Crecer con equidad
Llega Bachelet con una m¨¢xima prioridad: combatir la desigualdad. Sin objetivos intermedios
El crecimiento econ¨®mico no asegura la distribuci¨®n de la renta y la riqueza. Hay abundant¨ªsimas pruebas emp¨ªricas de ello (por ejemplo, el ciclo espa?ol de 14 a?os y medio en la parte alta del ciclo, anteriores a la Gran Recesi¨®n de nuestros d¨ªas). Chile lleva creciendo, de media, a un ritmo del 5,5% de su PIB en los cuatro ¨²ltimos a?os y, sin embargo, es una sociedad tremendamente desigual.
A Chile acaba de llegar de presidenta la socialista Michelle Bachelet, que ya lo fue, con una formaci¨®n que la sostiene compuesta de representantes que van desde la democracia cristiana, por el centro derecha, hasta los comunistas por la izquierda. Es una de las pocas ocasiones, en la historia reciente, en que una socialdem¨®crata llega al poder con una prioridad tan n¨ªtida: mejorar los est¨¢ndares de igualdad de su pa¨ªs. No, como en tantas otras ocasiones, poner en marcha lo que la derecha no hizo (la modernizaci¨®n del pa¨ªs, los equilibrios macroecon¨®micos, recuperar el dinamismo de la econom¨ªa...). No. Ahora se trata de hacer de Chile una sociedad menos desigual, lo que est¨¢ en los genes de la socialdemocracia, al mismo nivel que la libertad. En resumen, Estado de derecho y Estado de bienestar.
En este sentido, Chile se va a convertir en un laboratorio para exportar o no su pr¨¢ctica pol¨ªtica. Como lo fue con Salvador Allende, cuando un marxista lleg¨® al poder a trav¨¦s de los votos y fue desalojado por un golpe de Estado militar en connivencia con la Escuela de Chicago. Bachelet ha anunciado 50 medidas para los primeros 100 d¨ªas y una acci¨®n basada en tres grandes reformas: la de la educaci¨®n (que dar¨¢ resultados a medio y largo plazo), la fiscal (de efectos casi inmediatos) y la constitucional (para la cual necesitar¨¢ apoyos externos a su propia formaci¨®n).
La presidenta habr¨¢ de modificar el contrato social impl¨ªcito que ha estado vigente en Chile y en otros muchos pa¨ªses de la regi¨®n: un Estado peque?o al que las ¨¦lites (econ¨®micas, financieras, pol¨ªticas, intelectuales...) contribu¨ªan con impuestos generalmente bajos y del que, sin embargo, se beneficiaban mediante un conjunto de beneficios como las pensiones de jubilaci¨®n, las indemnizaciones por despido... a los que solo ten¨ªan acceso esas ¨¦lites y los trabajadores de la econom¨ªa formal del sector privado (no las inmensas bolsas de econom¨ªa sumergida).
Chile se va a convertir en un laboratorio para exportar o no su pr¨¢ctica pol¨ªtica
Despu¨¦s de gastar esos impuestos por debajo de la media de los pa¨ªses de la OCDE en las citadas capas sociales, quedaba poca cosa para proporcionar bienes y servicios p¨²blicos (y menos de alta calidad) en los sectores de la educaci¨®n, sanidad, infraestructuras y seguridad para la gran parte de la poblaci¨®n. As¨ª, en medio de ¡°una econom¨ªa sana, una democracia estable y una ciudadan¨ªa empoderada y consciente de sus derechos¡± (Bachelet) se desarrollaba un modelo de consumo y crecimiento, con escasa justicia social, del que millones de personas se sienten excluidas.
Esto es lo que tendr¨¢ que cambiar la nueva presidenta en tan solo cuatro a?os.
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