Reorganizaci¨®n fiscal

La propuesta de reforma fiscal entregada por el comit¨¦ de expertos al Gobierno incluye casi todos los cambios que vienen reclamando los hacendistas y las instituciones mundiales con peso en la pol¨ªtica fiscal espa?ola, como la Comisi¨®n Europea o el Fondo Monetario Internacional. En t¨¦rminos de pol¨ªtica econ¨®mica pueden describirse las propuestas como una devaluaci¨®n fiscal ¡ªbajar las cotizaciones sociales en tres puntos, para incentivar la creaci¨®n de empleo y subir a cambio el IVA y los impuestos indirectos¡ª; un recorte de los tipos impositivos en el IRPF, incluida una s¨ªntesis de tramos, para estimular el consumo; y una simplificaci¨®n de la fiscalidad que pesa sobre los planes de pensiones con el fin de no castigar el ahorro. Este ¨²ltimo punto resulta significativo porque el equipo econ¨®mico actual apenas se hab¨ªa ocupado de la ca¨ªda en picado del ahorro durante la crisis.

No est¨¢ garantizado que una devaluaci¨®n fiscal produzca a corto y medio plazo los resultados esperados sobre el crecimiento y el empleo; los c¨¢lculos del informe, igual que los de las instituciones econ¨®micas mundiales, son hip¨®tesis de trabajo m¨¢s que resultados contrastados. En todo caso, es una pol¨ªtica fiscal activa que el Gobierno deber¨ªa haber aplicado desde 2012, en lugar adoptar subidas impositivas discrecionales. Adem¨¢s, la rebaja de tipos en el IRPF deber¨ªa ser m¨¢s pronunciada en las rentas medias y bajas ¡ªsobre todo en las medias¡ª de lo que se propone si se quiere empujar de verdad el consumo.

Los sabios aciertan cuando sugieren la supresi¨®n masiva de deducciones y desgravaciones fiscales en el IRPF y en el impuesto sobre sociedades (IS). La mayor parte de estos gastos fiscales, que le cuestan mucho dinero al Estado, ya no est¨¢n justificados, porque no cumplen la funci¨®n de activar la inversi¨®n o el empleo para la que fueron creados. El Gobierno deber¨ªa aceptar a pies juntillas la propuesta de bajar el tipo de gravamen del IS desde el 30% actual al 25% primero y despu¨¦s al 20%, y suprimir las desgravaciones fiscales que minan la recaudaci¨®n del impuesto.

El Gobierno entiende como no vinculantes las propuestas; ya ha rechazado, por ejemplo, la idea de gravar patrimonialmente la vivienda. Lagares y sus expertos han reordenado las fuentes de recaudaci¨®n existentes, seg¨²n los principios de efectividad ¡ªlos impuestos sobre el consumo son m¨¢s f¨¢ciles de recaudar que los directos¡ª y de devoluci¨®n de los impuestos previamente aumentados con evidente racionalidad. Pero adem¨¢s de eso, el Gobierno, al acometer una reforma fiscal integral debe tener en cuenta otros dos criterios, tambi¨¦n apuntados en el informe.

El primero es el exiguo margen de rebaja de impuestos que tiene hoy Espa?a; el segundo es que el verdadero problema fiscal espa?ol es de bases imponibles. Por m¨¢s que se reordenen las actuales, los ingresos no ser¨¢n suficientes para dotar al Estado de una estructura fiscal s¨®lida. Por eso, una reforma fiscal imperativa es actuar de verdad contra el fraude fiscal.