Una chispa de la chimenea es la causa probable del drama en la casa rural

Empez¨® como un cumplea?os, una reuni¨®n familiar en una casa rural en un pueblo de Burgos para pasar el fin de semana. Una de tantas. Parte de la familia acud¨ªa desde Asturias y otra desde Madrid. El lugar elegido, casi a medio camino: Tord¨®mar, 318 habitantes, calles ca¨®ticas, poca vida, mucho fr¨ªo y banderolas descoloridas de alguna fiesta lejana flotando sobre las calles. Pero el humo de un incendio, posiblemente originado cuando una chispa salt¨® de la chimenea a un sof¨¢, termin¨® en tragedia: murieron seis personas asfixiadas (entre ellas tres menores) y otras cinco fueron hospitalizadas con quemaduras leves y s¨ªntomas de intoxicaci¨®n.

La casa rural Ribera del Arlanza no tiene p¨¦rdida. Est¨¢ en la carretera general del pueblo, llamada Avenida del General¨ªsimo. No es especialmente bonita; de piedra y con chimenea. All¨ª acudi¨® Mar¨ªa Jos¨¦ Medio Bozmediano, una enfermera asturiana de 59 a?os, con sus hijas, yernos y nietos. En total, 11 personas se reunieron en la casa. Llegaron el viernes por la tarde. Mar¨ªa Jos¨¦ Cubillo conoce bien el lugar. Trabaja en la casa como limpiadora y el viernes por la ma?ana estuvo prepar¨¢ndola para la familia. ¡°Por la ma?ana pusimos la calefacci¨®n de gasoil para que si no quer¨ªan no encendieran la de le?a¡±, cuenta a las puertas del establecimiento, este s¨¢bado punto de reuni¨®n de vecinos, guardias civiles y periodistas.

Adem¨¢s de la calefacci¨®n de gasoil hay una chimenea de metal. Est¨¢ en la planta baja, al fondo. Desde fuera, la casa no parece muy grande, pero el espacio cunde, seg¨²n cuenta Cubillo: ¡°Una planta baja con un sal¨®n, cocina con barra americana y un ba?o, un primer piso con tres habitaciones y un ba?o, y una buhardilla grande con camas y zona de juegos¡±. Tiene adem¨¢s un peque?o patio de c¨¦sped y una terraza. Est¨¢ en la ribera del r¨ªo Arlanza, junto a un antiguo puente romano reconstruido. La casa es de 1909 pero fue rehabilitada en 2010. Ten¨ªa ¨¦xito; casi todos los fines de semana ya reservados.

Sobre las seis de la tarde del viernes, con la familia instalada, Antonio Borja, un cuidador de caballos de 25 a?os y vecino de Tord¨®mar, vio a los ni?os jugar a colar un bol¨ªgrafo en un contenedor de vidrio. Lo lanzaban como si fuera un dardo.

Lo siguiente que en el pueblo supieron de ellos fue que a las dos y media de la madrugada un hombre escap¨® de la casa pidiendo ayuda. Acudi¨® al bar Pescador, situado justo enfrente, y grit¨® que le ayudaran, que hab¨ªa humo.

El bar es uno de los dos que tiene el pueblo y el m¨¢s animado los viernes por la noche, cuando sirve copas Dani. All¨ª estaban Yolanda, Jos¨¦ Miguel, Ra¨²l y Rodrigo. Ellos fueron los que primero cruzaron la calle y llegaron al lugar de la tragedia. Ni Yolanda ni Dani quisieron hablar, alegaron que estaban conmocionados. Javi, hermano de Dani, lo justifica: ¡°Est¨¢n muy afectados porque sacaron a una ni?a de cuatro a?os y no la pudieron reanimar¡±.

Rompieron la puerta con el mazo que le pidieron al vecino, y cuando vieron que no pod¨ªan subir, colocaron una escalera hacia una ventana. La escalera y la manta que cubr¨ªa la reja segu¨ªan ayer colocadas como testigos. Relataron a sus amigos que hab¨ªa mucho humo, pero no llamas.

