El c¨¢lculo
A Glenn Ford le dar¨¢n 25.000 d¨®lares por cada a?o de encarcelaci¨®n junto a 80.000 d¨®lares por la p¨¦rdida de ¡°oportunidades de vida¡±
Esta semana hemos asistido a dos c¨¢lculos fr¨ªos y tremendos, como aquellas esquelas de las que hablaba Jos¨¦ Hierro. Uno se refiere a lo que el estado norteamericano de Luisiana le debe ahora a un preso de larga duraci¨®n: Glenn Ford. El otro es m¨¢s dom¨¦stico, es el c¨¢lculo de lo que le debe pagar a la juez Alaya en concepto de fianza la exministra Magdalena ?lvarez.
Glenn Ford, que no tiene nada que ver con el famoso actor que tambi¨¦n tuvo su nombre, estuvo treinta a?os en prisi¨®n, en espera de la silla el¨¦ctrica, purgando un crimen que no cometi¨®. Ahora sale a la calle con todos los a?os que jam¨¢s se podr¨¢ quitar. Seg¨²n el sistema norteamericano, tiene derecho a ciertas restituciones. Esto es lo que vale lo que se ha perdido, seg¨²n el recuento que hizo el ¨²ltimo jueves este peri¨®dico: tiene derecho Glenn a 25.000 d¨®lares por cada a?o de encarcelaci¨®n, hasta un m¨¢ximo de 250.000 d¨®lares, junto a otros 80.000 d¨®lares por la p¨¦rdida de ¡°oportunidades de vida¡±.
Es evidente que este hombre, al que acusaron sin motivo y martirizaron hasta la tortura en el corredor de la muerte, le conceden la posibilidad de redimir, con 80.000 d¨®lares, las ¡°oportunidades de vida¡±. No hace falta ser Faulkner, ni Kafka, para reconstruir las ¡°oportunidades de vida¡± que se fue perdiendo a medida que pasaron esas tres d¨¦cadas de privaci¨®n de libertad y, en sentido estricto, de vida. Conoc¨ª a un preso de Uruguay, encarcelado por los militares golpistas, que distrajo su vida en prisi¨®n gracias a la visita diaria de un p¨¢jaro que fue su amigo. El p¨¢jaro fue su ¡°oportunidad de vida¡±.
Mercedes Alaya puso sobre la cabeza de Magdalena ?lvarez un exceso de pesar que no parece justicia sino el c¨¢lculo del l¨¢tigo
En el mismo ejemplar de EL PA?S en que se hac¨ªa ese c¨¢lculo de lo que tiene Glenn Ford para afrontar esta ¡°oportunidad de vida¡± aparec¨ªa la sorprendente noticia de la fianza que la juez Alaya le ha impuesto a Magdalena ?lvarez. Yendo derechamente a los versos burocr¨¢ticos del c¨¢lculo del que se ha valido la administradora de Justicia para poner en su sitio a la exministra, este es el c¨¢lculo: ¡°La juez¡±, dec¨ªa EL PA?S, ¡°fija la fianza sobre la base supuestamente malversada (177 millones), que calcula grosso modo tal como se?ala en el auto. Despu¨¦s aplica a esa cifra el porcentaje del que es responsable ?lvarez (22 millones). Y a ello le suma un tercio, que es lo que marca la ley¡±. Es un sudoku y a la vez es un prospecto, similar a los medicamentos que tomamos sin que sepamos verdaderamente para lo que son; es, tambi¨¦n, un galimat¨ªas. Para los que no somos doctos en euros: la fianza se traduce en cerca de cinco mil millones de pesetas.
A estas alturas de la vida uno ignora qu¨¦ son las ¡°oportunidades de vida¡± que tiene por delante Magdalena ?lvarez, que se ha dedicado al servicio p¨²blico desde que tiene uso de raz¨®n. Pero no me resisto a imaginar a la juez Alaya haciendo antes ese c¨¢lculo. Para llegar a esa cantidad tan alta en alg¨²n momento se habr¨¢ tenido que frotar las manos; pasa siempre que uno termina de calcular. Lo que me pregunto es si, adem¨¢s, habr¨¢ pensado de esa cantidad lo mismo que muchos de nosotros.
No s¨¦ qu¨¦ har¨¢ Glenn Ford con sus oportunidades de vida. Pero Mercedes Alaya puso sobre la cabeza de Magdalena ?lvarez un exceso de pesar que no parece justicia sino el c¨¢lculo del l¨¢tigo; como si quisiera quitarle a la exministra, a base de fianza, las ganas de llamar al porvenir ¡°oportunidades de vida¡±.?
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