La creaci¨®n

Raz¨®n ten¨ªa la serpiente del para¨ªso cuando le dijo a Eva: si prob¨¢is esta manzana del ¨¢rbol de la ciencia, ser¨¦is como dioses. Recientemente unos cient¨ªficos de Estados Unidos y de Europa han extra¨ªdo un cromosoma de una c¨¦lula del hongo que fermenta a la cerveza y lo han sustituido por un cromosoma artificial, creado en el laboratorio. La c¨¦lula lo ha reconocido como propio y ha seguido su desarrollo natural. Despu¨¦s del triunfo de la serpiente dijo Dios: ¡°Ved ah¨ª a Ad¨¢n que se ha hecho uno de nosotros¡±. Y lleno de c¨®lera decidi¨® expulsarlo del para¨ªso. Que los cient¨ªficos est¨¢n a punto de adelantar a Dios por la cuneta, empieza a ser un lugar com¨²n en biogen¨¦tica. Est¨¢ ya al alcance de la mano la manzana cient¨ªfica que dar¨¢ paso a la segunda creaci¨®n del G¨¦nesis, ahora a merced del cerebro humano. El poder de crear vida artificial no va a tener l¨ªmites. Primero estar¨¢ al servicio de la medicina para curar enfermedades y recomponer ¨®rganos y tejidos viejos o da?ados, pero nadie ni nada podr¨¢ detener la morbosa curiosidad de la inteligencia humana cada d¨ªa m¨¢s excitada en ese camino hacia la oscuridad insondable de la materia donde ya se ve aletear la membrana de la inmortalidad. En el futuro los cient¨ªficos podr¨¢n fabricar una incre¨ªble variedad de engendros, toda clase de animales nuevos, hom¨ªnidos, neandertales, seres mitol¨®gicos como las sirenas y los centauros, series de esclavos robotizados, los verdugos necesarios para dominar una sociedad de s¨²bditos humillados por ¨¦lites rubias muy escogidas, que ser¨¢n como arc¨¢ngeles. Cl¨¦rigos de voz oscura, con un capuch¨®n de oro en la cabeza, amenazar¨¢n a la humanidad con el castigo de una lluvia de azufre, pero ning¨²n profeta podr¨¢ recriminar nada a la ciencia en este sentido. Basta con ver el National Geographic y cualquier telediario. Las criaturas m¨¢s diab¨®licas que puedan salir de los laboratorios no lograr¨¢n ganar en maldad a los monstruos que ya pueblan este mundo, fieras, bichos venenosos y otras especies malignas, gente cruel y fan¨¢ticos tipo Rouco Varela, que parecen regodearse presagiando una nueva guerra civil. Si los cient¨ªficos consiguen erradicar el gen de la violencia a sus nuevos engendros, sin duda ser¨¢ mejor, m¨¢s pura y suave la vida que nace ahora del hongo de la cerveza.