El Uniqlo que puede con Zara
Deslumbrado por la mentalidad estadounidense, Tadashi Yanai ha montado su imperio textil desde Jap¨®n. Sus detractores creen que es despiadado. ?l tiene un lema: ¡°Crece o muere¡±
Soy un hombre muy corriente¡±. Para ratificar esas palabras, a Tadashi Yanai, el ciudadano m¨¢s rico de Jap¨®n, le gusta mostrar su anodino reloj Swatch y hacer hincapi¨¦ en los or¨ªgenes humildes de su familia. Pero sabe que miente. Es el propietario de Fast Retailing, el imperio de la moda que, bajo la marca Uniqlo y al grito de Made for All (Hecho para todos), se extiende por todo el mundo con el objetivo de arrebatarle a Inditex el trono del mayor conglomerado del sector textil. Su empresa ya cuenta con m¨¢s de mil establecimientos en 14 pa¨ªses, y este a?o plantar¨¢ cara al grupo de Zara en Espa?a con una macrotienda en el coraz¨®n de Barcelona. Muestra de que lo suyo no es un farol son las conversaciones que est¨¢ llevando a cabo para adquirir la cadena estadounidense J. Crew. Si se consuma esta operaci¨®n, estimada en 3.700 millones de euros, Inditex ya quedar¨ªa a tiro de piedra de Yanai.
A diferencia de su hom¨®logo espa?ol, Amancio Ortega, el directivo japon¨¦s no se esconde. De hecho, se le conoce por sus pol¨¦micas declaraciones y porque representa todo lo contrario de lo que se espera de un empresario nip¨®n: habla de forma clara y contundente, resulta tan cercano que no duda en mostrar sus calzoncillos para certificar lo c¨®modo que es el tejido del que est¨¢n hechos, y se define como un ¡°admirador incondicional de la innovaci¨®n sin prejuicios de Estados Unidos¡±, pa¨ªs que alumbr¨® a uno de sus grandes ¨ªdolos y fuente de inspiraci¨®n empresarial: Steve Jobs.
Adem¨¢s, Yanai es uno de los empresarios japoneses m¨¢s cr¨ªticos con el rumbo de su propio pa¨ªs: ¡°Los mayores problemas de Jap¨®n son el conservadurismo y la cobard¨ªa, y en el mundo de los negocios falta individualismo¡±, escribi¨® en un art¨ªculo publicado por McKinsey. ¡°A la gente le digo que ha de ser valiente y expresar lo que siente, pero nadie me hace caso¡±, a?adi¨® en una entrevista con el diario The Wall Street Journal. Partidario del liberalismo que abandera el primer ministro Shinzo Abe, sentencia que ¡°si Jap¨®n contin¨²a aislado y protegido terminar¨¢ convirti¨¦ndose en una segunda Grecia o una tercera Portugal¡±. Su lema es ¡°crece o muere¡±, y en lo empresarial reniega del modelo tradicional del pa¨ªs del Sol Naciente.
A diferencia de su hom¨®logo espa?ol, Amacio Ortega, Yanai no se esconde
Sin duda, lo conoce a fondo. Yanai naci¨® en la ciudad minera de Ube en 1949, en un pa¨ªs humillado y en ruinas tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial. Sus padres regentaban una tienda de ropa de corte occidental, y sobreviv¨ªan a duras penas. ¡°Jap¨®n era todav¨ªa territorio ocupado. Muy pobre. Ten¨ªamos la tienda en la planta baja y viv¨ªamos en el primer piso¡±, record¨® en una entrevista con el diario Financial Times. Las minas cerraban y la poblaci¨®n se desplazaba en busca de trabajo. ¡°En mi ni?ez comprend¨ª que toda industria tiene una fecha de caducidad¡±, asegur¨® el empresario, que por entonces s¨®lo aspiraba a comer algo de chocolate, beber una taza de caf¨¦, y ser un asalariado cualquiera.
