo mirar un reloj [dice mientras se?ala el Fifty Fathoms Bathyscaphe, de Blancpain, que lleva en la mu?eca].
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.