El arrepentimiento
Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal, reconoce que se pudo hacer m¨¢s desde los bancos centrales para dome?ar la crisis
En las ¨²ltimas escenas de La lista de Schindler el protagonista, cuando se despide de los trabajadores jud¨ªos a los que ha salvado de la barbarie nazi, se arrepiente de no haber hecho a¨²n m¨¢s, de no haber podido rescatar a m¨¢s gente. Se atormenta por no haber hecho lo que ¨¦l considera en ese momento lo suficiente.
El expresidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, recordaba a Oskar Schindler cuando la semana pasada, en su primera intervenci¨®n p¨²blica tras haber dejado el banco central americano, dijo en Abu Dhabi: ¡°Podr¨ªamos haber hecho mucho m¨¢s, haber hecho algunas cosas, al margen, para mitigar un poco la crisis; si bien hemos sido muy agresivos, creo que en el frente de la pol¨ªtica monetaria podr¨ªamos haber sido a¨²n m¨¢s agresivos¡±.
Bernanke, que cobr¨® por su conferencia de 40 minutos 250.000 d¨®lares, cifra que supera con creces su sueldo de un a?o en la Fed (alrededor de 200.000 d¨®lares), se alineaba as¨ª con las tesis de economistas como Paul Krugman que, en los a?os m¨¢s recientes, hab¨ªan pedido sistem¨¢ticamente mayor implicaci¨®n aun de la Fed en la soluci¨®n de los problemas de la gente, m¨¢s all¨¢ de las ayudas a los bancos.
Contrasta el activismo de la Fed con la timidez y tardanza en actuar del Banco Central Europeo
En otra conferencia, esta pronunciada como presidente de la Fed (contenida en el libro Mis a?os en la Reserva Federal, editorial Deusto), Bernanke hab¨ªa definido las dos principales responsabilidades de un banco central: la estabilidad financiera y la estabilidad econ¨®mica. ¡°Para la estabilidad financiera, la principal herramienta de la que disponen los bancos centrales es la capacidad de actuar como prestamista de ¨²ltima instancia, proporcionando liquidez a corto plazo a las instituciones financieras, supliendo la falta de financiaci¨®n (...) Para mantener la estabilidad econ¨®mica, la herramienta principal es la pol¨ªtica monetaria; en ¨¦pocas normales supone ajustar los tipos de inter¨¦s a corto plazo¡±.
En sus ocho a?os al frente de la Fed, Bernanke ha activado cr¨¦ditos para salvar a la banca por valor de 3,3 millones de d¨®lares (monto equivalente, por ejemplo, a todo lo que produce un pa¨ªs como Espa?a durante tres a?os), ha hecho varias rondas de est¨ªmulos monetarios comprando activos por valor de 85.000 millones de d¨®lares mensuales, ha intercambiado deuda a corto plazo por deuda a largo; y ha mantenido los tipos de inter¨¦s pr¨®ximos a cero, prometiendo que no los subir¨ªa mientras el paro no descendiese en EE UU hasta el 6,5% de la poblaci¨®n activa.
Aunque no haya sido todo lo agresivo que demandaban otros economistas, contrasta el activismo de la Fed con la timidez y tardanza en actuar del Banco Central Europeo, que ejerce su actividad sobre la zona del mundo que m¨¢s retrasada est¨¢ en la recuperaci¨®n econ¨®mica mundial. Bernanke, especialista acad¨¦mico en la Gran Depresi¨®n, tuvo siempre presente las responsabilidades de la Fed en esa crisis mayor del capitalismo, por actuar poco y mal, dominada por el principio ideol¨®gico del laissez-faire. Aprendi¨® de ello.
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