Pero, tras licenciarse en Econom¨ªa y Pol¨ªtica por la prestigiosa Universidad Waseda, Yanai regres¨® a la tienda de su padre. Su mentalidad hab¨ªa cambiado y su horizonte estaba cada vez m¨¢s lejos. En 1984 abri¨® el primer establecimiento de Unique Clothing Warehouse a las afueras de Hiroshima. Poco a poco, con la denominaci¨®n original reducida a Uniqlo, comenz¨® a expandir su negocio con la meta puesta en Tokio, adonde lleg¨® en 1998 cuando ya pose¨ªa cien tiendas en el resto del archipi¨¦lago. Poco despu¨¦s dio su campanada m¨¢s sonada: invent¨® el forro polar fleece, una prenda que se comercializ¨® en un impresionante abanico de colores a 20 euros y que compr¨® uno de cada cuatro japoneses. Se acu?¨® entonces el ligeramente despectivo t¨¦rmino unibare para referirse a la omnipresencia de sus prendas.
Con dos hijos, tiene claro que la sucesi¨®n familiar no da buen resultado
Pero Yanai lo interpret¨® como un gran ¨¦xito. Y comprendi¨® que su futuro estaba tan ligado a la innovaci¨®n como el del sector de la electr¨®nica. Desde entonces, Uniqlo ha centrado su trabajo en dos ¨¢reas: el desarrollo de nuevos materiales ¡ªentre los que destacan Heattech para el invierno y Airism para verano, dise?ados en colaboraci¨®n con una empresa que produce materiales para el nuevo Boeing 787¡ª al servicio de una ropa casi minimalista con muy pocas variaciones de estilo cada a?o, y la creaci¨®n de una cantera de talento. De su escuela Yanai espera que salgan los futuros gestores de la empresa, porque tiene claro que ¡°la sucesi¨®n familiar no da buenos resultados¡±. Sus dos hijos cuentan con un 10% de la empresa, pero no heredar¨¢n su control. ¡°Quiero que sea la gente que ha luchado por Uniqlo quien la dirija en el futuro¡±, sentencia.
A pesar de las apariencias, quienes le conocen aseguran que la personalidad de Yanai es japonesa al 100%. Dicen que su ambici¨®n coquetea con el imperialismo ¡ªde hecho, se ha marcado como meta que la marca ingrese 50.000 millones de d¨®lares al a?o en 2020, cuatro veces la cifra actual¡ª, y que rara vez delega su responsabilidad. Pero sus detractores le achacan que puede ser tan despiadado como un samur¨¢i, que su car¨¢cter endog¨¢mico y machista se refleja en la nula presencia de extranjeros y de mujeres entre los altos cargos de la empresa, y que, en un pa¨ªs acostumbrado a los puestos de trabajo vitalicios, alrededor del 50% de los nuevos empleados de Uniqlo no dura ni tres a?os. Varios trabajadores han confirmado a EL PA?S que Yanai exige un trato reverencial hacia el cliente y una dedicaci¨®n laboral que raya en el esclavismo.
Por si fuera poco, el presidente de Fast Retailing quiere poner en pr¨¢ctica un controvertido plan salarial. ¡°Deber¨ªa ser inconcebible para una empresa que lleva a cabo una expansi¨®n global que empleados que hacen la misma funci¨®n con iguales resultados cobren menos por el simple hecho de vivir en otro pa¨ªs¡±, ha dicho en varias ocasiones Yanai. ¡°El salario debe ir ligado a los resultados que producen¡±. Claro que su intenci¨®n no es mejorar los sueldos de quienes trabajan en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, sino bajar los de quienes cobran m¨¢s, sobre todo en Jap¨®n. ¡°Ser¨¢ duro, pero es natural¡±. ?l, sin embargo, disfruta de una gigantesca mansi¨®n con minigolf en Tokio y ha triplicado su fortuna en el ¨²ltimo lustro hasta amasar, seg¨²n Forbes, la nada desde?able fortuna de 13.200 millones de euros.
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