¡°La extradici¨®n de mi esposo a Kazajist¨¢n significar¨¢ su sentencia de muerte¡±
Muktar Ablyazov est¨¢ acusado de robar 5.000 millones de euros al banco BTA Varias ONG quieren evitar su extradici¨®n por temor a que sea torturado
La justicia kazaja busca a la familia de Alma Shalabayeva desde 2001. Su marido, Muktar Ablyazov ¨Coligarca primero y opositor al r¨¦gimen autoritario de Nursult¨¢n Nazarbayov despu¨¦s¨C, est¨¢ acusado de robar unos 7.000 millones de d¨®lares (5.000 millones de euros) al BTA Bank ¨Centidad que ¨¦l mismo presid¨ªa¨C, seg¨²n fuentes pol¨ªticas del pa¨ªs que prefieren no dar su nombre. La esposa de Ablyazov, sin embargo, mantiene su inocencia y asegura durante una entrevista en Madrid que el motivo de la persecuci¨®n es liderar un grupo opositor Opci¨®n Democr¨¢tica de Kazajist¨¢n. ¡°La organizaci¨®n solo demandaba elecciones limpias para nuestro pa¨ªs y luchar contra la corrupci¨®n del r¨¦gimen¡±, explica Alma.
El caso de Ablayazov es una calcoman¨ªa del que sufre desde hace un a?o el que fue su guardaespaldas, Alexander Pavlov de 37 a?os. En 2013, la Interpol (polic¨ªa internacional) intercept¨® a Pavlov en la estaci¨®n de Chamart¨ªn, al norte de Madrid, donde fue detenido y puesto a disposici¨®n judicial. Permaneci¨® en la c¨¢rcel madrile?a de Soto del Real mientras esperaba su extradici¨®n a Kazajist¨¢n. Pero finalmente fue denegada el pasado 19 de febrero ¡°por temor a que fuera torturado¡±, seg¨²n la sentencia, y el guardaespaldas fue enviado de nuevo a la c¨¢rcel. Sin embargo este diario desvel¨® el pasado domingo que el magistrado Alfonso Guevara,?presidente de la Secci¨®n Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y que nada ten¨ªa que ver con la causa de Pavlov, recibi¨® una llamada de las autoridades kazajas donde se exig¨ªa la extradici¨®n del guardaespaldas y en la que se dec¨ªa que hab¨ªa un avi¨®n preparado para devolverle al pa¨ªs asi¨¢tico. Ante estas irregularidades (puesto que Guevara no es el juez competente en el caso de Pavlov), el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido este mi¨¦rcoles investigar al juez que intent¨® que la extradici¨®n a Kazajist¨¢n se llevase a cabo.?
Muktar Ablyazov, de 40 a?os y que en la actualidad se encuentra detenido en la Provenza francesa, espera una ¡°inminente¡± extradici¨®n a Ucrania o Rusia ¡°donde, a diferencia de Kazajist¨¢n, s¨ª hay convenios de extradici¨®n con Francia¡±, explican los representantes de la Fundaci¨®n Open Dialogue que le acompa?an. As¨ª lo ha confirmado tambi¨¦n la embajada de Francia en Madrid. En 2002, Ablyazon termin¨® en prisi¨®n vejado y torturado durante un a?o, seg¨²n su esposa. Y Alma y su familia viven amenazadas desde entonces. ¡°Nos persiguen constantemente. Una vez, encontramos un dispositivo GPS incrustado en los bajos del coche. Era como un ladrillo met¨¢lico¡±. Seg¨²n relata Alma, una vez unas personas desconocidas para ella intentaron secuestrar a su hijo a la salida del colegio. ¡°Por suerte la profesora de Educaci¨®n F¨ªsica consigui¨® evitarlo¡±, suspira. Alma gesticula moviendo los brazos para explicar el forcejeo que hubo entre la profesora y los supuestos secuestradores.?Shalabayeva y un s¨¦quito de cinco activistas de Open Dialogue, viajaron a Espa?a a mediados del mes pasado para convencer a las autoridades ¨Caunque ni el Ministerio de Exteriores ni el de Justicia les recibieron¨C de que la entrega de los disidentes a las rep¨²blicas exsovi¨¦ticas es una ¡°sentencia de muerte¡±.
