?De d¨®nde han salido los pol¨ªticos europeos?
Hubo un tiempo en que un panadero pod¨ªa ser diputado y la hija de un tendero, primera ministra Famoso, funcionario o exokupa, ?de d¨®nde ha salido el jefe?
Regentar el ¨²nico ultramarinos de una localidad m¨¢s bien gris de 35.000 habitantes en la incierta primera mitad del siglo XX confiere car¨¢cter. Entre otras cosas, porque vives encima de ese ultramarinos, que abastece de v¨ªveres b¨¢sicos a las gentes del pueblo. Normalmente, es al cabeza de familia al que toca ponerse la bata para bajar a la tienda a altas horas de la madrugada y atender la urgencia del honrado ciudadano (?bacon, pan, huevos?). Su hija peque?a escucha el traj¨ªn desde la habitaci¨®n de arriba. ¡°Vivir encima de una tienda es mucho m¨¢s que una frase. Es algo que deja su impronta en quienes lo han pasado. Por una simple raz¨®n: siempre est¨¢ uno de servicio¡±, declarar¨ªa a?os despu¨¦s la chiquilla, convertida, para entonces, en la mujer m¨¢s poderosa de su siglo. Margaret Thatcher, primera f¨¦mina en meter sus pertenencias en el n¨²mero 10 de Downing Sreet en calidad de primera ministra, no se interes¨® por la pol¨ªtica leyendo libros de Winston Churchill en un jard¨ªn victoriano, sino presenciando c¨®mo su padre se dejaba la vida en una tienda cochambrosa del condado de Lincolnshire. Radicalmente opuesta es la historia del actual l¨ªder del Gobierno brit¨¢nico, David Cameron, tambi¨¦n de las filas conservadoras. Con solo once a?os, el tory viaj¨® en Concorde a Estados Unidos con cuatro compa?eros de clase para celebrar el cumplea?os de Peter Getty, nieto del magnate del petr¨®leo John Paul Getty. Como recoge Owen Jones en el libro Chavs. La demonizaci¨®n de la clase obrera, el tutor de Cameron, Rhidian Llewellyn, ha declarado ver al londinense, en sus a?os infantes, comiendo caviar, salm¨®n y ternera a la bordelaise en numerosas ocasiones. ¡°Era el ambiente del ultraprivilegiado colegio privado Heatherdown, en Berkshire¡±, apuntilla. La cosa no debi¨® de cambiar mucho para David durante su adolescencia en Eton, campo de entrenamiento de la ¨¦lite pol¨ªtica brit¨¢nica, entre cuyo exalumnado (19 de ellos, primeros ministros de Reino Unido) no consta ninguna hija de tendero.
En solo 30 a?os, el origen, oficio y formaci¨®n de los l¨ªderes europeos ha experimentado una gran sacudida. John Prescott ostenta el dudoso honor de ser el ¨²ltimo obrero del partido laborista en el Parlamento brit¨¢nico. Camarero en la Marina Mercante y con unos someros estudios secundarios, ¨¦l mismo ha relatado c¨®mo el tory Nicholas Soames, nieto de Winston Churchill, sol¨ªa pedirle bebidas en voz alta desde la C¨¢mara de los Comunes. ¡°Y mire a ver lo que quiere mi amigo¡±, a?ad¨ªa. El d¨ªa de su ingreso en la C¨¢mara de los Lores, un columnista del diario Telegraph escribi¨®, con evidente sorna clasista: ¡°No estoy seguro de que el armi?o le siente bien a John Prescott¡±. Juan Rodr¨ªguez, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Valencia y editor de blog Agenda P¨²blica, explica el fen¨®meno: ¡°La desaparici¨®n de la clase obrera de las esferas pol¨ªticas no solo tiene que ver con la universalizaci¨®n de los estudios universitarios, sino, en mayor medida, con una suerte de elitizaci¨®n de la carrera pol¨ªtica. Los partidos se han convertido en agencias de empleo pol¨ªtico, y reclutan a sus miembros en las facultades de Derecho¡±.
Los obreros del Congreso
¡°Estamos preocupados por todo lo que se nos viene encima¡±, declaraba en 1988 Margarita al diario EL PA?S, el d¨ªa en que Felipe Gonz¨¢lez nombraba a su marido, Jos¨¦ Luis Corcuera, ministro del Interior. Se convert¨ªa as¨ª el burgal¨¦s en el primer (y ¨²ltimo) electricista (en particular) y no licenciado (en general), en ocupar la relevante cartera. Su habilidad para conducir negociaciones correosas con los grupos sindicales valieron m¨¢s que una licenciatura en Econ¨®micas. Tirando de hemeroteca, desempolvamos el sorprendente caso de Manuel Cordero P¨¦rez, panadero y diputado socialista en la Segunda Rep¨²blica. O ya en el albor de la democracia, los de Manuel Ben¨ªtez (campesino), Marcelino Camacho (fresador) o Ignacio Gallego (mec¨¢nico), todos diputados por el PCE. 13 de diciembre de 2011: de los 350 diputados que coforman la X legislatura de la democracia, se contabilizan 126 funcionarios, 51 abogados, 38 profesores, 19 m¨¦dicos, 9 economistas y 6 empresarios. Solo hay un obrero con silla: Cayo Lara, agricultor. La prensa de derechas escribe sobre ¨¦l: ¡°Un agricultor sin estudios ni experiencia empresarial promete crear tres millones de empleos¡±.
