Mayor¨ªa por Europa

Europa acude a las urnas dentro de 12 semanas en su momento pol¨ªtico y econ¨®mico m¨¢s complicado desde la firma de los Tratados de Roma, en 1957. La UE sufre d¨¦ficits de democracia, transparencia y respaldo popular; sus instituciones ofrecen una imagen de par¨¢lisis y alejamiento de los problemas de los ciudadanos. La lentitud al afrontar la crisis econ¨®mica y financiera, las divergencias sobre las pol¨ªticas a seguir y los plazos para la uni¨®n bancaria y la armonizaci¨®n fiscal son exasperantes y demuestran que la realidad va siempre por delante de los instrumentos para transformarla, y que problemas tan acuciantes como el desempleo juvenil y la competitividad reciben insuficiente atenci¨®n.

Todo ello ¡ªproyectos a medio hacer, escasos reflejos, liderazgos desva¨ªdos¡ª es un caldo de cultivo ideal para el crecimiento de los populismos, que son diversos en sus manifestaciones ideol¨®gicas, pero que tienen gritos comunes en los pa¨ªses en los que m¨¢s se extiende su voz: gritos antieuropa, antiinmigraci¨®n, antieuro...

La preocupaci¨®n ante la perspectiva de un Europarlamento ¡ªel que surja de las elecciones del 25 de mayo¡ª con m¨¢s poderes que nunca, y con m¨¢s eurodiputados contrarios al proyecto europeo que nunca, ha estado en el centro de los debates de la reuni¨®n celebrada en Madrid por el Consejo para el Futuro de Europa, formado en 2011 por pol¨ªticos, empresarios y acad¨¦micos a instancias del Instituto Berggruen para la Gobernanza. Todos los participantes ¡ªconservadores, liberales, socialdem¨®cratas, verdes¡ª se?alaron la amenaza. ¡°Las fuerzas euroesc¨¦pticas est¨¢n al acecho para dinamitar el proyecto desde dentro porque son incapaces de construir una alternativa¡±, afirm¨® el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la clausura. Para contrarrestar el peligro, hab¨ªa dicho el ex primer ministro italiano Enrico Letta, ¡°hay que construir una mayor¨ªa por Europa¡±.

El miedo ¡ªa la globalizaci¨®n, a la competencia, a los inmigrantes¡ª alimenta los populismos. Pero tambi¨¦n la paralizaci¨®n institucional y la ausencia de soluciones a problemas reales, desde la inmigraci¨®n hasta el desempleo. Las familias pol¨ªticas que defienden ¡ªcon sus diferencias¡ª la idea europea tienen que alentar los debates sobre los asuntos que repercuten en los ciudadanos y explicar sus opciones. Asegurar ¡ªcomo si nos fuera el futuro en ello¡ª que en la campa?a se debatan soluciones europeas a problemas europeos. As¨ª ser¨¢ posible tener una mayor¨ªa por Europa.