La alcaldesa, Inmaculada Sierra, se?al¨® la primera hip¨®tesis sobre lo que hab¨ªa ocurrido para originar la tragedia. ¡°En principio parece que una chispa de una chimenea de le?a prendi¨® un sof¨¢ y que el humo les produjo la muerte¡±. La casa rural no tiene apenas signos de llamas, lo que coincide con la descripci¨®n de los vecinos de que fue el humo de una combusti¨®n y no el fuego directamente el que caus¨® la tragedia. La noche del s¨¢bado ca¨ªa agua nieve, lo que ralentiza la combusti¨®n si el tiro de la chimenea no est¨¢ completamente abierto. Agentes de la Guardia Civil pasaron el d¨ªa estudiando restos del fuego y buscando el origen, pero sin hacer declaraciones a la salida. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n inform¨® a ¨²ltima hora de la tarde de que las muertes se produjeron por asfixia por inhalaci¨®n de gases, seg¨²n las autopsias.

De madrugada, por el pueblo corri¨® r¨¢pido el aviso del incendio, especialmente entre los m¨¢s j¨®venes. Antonio Borja recibi¨® un whatsapp (servicio de mensajes de m¨®vil) sobre las cuatro de la madrugada que dec¨ªa que hab¨ªa pasado algo en la casa rural. ¡°Cuando llegu¨¦ estaban los seis cuerpos en la calle y mis amigos, que hab¨ªan intentado salvarlos, destrozados¡±. Los cuerpos eran los de la abuela, Mar¨ªa Jos¨¦ Medio; sus hijas Almudena y Mar¨ªa, de 36 y 35 a?os; y tres nietos de entre cuatro y seis a?os.

Otros cinco familiares: una ni?a de cinco a?os, un beb¨¦ de siete meses y tres adultos de entre 34 y 37 a?os, fueron trasladados al hospital de Burgos por intoxicaci¨®n de humo y quemaduras, aunque ayer por la tarde estaban recibiendo el alta. Los j¨®venes que ayudaron a la familia volvieron ayer al pueblo a media ma?ana tras pasar revisi¨®n en el hospital de Burgos y prestar declaraci¨®n ante la Guardia Civil. Sierra, reci¨¦n llegada del hospital, cuenta que los psic¨®logos le han dicho que los supervivientes se encuentran ¡°en estado de shock, de no aceptaci¨®n de lo que ha ocurrido. Cuando necesitar¨¢n ayuda ser¨¢ en unos d¨ªas, porque a¨²n no han asumido lo que ha pasado¡±. El hospital inform¨® de que uno de los supervivientes ten¨ªa s¨ªntomas de intoxicaci¨®n por mon¨®xido de carbono. El mon¨®xido de carbono producto de la combusti¨®n se une a la hemoglobina, que en condiciones normales transporta el ox¨ªgeno en la sangre hacia los ¨®rganos del cuerpo, y causa lo que se conoce como muerte dulce.

La familia, residente en Gij¨®n, Villaviciosa (Asturias) y Madrid, no era conocida en Burgos, pero s¨ª en la parroquia rural de Deva, de donde es originaria, y tambi¨¦n en el barrio de La Calzada, una zona de tradici¨®n industrial y obrera de cuyo centro de salud era enfermera Mar¨ªa Jos¨¦ Medio. Esta adem¨¢s regentaba La Ermita de Deva, un establecimiento de turismo rural.

Deva es una zona, situada al este de Gij¨®n, en la que perviven las casas rurales tradicionales junto con las residencias de algunas dinast¨ªas nobiliarias y de acaudalados patrimonios. Varios hermanos de la mujer residen en el lugar.

La propietaria de la casa rural de la tragedia, Lourdes ?lvarez, no quiso hablar para este diario. Un portavoz de la familia dijo que estaban consternados. A la Cadena SER, Lourdes s¨ª que le mostr¨® su terrible pena: ¡°Han muerto seis personas, y yo me quiero morir¡±.