Aquella periodista menuda que entrevist¨® a Victoria Kent

Una periodista, In¨¦s Garc¨ªa-Albi, se adentra en los libros de otra periodista. Unos textos cautivadores, firmados por Josefina Carabias, la menuda reportera del Madrid de la Rep¨²blica, la primera mujer corresponsal espa?ola, la autora de unas singulares cr¨®nicas sobre f¨²tbol, la subdirectora y columnista de Ya.

As¨ª comenz¨® la historia de un documental que se estrena en televisi¨®n esta noche (Nosotras que contamos. Josefina Carabias y las pioneras del periodismo en Espa?a, 21.00, La 2, dentro de Imprescindibles) y que, partiendo de la trayectoria de la cronista de Ahora, el legendario diario de Manuel Chaves Nogales, narra los comienzos de la incorporaci¨®n de las mujeres a las redacciones.

"Los textos de Josefina son divertid¨ªsimos y complejos, ten¨ªa mucha chispa, est¨¢n llenos de doble sentido", cuenta In¨¦s por tel¨¦fono desde Bilbao. De aquel entusiasmo de la periodista, de 47 a?os, surgi¨® primero una investigaci¨®n para un libro del mismo t¨ªtulo (2007) y ahora el documental.

En una hora desfilan la ¨²nica hija viva de Josefina, Mercedes Rico Carabias, tan pionera como su madre, pero en la carrera diplom¨¢tica, y una veintena de mujeres que siguieron su camino. Desde Margarita Rivi¨¨re, que le dio a In¨¦s la idea del proyecto, hasta la decana de las periodistas Pilar Narvi¨®n. "Lo que me da mucha pena es que Pilar haya muerto sin ver el documental", lamenta In¨¦s. El filme, de una hora de duraci¨®n, se rod¨® en 2012, un a?o antes del fallecimiento de una de las cronistas de la Transici¨®n.

Quien no conozca a Carabias descubrir¨¢ con la pel¨ªcula lo que la muchacha que escap¨® del pueblo (naci¨® en Arenas de San Pedro en 1908) odiaba. Lo cuenta su hija Mercedes. Y su agitada vida en Madrid, donde estudi¨® Derecho y abraz¨® el espacio de libertad del corto periodo republicano. Pate¨® la calle tanto para encontrarse con P¨ªo Baroja o Valle-Incl¨¢n como para cubrir concursos de misses o emplearse en un hotel y descubrir las condiciones de trabajo del servicio. Y, s¨ª, entrevist¨® a Victoria Kent, el mismo d¨ªa de 1931 en que fue nombrada directora general de Prisiones. Josefina ten¨ªa 23 a?os.

Su carrera se vio interrumpida por el exilio (en Par¨ªs naci¨® su primera hija, la tambi¨¦n periodista Carmen Rico-Godoy, ya fallecida) hasta el oscuro regreso al franquismo con seud¨®nimo. En 1950 recuper¨® su nombre, luego relat¨® en sus cr¨®nicas la vida diaria de Estados Unidos y posteriormente, desde Par¨ªs, ese relato se volver¨ªa pol¨ªtico. Regres¨® en 1967 como columnista. Muri¨® en 1980, cuando las mujeres, en plena Transici¨®n, hab¨ªan logrado introducirse en sectores antes masculinos, como la informaci¨®n pol¨ªtica o varios niveles de jefatura.

Pero llegaron a todos los formatos y categor¨ªas: enviadas especiales (Carmen Sarmiento o Maruja Torres), corresponsales (Rosa Mar¨ªa Calaf o Paloma G¨®mez-Borrero), cronistas deportivas (Mari Carmen Izquierdo, que en pantalla desmiente el mito de que ella entraba en los vestuarios de los futbolistas) o columnistas o directivas (Soledad Gallego-D¨ªaz, Pilar Urbano o Covadonga O'Shea). Todas ellas reflexionan sobre un oficio que, como otros sectores, dista mucho de gozar de igualdad. Son muchas en las Redacciones, pero pocas en los despachos. Y as¨ª lo cuentan. El techo de cristal es blindado, dice una de ellas.El aut¨¦ntico cambio, explica Rivi¨¦re, ser¨¢ cuando las mujeres, desde los puestos m¨¢ximos de poder, introduzcan cambios en la valoraci¨®n de la informaci¨®n.

"Todas est¨¢n fant¨¢sticas. Llenas de vida y de curiosidad", cuenta la directora y guionista del documental. Lo simboliza, sobre todo, una emocionada Pura Ramos. Sonriente como una ni?a (y con 60 a?os de oficio a las espaldas) dice a la c¨¢mara: "Me gusta mucho mi profesi¨®n. Mucho. Me encanta".

En un momento del documental, Maruja Torres dice: "Todas nosotras venimos de un tremendo pavimento de cabezas de mujeres y nos pisamos las unas a las otras hasta sacar nuestra cabeza. Y as¨ª hasta que nos toque ser pasarela de la siguiente. Somos pasarelas para un mundo espero que mejor". Quiz¨¢ por eso, como dice In¨¦s Garc¨ªa-Albi, ni una sola rechaz¨® la invitaci¨®n.