Xavier Coller, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad Pablo de Olavide, reconoce una sobrerrepresentaci¨®n de funcionarios y empresarios en los parlamentos auton¨®micos: ¡°Es gente que puede recuperar f¨¢cilmente su empleo cuando abandona la carrera pol¨ªtica. Los empresarios ceden el negocio a un familiar, a los funcionarios se les reserva la plaza, ?pero c¨®mo puede dejar el empleo un asalariado para dedicarse a la pol¨ªtica? ?Qu¨¦ har¨ªa despu¨¦s?¡±. En su investigaci¨®n, Coller ha detectado una peculiaridad en las Cortes auton¨®micas espa?olas: m¨¢s m¨¦dicos que en ning¨²n otro Parlamento de Europa. ¡°Se debe al rol tradicional del m¨¦dico en nuestro pa¨ªs: un humanista que se implica en la comunidad¡±, cuenta. Tambi¨¦n ha extra¨ªdo diferencias profesionales de los pol¨ªticos seg¨²n su militancia. Cuanto m¨¢s a la izquierda se sit¨²a el partido, m¨¢s docentes hay en sus filas. Se cumple el t¨®pico.
Una estrella del porno, un futbolista, un jugador de ajedrez o un c¨®mico son algunas de las celebridades que han conseguido su esca?o en los foros europeos de decisi¨®n. ¡°Es lo que se conoce como el fen¨®meno del caballero blanco. En momentos de crisis y p¨¦rdida de confianza de la poblaci¨®n sobre la clase pol¨ªtica, los ciudadanos ven en los famosos caballeros blancos que acuden a salvarlos¡±, cuenta el escritor Darrell M. West, autor de Arnold Schwarzenegger and celebrity politics. Pero el viejo continente no est¨¢ gobernado por decenas de beppes grillos, sino por l¨ªderes cargados de m¨¦ritos universitarios (tambi¨¦n en Espa?a, donde todos los presidentes de la democracia han sido licenciados en Derecho, excepto Calvo Sotelo, ingeniero), cuya diferencia reside en los matices. Porque poco tiene que ver la canciller Angela Merkel, okupa en su juventud y camarera en Berl¨ªn en los ratos que le dejaban sus estudios en F¨ªsica, con Vladimir Putin, que dio el salto a la pol¨ªtica desde la Escuela 401 de la KGB, agencia de inteligencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. O con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, un alem¨¢n sin estudios superiores, que aprendi¨® el oficio de librero en su juventud y abri¨® un negocio en el centro de W¨¹rselen. Hollande, por su parte, se form¨® en la Escuela Nacional de Administraci¨®n, como la mayor¨ªa de los altos bur¨®cratas de Francia, pa¨ªs conocido como La Rep¨²blica de los Funcionarios. En Espa?a, tenemos a un actor en el Congreso, Toni Cant¨®, que reconoce haber escuchado alguna que otra burla de sus compa?eros. Y cree saber la raz¨®n por la que tan pocos artistas pueblan el Parlamento nacional: ¡°La mayor parte de mi trabajo consist¨ªa en girar por todos los ayuntamientos de Espa?a con funciones de teatro. Es evidente que muchos de ellos, gobernados por el PP o el PSOE, han dejado de verme con tanta simpat¨ªa. Me resultar¨¢ dif¨ªcil volver a trabajar cuando acabe mi carrera pol¨ªtica, pero yo siempre me he buscado muy bien la vida¡±.
Se?or tertuliano
El futuro sugiere un ligero desperezar. Pero los cambios son lentos. Mientras en EE UU, un hacker llamado David Cole prepara su carrera como congresista, en Europa la diversidad profesional sigue sin estar representada en los Parlamentos. Nacho Uriarte, 33 a?os, presidente de las Nuevas Generaciones del PP entre 2006 y 2011, expresa: ¡°Antes, tener una oposici¨®n era garant¨ªa de calidad. Ahora la excelencia pol¨ªtica no responde a esos criterios. Deber¨ªamos mirar menos el curr¨ªculum y buscar a personas de valores humanos apropiados, como ya hacen las empresas¡±. Precisamente ¨¦l decidi¨® meterse en pol¨ªtica cuando asisti¨® a un debate sobre Trabajo Social entre pol¨ªticos de diferentes filas. ¡°Todos eran trabajadores sociales menos el del PP, que era economista. Y repercut¨ªa en su eficiencia para debatir del tema¡±. Actualmente hay dos trabajadores sociales en las Cortes Generales (uno de ellos es Uriarte). Tertulianos no hay ninguno, como Pablo Iglesias, que para m¨¢s se?as (y justicia) es, sobre todo, profesor universitario. ¡°?T¨² te crees que a m¨ª me gusta ir a la tele a discutir con Marhuenda? Lo hago a mi pesar: es la ¨²nica forma en que determinadas ideas pueden ser transmitidas¡±. El feedback positivo de la audiencia le anim¨® a embarcarse en la iniciativa Podemos, que se presentar¨¢ a las elecciones europeas. Acab¨¢ramos: la televisi¨®n como acicate pol¨ªtico. Pero las ¨²ltimas noticias no llegan de La Sexta, sino de Austria, que en diciembre nombr¨® a su ministro de Asuntos Exteriores, el m¨¢s joven de Europa: Sebastian Kurz, 27 a?os. A¨²n le quedan unas cuantas asignaturas de¡ Derecho.
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