Ahora Alma Shalabayeva se dedica exclusivamente a alertar a los Gobiernos de la UE, de la mano de varias ONG de derechos humanos, de las graves consecuencias que supone la extradici¨®n de los opositores a los reg¨ªmenes de los pa¨ªses postsovi¨¦ticos. Critican, adem¨¢s, que los intereses econ¨®micos inmovilizan a los Gobiernos europeos para que act¨²en en defensa de estos presos que, seg¨²n los datos de Open Dialogue, rozan ya el medio centenar. Kazajist¨¢n es rico en recursos naturales, el 40% de las inversiones proviene de pa¨ªses de la UE y ocupa un territorio estrat¨¦gico entre Afganist¨¢n, Rusia y Occidente.
Open Dialogue y Amnist¨ªa Internacional utilizan a?Shalabayeva como ejemplo para denunciar los procesos contra nacionales de Bielorrusia, Ucrania, Kazajist¨¢n y Rusia especialmente. ¡°No tienen ninguna seguridad jur¨ªdica¡±, comenta un representante de la fundaci¨®n. ¡°Los reg¨ªmenes autoritarios de algunas exrep¨²blicas sovi¨¦ticas utilizan a la Interpol para detener a determinados ciudadanos. La Interpol interviene pero no se preocupa de estudiar cada caso¡±, denuncia Jedrzej Czerep, uno de los activistas que defiende la causa de Alma.
Nos persiguen constantemente. Una vez encontramos un dispositivo GPS incrustado en los bajos del coche Alma Shalabayeva
Shalabayeva, de 47 a?os, y otros diez miembros de su misma familia llevan huyendo de las autoridades kazajas desde hace m¨¢s de 10 a?os. Han vivido legalmente en Letonia y Reino Unido, donde se les concedi¨® la residencia permanente. El ¨²ltimo pa¨ªs que la acogi¨® fue Italia, donde el 31 de mayo de 2013 medio centenar de agentes armados y sin ¡°ninguna orden judicial¡± la secuestraron en su casa de Roma "y en plena noche" ¨Cseg¨²n sus palabras¨C a ella y a su hija de seis a?os y las llevaron hasta un avi¨®n que la enviar¨ªa de vuelta a su pa¨ªs. "Entraron unos 20 o 30 agentes vestidos de paisano. No se identificaron", recuerda Alma. Los agentes, comenta la traductora, justificaron la detenci¨®n en que el pasaporte de Alma era falso. ¡°?Y no solo no lo era sino que adem¨¢s caducaba en 2016!¡±, r¨ªe indignada. La detenci¨®n en Roma provoc¨® una crisis diplom¨¢tica en Italia sin precedentes donde ning¨²n miembro del Gobierno de Enrico Letta present¨® su dimisi¨®n.
Si no obedeces, te pasar¨¢ lo mismo que a mi familia Alma Shalabayeva
De vuelta en Kazajist¨¢n,?Shalabayeva y su familia sufrieron un arresto domiciliario y grabaciones con c¨¢maras ocultas en el jard¨ªn, en el sal¨®n, y otros espacios privados que, posteriormente, las autoridades publicaron en el canal estatal de televisi¨®n. ¡°Lo que el r¨¦gimen quer¨ªa transmitir al resto de ciudadanos con esas im¨¢genes era que si no obedeces, te pasar¨ªa lo mismo que a mi familia¡±, explica. Finalmente, y tras la presi¨®n internacional, el Gobierno kazajo permiti¨® que Shalabayeva saliera del pa¨ªs a finales de 2013.
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