Ayudar e invertir

La IV cumbre euroafricana se cerr¨® la pasada semana con un importante acuerdo sobre migraci¨®n y movilidad, el primero de esta naturaleza entre ambos continentes. Los 82 mandatarios reunidos en Bruselas expresaron su ¡°voluntad pol¨ªtica inequ¨ªvoca¡± de luchar contra la inmigraci¨®n irregular. Para no quedarse en una mera declaraci¨®n de intenciones, firmaron un plan de acci¨®n con medidas concretas. Entre ellas destacan el refuerzo de los controles fronterizos, la persecuci¨®n de las mafias y un mayor desarrollo del derecho de asilo entre los propios pa¨ªses africanos. Europa por su parte, se compromete a facilitar la inmigraci¨®n legal, a duplicar los fondos para misiones de paz ¡ª750 millones de euros en tres a?os¡ª y a dar ayudas al desarrollo por valor de 28.000 millones hasta 2020.

El pacto supone un avance: en la cumbre de Tr¨ªpoli de 2010, los pa¨ªses africanos rechazaron firmar un acuerdo similar. Pero apenas aborda lo m¨¢s sustancial: las causas que motivan el ¨¦xodo hacia los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. Ha quedado en evidencia que no coinciden las prioridades.

Mientras que a Europa le preocupa la presi¨®n migratoria ¡ªy el drama humano que subyace en tragedias como las de Lampedusa o las que ocurren en el entorno de las verjas de Ceuta y Melilla¡ª a los dignatarios africanos les inquieta la econom¨ªa. Y tienen raz¨®n al plantear que solo cuando el continente logre un nivel de prosperidad suficiente como para que la gente no tenga que emigrar a la desesperada se podr¨¢ reducir la presi¨®n sobre Europa. Las cifras hablan por s¨ª solas. En 2012, las remesas de emigrantes aportaron 60.400 millones de d¨®lares, lo que supone el 3% del PIB africano. En el caso de pa¨ªses como Nigeria, Senegal o Togo, esas remesas suponen hasta el 10% del PIB. Mientras tanto, la inversi¨®n extranjera directa fue de 36.259 millones de euros ¡ª15.000 proced¨ªan de la UE¡ª y toda la ayuda al desarrollo sum¨® 40.800 millones.

Hasta ahora, Europa ha pensado en ?frica en t¨¦rminos de ayuda, primero directa y luego en forma de programas de cooperaci¨®n destinados a fomentar el desarrollo. Los fondos para educaci¨®n, sanidad o infraestructuras siguen siendo necesarios, pues las carencias son enormes y todav¨ªa quedan m¨¢s de 300 millones de africanos que viven en la pobreza extrema con menos de 30 d¨®lares al mes.

Pero ha llegado la hora de dar un paso m¨¢s. En la econom¨ªa globalizada, lo que necesita ?frica son inversiones productivas que dinamicen la econom¨ªa. Est¨¢ bien construir una carretera, pero es todav¨ªa mejor instalar actividades econ¨®micas a su lado. Si no es as¨ª, ?qu¨¦ van a hacer los 300 millones de j¨®venes de entre 15 y 30 a?os que no est¨¢n escolarizados y tampoco tienen trabajo? Muchos de ellos, intentar subirse a una patera. Otros, lanzarse sobre las vallas de Melilla. Lo acordado en la cumbre es muy positivo y marca el camino; pero es preciso intervenir con mucha m¨¢s audacia en las causas que desencadenan las oleadas migratorias.